A todo ritmo. Jessa James

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу A todo ritmo - Jessa James страница 4

Автор:
Серия:
Издательство:
A todo ritmo - Jessa James

Скачать книгу

había regresado a casa la mañana siguiente después de haberse quedado con Josh, solo para encontrar a sus padres y a Bryan en el lujoso salón de la casa muy bien ubicada de su familia. Aparentemente, él les había contado de su visita sorpresa a su apartamento la noche anterior y su salida. Y por supuesto, él había olvidado mencionar la razón de su abrupta salida y la había hecho parecer como una lunática hormonal.

      Serena había mirado con incredulidad mientras su madre y Bryan la atacaban, cuestionándola y enojados por su comportamiento. Su madre le había reclamado por haber sido tan grosera de entrar en casa de Bryan sin permiso y luego por haber escapado y luego Bryan le había gritado algo de haberse atrevido a pasar la noche sola en el apartamento de otro hombro. También había hecho el comentario de tener el atrevimiento de solo “entrar” la mañana siguiente con la misma ropa de la noche anterior sin nada de vergüenza.

      Serena los miró aturdida y luego hizo lo único que pudo pensar en ese momento. Se quitó el anillo de Bryan del dedo y se lo tiró a la cabeza. Sin embargo, su puntería no era muy buena. El anillo pasó de la cabeza de Bryan, atravesando el aire y aterrizando en el café de su padre, mientras él estaba sentado en silencio en una silla reclinable detrás de Bryan, observando la escena con los ojos entrecerrados.

      Eso los había callado. “Madre”, escupió Serena mientras se volteaba primero hacia ella, “Yo fui al apartamento de mi prometido, el apartamento en el que íbamos a vivir juntos. El cual lo ayudé a escoger y amueblar, si me permites recordarte. Fui porque estaba preocupada por lo mucho que ha estado trabajando y quería cocinarle una comida como una buena esposita. Solo que no estaba trabajando mucho, pero sí estaba follando mucho.” Serena escuchó una fuerte inhalación luego de decir eso, aunque no supo de quién había sido, ya que la ira estaba haciendo que su cabeza diera vueltas. “Yo me fui porque él estaba ocupado follando con otra chica.”

      “Serena”, respiró su madre, “¿cómo te atreves a usar ese lenguaje?” Serena la ignoró y se volteó hacia Bryan.

      “Y tú, asqueroso…” Algunas palabras entraron en su cabeza, pero por cuidar el corazón de su madre, Serena prefirió decir, “¡Canalla! ¿Yo he estado planificando nuestra boda y es eso lo que has estado haciendo?” Finalmente le soltó todo.

      El enfrentamiento a gritos terminó con su madre desmayándose – sí, así era de dramática – y su padre acompañó a Bryan a la puerta advirtiéndole que no volviera a aparecer otra vez en su puerta. Serena subió por las escaleras y fue a su dormitorio.

      Serena se quedó encerrada en su habitación los próximos dos días, su padre y Katie la visitaron para ver si estaba bien. No le había hablado a su madre desde la pelea, pero por lo poco que la había escuchado cuando se había escapado de la habitación para ir a la cocina a buscar más té o helado, Serena descubrió que su madre estaba furiosa porque ella rompió el compromiso con “un hombre tan elegible” y lamentó que ella “no actuara como una dama y perdonara una indiscreción” en lo que ella describió como su “momento de debilidad”.

      Wow mamá, tanto empoderamiento femenino. No sé por qué nos permiten votar, había pensado Serena sarcásticamente al escuchar el discurso de su madre. Y de nuevo, esos eran pensamientos traicioneros que nunca se atrevería a decir en voz alta. Serena se había regañado por no hablar.

      Tres días después de la pelea, su madre había abierto la puerta de su habitación y abrió las cortinas con tanta violencia que Serena pensó que se romperían, aunque eso no sería una gran pérdida, ya que con la última redecoración de su madre, ella había decidido que un rosado de princesa era un color apropiado para una mujer de veintiún años. Su madre ignoró los ojos hinchados de Serena y se sentó dramáticamente, pero con gracia en el borde de la cama.

      “Bueno, Serena, como parece ser que tienes una especie de plan para tu futuro que no conozco, ya que el plan que sí conocía lo tiraste por la ventana con ambas manos, ¿podrías contarme lo que piensas hacer con tu vida ahora?”

      Serena miró los ojos grises entrecerrados de su madre y fue embargada por una sensación de vergüenza. Su madre había trabajado duro para encontrar alguien adecuado para ella y había apoyado mucho la relación. Algunas noches se había quedado con ella hablando sobre los problemas que había tenido con Bryan y había estado planificando la boda los últimos seis meses.

      “Lo siento tanto, mamá”, murmuró Serena, las lágrimas que no se había dado cuenta de que tenía todavía estaban por caer. “Estaba tan herida y en shock que no consideré las consecuencias de mis acciones hasta ahora.” Unas sensaciones familiares de vergüenza abrumadora y culpa comenzaron a llenar a Serena.

      Su madre tenía razón, había un plan. Uno que su madre había armado con mucho cuidado y en el cual llevaba trabajando toda la vida de Serena y ella lo había destruido todo con una rabieta. Con razón su madre estaba tan enojada con ella. Después de todo, los hombres engañaban siempre, ¿cierto? De repente se preguntó si su madre le había perdonado indiscreciones de ese tipo a su padre, pero dejó esos pensamientos de lado. No, su padre nunca lo haría.

      No obstante, Serena había escuchado historias interminables de sus amigos sobre los amoríos adúlteros de sus padres y sin embargo, la mayoría seguía casados. Tal vez eso venía con el territorio, ¿pero cómo lo sabría ella? Bryan había sido su primer novio serio y su madre nunca le había hablado de cosas así.

      Serena pensó en cómo se había sentido en el momento en que miró la escena que estaba sucediendo sobre el sofá de Bryan y se sintió segura de haber tomado la decisión correcta. Al diablo el plan, lo que él había hecho era imperdonable.

      “Lo siento, mamá. Solo sabía que nunca podría estar con Bryan después de lo que vi. Sé lo duro que trabajaste, pero te lo compensaré. Me inscribiré en la escuela. Trabajaré mucho y haré que te sientas orgullosa de mí”, dijo Serena en voz baja.

      Todo había salido tan rápido y ella había estado tan desesperada por decir algo que mejorara toda la situación, que por segunda vez en tres días, ella comenzó accidentalmente una discusión que cambia vidas.

      “¿Escuela?” repitió su madre con frialdad. “¿Y en qué vas a estudiar exactamente, cariño? Llevas cuatro años fuera de la secundaria, no has aplicado a ninguna universidad y no tienes ninguna experiencia laboral además de ayudar en la empresa de tu padre.”

      Su madre tenía razón de nuevo. El plan para su vida nunca había incluido la universidad. Katie, su hermana, la cual había logrado escapar en parte del plan maestro de su madre, había insistido en obtener un título antes de sentar cabeza. Ella había insistido hasta que su padre finalmente convenció a su madre de permitírselo.

      Katie era un año menor que ella y estaba por terminar su título. También había logrado mudarse a un apartamento fuera del campus en algún momento, aunque había reglas, por supuesto. Su hermana tenía que visitar la casa cada ciertos días, asistir a todos los eventos de la familia y su mamá seguía comprándole la ropa y la comida. Aun así, era mucha más libertad de la que tenía Serena.

      Sin embargo, Serena había comenzado a trabajar en la empresa de su padre justo al salir de la secundaria. Había comenzado como asistente de un mánager de marketing de bajo nivel en Woods Co, el imperio de la familia que había sido comenzado por su abuelo hace sesenta años. Probablemente se quedaría en esa posición hasta que se casara y criara a sus bebés.

      Así que estaba segura, ganaba un salario cómodo y razonable, se había vuelto muy buena en su trabajo y había desarrollado una rutina, todo mientras era vigilada constantemente por su madre.

      Su trabajo en el departamento

Скачать книгу