unos 6.000 viviendo en el Epiro, a lo largo de la frontera albanesa. De nuevo, esta minoría es el gran desafío de las relaciones diplomáticas, a menudo tensas, con Tirana, y aún más cuando también existe una minoría griega al otro lado de la frontera.
Romaníes. Serían 140.000 en Grecia, mayoritariamente ortodoxos. Los romaníes musulmanes que viven en Tracia son considerados por las autoridades como parte de la minoría turca. Según la Unión Europea, en Grecia es donde los romaníes sufren las discriminaciones más graves (desempleo, falta de acceso a los servicios públicos, arrestos arbitrarios, etc.).
Aromunes. Denominados «valacos» por los griegos, serían aproximadamente 150.000 repartidos por norte del país y 300.000 en los Balcanes. Su origen es desconocido: ¿en Grecia se consideran griegos romanizados y en Rumanía como rumanos? Es principalmente su lengua derivada del latín que los diferencia del resto de la población; sin embargo, actualmente, el número de hablantes en Grecia solo es de unos cuantos miles. Entre los valacos, mayoritariamente ortodoxos, se distinguen unos 2.000 meglanitas, que son de tradición musulmana y, por lo tanto, se les considera «turcos».
Eslavos. Tras la anexión de Salónica a Grecia en 1912, las autoridades llevaron a cabo un proceso de helenización de la población expulsando a la mayoría de los eslavos de la región. Sin embargo, perduran algunas pequeñas comunidades. Es el caso de los pomacos, búlgaros musulmanes que se estima que son unos 15.000, principalmente en Macedonia y Tracia Oriental, donde son considerados «turcos». Además, hay unos 10.000 búlgaros ortodoxos y 15.000 eslavos de Macedonia, también ortodoxos. Como no se enseñan, sus lenguas y dialectos están en proceso de desaparición.
Romaniotes. Mientras Salónica albergaba una de las comunidades judías más importantes del mundo hasta la década de 1940, actualmente hay menos de 10.000 judíos en toda Grecia. Judíos helenizados cuyo origen se remonta a la antigüedad, los romaniotes están presentes principalmente en Salónica, Atenas y en el Epiro. El escritor suizo Albert Cohen nació en Corfú de padre romaniota.
Avdetis. Se trata de los descendientes de judíos de Salónica convertidos al Islam a partir del siglo XVIII. Asimilados por los turcos, seguirían practicando algunos ritos judíos. Su número se estima en aproximadamente un millar, repartidos entre Jonia, Salónica y Alejandrópolis.
Griegos negros. Con menos de mil personas, es la minoría más desconocida de Grecia. Repartidos entre seis pueblos al sur de Xánthi (Tracia Oriental), estos griegos negros o afroturcos conocen bastante poco sus propios orígenes. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que se trataba de descendientes de siervos y esclavos sudaneses llevados de Egipto por los sultanes otomanos en el siglo XVIII. Están muy bien integrados entre la población pomaca y romaní, practican el Islam, hablan griego y turco; el Estado los engloba en la minoría turca.
En la frontera entre Oriente y Occidente, en el corazón del Mediterráneo, Grecia está geográfica, histórica y culturalmente impregnada de su posición privilegiada. Esta riqueza se expresa con una homogeneidad lingüística y religiosa. Los griegos están muy orgullosos de su país.
Impacto de la crisis en la sociedad
Con la crisis, la tasa de crecimiento de la población griega muestra un ligero descenso: -0,13% en 2014. ¿Es motivo para el pesimismo? Aunque no se exprese de forma directa, algunas cifras confirman una triste tendencia. Así pues, Grecia es el único país de Europa donde el salario mínimo ha disminuido desde 2008: se ha reducido un 22% llegando a 586 euros brutos (o sea, 468 euros netos) con un coste de la vida apenas inferior al francés. Otro triste récord en la zona del euro: a falta de crecimiento, el paro se estanca en un nivel elevado. Los jóvenes son los principales afectados: en 2016, la tasa de solicitantes de empleo seguía siendo de más del 50% entre los menores de 25 años (el 24% de la población en general). Para salir de esta situación, desde 2008, más de 350.000 griegos han preferido abandonar el país para encontrar trabajo. Y sus padres no están en condiciones de ayudarles mucho. Según los acuerdos pactados con sus acreedores, Grecia todavía tiene que reducir su déficit público. Y esto se consigue, en particular, reestructurando el sistema de pensiones…
La familia, especialmente con la crisis, es el núcleo básico de la sociedad griega. Centraliza una importante red de solidaridad que, entre otras cosas, cubre la falta de atención social. Y no es una forma de hablar: desde 2009, ya no es raro ver a las familias abandonar Atenas y volver al hogar paterno de provincia, a falta de un empleo. O, por el contrario, familias que acogen a sus mayores privados de una jubilación digna… Por eso varias generaciones viven bajo el mismo techo y las residencias de ancianos están vacías. El pueblo natal tiene una fuerza de atraccón importante, por lo que no es raro asistir a una vuelta masiva de los «emigrados» nacionales e internacionales en época de fiestas. La red familiar sigue siendo fuerte y contribuye a mantener una solidaridad más amplia.
Las empresas familiares son numerosas, tendencia que podrá apreciar claramente en las actividades turísticas.
Al fin se puso en vigor un registro de parejas de hecho desde 2015. Tras una primera versión restringida votada en 2009 y, en un principio, limitada a las parejas heterosexuales, el Parlamento griego, la Vouli, ha aprobado un pacto civil que otorga a las parejas del mismo sexo los mismos derechos que las parejas casadas.
En cuanto a la mujer, como en muchos países mediterráneos, su imagen está a menudo ligada a la de un machismo que roza la caricatura con un macho griego que habla fuerte, lleva la camisa abierta con una cadena alrededor del cuello y juega con su kombolói… En realidad, las mujeres griegas adoptan un estilo de vida a la occidental, pero las diferencias entre generaciones, entre el medio rural y el urbano, son factores determinantes. En general, una mujer soltera está socialmente aceptada. Aunque el objetivo sagrado, a los ojos de la Iglesia ortodoxa, continua siendo casarse y tener hijos, niños que se malcriarán…
unos 6.000 viviendo en el Epiro, a lo largo de la frontera albanesa. De nuevo, esta minoría es el gran desafío de las relaciones diplomáticas, a menudo tensas, con Tirana, y aún más cuando también existe una minoría griega al otro lado de la frontera.
