La soledad del lector. David Markson

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La soledad del lector - David  Markson

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el rostro; mis ojos se encandilan; ella murió joven.

      Los cuadernos de Leonardo indican que supo antes que Copérnico que el sol no se movía.

      Nadie vino. Nadie llamó.

      A pesar de décadas de autoanálisis, Freud siempre sintió tanto temor a perder los trenes que llegaba a la estación hasta una hora antes del horario de partida.

      Freud.

      Joseph Beuys fue piloto de Stuka en la Segunda Guerra Mundial.

      Monet, de visita en Londres:

      ¿Esta cosa marrón? ¿Esto es Turner?

      René Descartes nació en un henar.

      Al final, Emily Dickinson se escondía de las visitas hasta en su propia casa.

      El Lector y esta idea suya.

      El Lector y su mente llena de confusión.

      ¿Qué es una novela en todo caso?

      ¿O es que de alguna extraña manera después de todo está pensando en una autobiografía?

      Bohemia. Un territorio desierto cerca del mar.

      En 1911, un pintor de brocha gorda llamado Vincenzo Peruggia, que había estado trabajando en el Louvre, logró sacar la Mona Lisa de su marco y salir caminando con el lienzo debajo del mameluco.

      Y no levantar sospechas hasta que trató de venderlo dos años después.

      Antes de encender el horno para suicidarse, Sylvia Plath dejó leche y pan con manteca en el cuarto donde dormían sus dos hijos.

      Leibniz: ¿Por qué hay algo en lugar de nada?

      Cuando Daumier tenía sesenta años, era indigente y estaba completamente ciego, Corot compró la casa que Daumier alquilaba y se la regaló.

      Der Untergang des Abendlandes.

      ¿Que tal vez el Protagonista viva cerca de un cementerio en desuso?

      ¿De algún modo una noción de retiro absoluto? ¿Abandono?

      El padre de Albert Camus murió en la Batalla del Marne cuando Camus tenía unos pocos meses. Su madre era empleada de limpieza y analfabeta.

      Una vez, en la cena, con gran delicadeza Brahms le dijo a Tchaikovsky que no le gustaba su trabajo.

      Con igual delicadeza Tchaikovsky le dijo a Brahms que a él no le gustaba el suyo.

      Después de quemar el cuerpo de Shelley en la playa de Viareggio, Byron, Leigh Hunt y Trelawny se emborracharon. Gritaban y se reían y hasta cantaban escandalosamente.

      Hay que decir que habían estado lidiando con unos restos que llevaban cinco semanas de hinchazón y descomposición. Byron había vomitado por lo menos una vez.

      Ah, ¿alguna vez te cruzaste con Shelley?

      En Königsberg, donde pasó toda su vida, Immanuel Kant tuvo varias hermanas y un hermano y no vio a ninguno de ellos durante un cuarto de siglo. En un momento recibió carta del hermano y no la respondió en dos años y medio.

      ¿No lineal? ¿Discontinuo? ¿En forma de collage?

      ¿Un assemblage?

      Una vez Knut Hamsun fue conductor de un carro de caballos en Chicago.

      Durante la Edad Media, a menudo no existía más que un manuscrito de ciertos clásicos. Un techo de monasterio con goteras y el Satiricón habría podido perderse para siempre, por ejemplo.

      Mallarmé aprendió inglés específicamente para leer a Poe.

      Walter el Indigente. Pedro el Ermitaño.

      Durante los cuatro años que pasó Dostoievsky en el campo de trabajo forzado en Siberia por conspiración política, el único libro que le permitieron tener fue el Nuevo Testamento. Aunque una vez en un hospital de la cárcel encontró Los papeles de Pickwick y David Copperfield.

      Deus vult.

      Raymond Chandler vivió con su madre hasta que ella murió, cuando él tenía treinta y cinco. Y casi de inmediato se casó con una mujer que le llevaba diecisiete años.

      El entusiasmo por Poe es la señal de un estado de reflexión decididamente primitivo.

      Dijo Henry James.

      George Bernard Shaw era antisemita.

      ¿Primera aparición del Protagonista inmóvil y absorto entre una especie de desorden transitorio? ¿Cajas amontonadas y apiladas?

      ¿Muchísimos libros, quiere decir supuestamente el Lector?

      El nombre Kierkegaard se traduce del danés como jardín de la iglesia.

      Anne Finch, condesa de Winchilsea.

      Dickens, Walt Whitman, Mark Twain y Máximo Gorki nunca terminaron la primaria. Sean O’Casey y Alberto Moravia tampoco.

      O’Casey, a los cuarenta y tres, trabajaba con un pico y una pala cuando se estrenó su primera obra.

      ¿Dónde viviría exactamente el Protagonista si fuera cerca de un cementerio en ruinas? ¿Quizás en algún tipo de estructura dentro del mismo terreno?

      ¿También ese edificio abandonado? ¿Que el Protagonista tal vez robe electricidad con unos cables conectados a un poste de luz de la calle?

      De hecho, el Lector ve un edificio de ladrillos. Bastante pequeño y que se cae a pedazos, pero de dos pisos.

      Ninguna de las hijas de John Milton recibió educación, aunque a dos de las tres les enseñaron a leerle cuando se quedó ciego.

      En idiomas de los cuales no entendían una palabra.

      A Boecio lo ejecutaron ajustándole inexorablemente una correa alrededor de las sienes.

      De niño, Tennyson podía recitar las ciento tres odas de Horacio de memoria.

      Montaigne afirmaba saberlas, así como también el resto de las obras de Horacio.

      Allá ninguna clase de vida.

      ¿Qué vida aquí, ahora?

      John Donne posó para un cuadro en su propia mortaja. Y la dejó junto a su cama durante una larga enfermedad terminal.

      ¿Por qué el Lector siempre siente una ligera incredulidad cuando recuerda que el sistema decimal surgió de contar con los dedos de la mano?

      Varios robles antiguos, también dentro del terreno, oscurecen en parte la casa. De noche, la única lamparita que hay detrás de una persiana de la planta baja es muy tenue.

      Hay cercas de malla metálica, en estado de dentado deterioro.

      Käthe

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