El Libro de Urantia. Urantia Foundation

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El Libro de Urantia - Urantia Foundation

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de haber sido azotado por los destructivos rayos X y destrozado por las elevadas temperaturas so-lares. El calcio posee una individualidad y una longevidad que superan todas las formas más comunes de la materia.

      41:6.3 (462.1) Tal como lo han sospechado vuestros físicos, estos restos mutilados del calcio solar literalmente cabalgan en los rayos de luz por diversas distancias y de esta manera, se facilita enormemente su amplia diseminación por todo el espacio. El átomo de sodio, bajo ciertas modificaciones, también es capaz de locomoción en la luz y en la energía. El logro del calcio es aún más notable puesto que este elemento tiene una masa que es casi el doble que la del sodio. La permeación local del espacio por parte del calcio se debe al hecho de que escapa de la fotoesfera solar, en forma modificada, cabalgando literalmente los rayos del sol salientes. De todos los elementos solares, el calcio, a pesar de su masa comparativa, pues contiene veinte electrones giratorios, es el más triunfador en escapar del interior solar hacia los reinos del espacio. Esto explica por qué existe una capa de calcio, una superficie de piedra gaseosa, en el sol de un espesor de casi diez mil kilómetros; y esto a pesar del hecho de que diecinueve elementos más livianos, y numerosos otros más pesados, están por debajo de esta capa.

      41:6.4 (462.2) El calcio es un elemento activo y versátil en las temperaturas solares. El átomo de piedra tiene dos electrones ágiles y ligeramente ligados en los dos circuitos electrónicos exteriores, que están muy cerca uno del otro. Prontamente en la lucha atómica pierde su electrón exterior; en ese momento realiza una acción malabarista magistral con el electrón número diecinueve de aquí para allá entre el circuito diecinueve y el circuito veinte de la revolución electrónica. Al empujar de aquí para allá al electrón diecinueve entre su propia órbita y la de su compañero perdido, más de veinticinco mil veces por segundo, un átomo de piedra mutilado consigue vencer parcialmente la gravedad y por lo tanto cabalgar con éxito sobre los rayos emergentes de luz y energía, los rayos del sol, hacia la libertad y la aventura. Este átomo de calcio se mueve hacia afuera mediante saltos alternados de propulsión hacia adelante, aprehendiendo y soltando el rayo de sol unas veinticinco mil veces por segundo. La piedra es la más experta en escapar de la prisión solar, y es por esto por que la piedra es el componente principal de los mundos del espacio.

      41:6.5 (462.3) La agilidad de este acrobático electrón de calcio se refleja en el hecho de que, cuando es arrojado por las fuerzas solares de temperatura y de los rayos X al círculo de la órbita más alta, tan sólo permanece en esa órbita por un millonésimo de segundo, pero antes de que el poder de la gravedad eléctrica del núcleo atómico lo atraiga de vuelta a su vieja órbita, es capaz de completar un millón de revoluciones alrededor del centro atómico.

      41:6.6 (462.4) Vuestro sol ha perdido una cantidad enorme de su calcio, habiendo perdido cantidades enormes durante los tiempos de sus erupciones convulsivas en relación con la formación del sistema solar. Mucho del calcio solar está ahora en la superficie más exterior del sol.

      41:6.7 (462.5) Debe recordarse que los análisis del espectro muestran tan sólo las composiciones de la superficie del sol. Por ejemplo: los espectros solares exhiben muchas líneas de hierro, pero el hierro no es el elemento principal del sol. Este fenómeno se debe casi totalmente a la temperatura actual de la superficie del sol, un poco menos de 3.300 grados (C), siendo esta temperatura muy favorable al registro del espectro del hierro.

      41:7.1 (463.1) La temperatura interior de muchos de los soles, aun el vuestro, es mucho más alta de lo que se cree comúnmente. En el interior de un sol prácticamente no existen átomos enteros; están todos más o menos desintegrados por el bombardeo intenso de los rayos X que es característico a tales temperaturas elevadas. Sean cuales fueran los elementos materiales que puedan aparecer en las capas exteriores de un sol, los que están en el interior se vuelven muy similares por la asociación disociativa de los rayos X destructores. Los rayos X son grandes niveladores de la existencia atómica.

      41:7.2 (463.2) La temperatura de la superficie de vuestro sol es casi 3.300 grados (C), pero aumenta rápidamente al penetrar en el interior hasta llegar a una elevación increíble de alrededor de 19.400.000 de grados (C) en las regiones centrales. (Todas estas temperaturas se refieren a vuestra escala Celsius).

      41:7.3 (463.3) Todos estos fenómenos son indicativos de un enorme gasto de energía, y las fuentes de energía solar, enumeradas en orden de importancia, son:

      41:7.4 (463.4) 1. Aniquilación de los átomos y eventualmente de los electrones.

      41:7.5 (463.5) 2. Transmutación de los elementos, incluyendo el grupo radioactivo de energías así liberadas.

      41:7.6 (463.6) 3. La acumulación y transmisión de ciertas energías espaciales universales.

      41:7.7 (463.7) 4. Materia espacial y meteoros que incesantemente se precipitan en los soles ardientes.

      41:7.8 (463.8) 5. La contracción solar; el enfriamiento y contracción consecuente de un sol, produce energía y calor a veces mayores que los que son proporcionados por la materia espacial.

      41:7.9 (463.9) 6. La acción de la gravedad a altas temperaturas transforma cierto poder circuitizado, en energías radioactivas.

      41:7.10 (463.10) 7. La luz y otra materia recaptada que son atraídas de vuelta al sol después de haberlo dejado, juntamente con otras energías que tienen origen extrasolar.

      41:7.11 (463.11) Existe un manto regulador de gases calientes (a veces con millones de grados de temperatura) que envuelve los soles, y que actúa para estabilizar la pérdida de calor y prevenir de otra manera las fluctuaciones peligrosas de la disipación del calor. Durante la vida activa de un sol, la temperatura interior de 19.400.000 de grados (C) permanece aproximadamente la misma sin relación alguna con la caída progresiva de la temperatura exterior.

      41:7.12 (463.12) Podríais tratar de visualizar 19.400.000 de grados (C) de calor, en asociación con ciertas presiones de la gravedad, como el punto de ebullición electrónico. Bajo dicha presión y a esa temperatura todos los átomos están degradados y desintegrados en sus componentes electrónicos y otros componentes ancestrales; aun los electrones y otras asociaciones de ultimatones pueden desintegrarse, pero los soles no son capaces de degradar los ultimatones.

      41:7.13 (463.13) Estas temperaturas solares operan para acelerar enormemente los ultimatones y los electrones, por lo menos aquellos que continúan existiendo bajo estas condiciones. Os apercibiréis de lo que significa la temperatura elevada en el sentido de la aceleración de las actividades ultimatónicas y electrónicas cuando consideréis que una gota de agua común contiene más de mil trillones [1021] de átomos. Esto equivale a la energía de más de cien caballos de vapor ejercida continuamente durante dos años. El calor total emitido ahora por el sol del sistema solar cada segundo es suficiente para hervir toda el agua de todos los océanos de Urantia en tan sólo un segundo de tiempo.

      41:7.14 (464.1) Sólo los soles que funcionan en los canales directos de las corrientes principales de la energía universal pueden brillar por siempre. Dichos hornos solares arden indefinidamente, siendo capaces de reponer sus pérdidas materiales tomando energía de la fuerza espacial y de otras energías análogas circulantes. Pero las estrellas muy alejadas de estos canales principales de carga están destinadas a sufrir un agotamiento de energía —enfriarse gradualmente y finalmente apagarse.

      41:7.15 (464.2) Estos soles muertos o moribundos pueden ser rejuvenecidos por el impacto de un choque o pueden recargarse por ciertas no luminosas islas de energía del espacio o a través de la atracción de la gravedad, ‘roban’ a los soles o sistemas más pequeños cercanos. La mayoría de los soles muertos serán revivificados mediante estas u otras técnicas evolucionarias.

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