El Libro de Urantia. Urantia Foundation

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El Libro de Urantia - Urantia Foundation

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ultimatónica de la presión energética. Dichos soles que desaparecen se convierten de este modo en energía de la forma más rara, admirablemente adaptada a energizar a otros soles más favorablemente ubicados.

      41:8.1 (464.3) En aquellos soles que están dentro del circuito de los canales de energía espacial, se libera la energía solar mediante varias cadenas complejas de reacción nuclear, la más común de las cuales es la reacción de hidrógeno-carbono-helio. En esta metamorfosis el carbono actúa como catalizador de la energía, puesto que no sufre cambio alguno en este proceso de conversión de hidrógeno en helio. Bajo ciertas condiciones de alta temperatura, el hidrógeno penetra los núcleos del carbono. Puesto que el carbono no puede contener más de cuatro de estos protones, cuando se llega a este estado de saturación, comienza a emitir protones tan rápidamente como van llegando los nuevos. En esta reacción las partículas de hidrógeno entrante salen como átomos de helio.

      41:8.2 (464.4) La reducción del contenido de hidrógeno aumenta la luminosidad de un sol. En los soles destinados a apagarse, la cúspide de luminosidad se alcanza en el punto de agotamiento del hidrógeno. Después de este punto, el brillo se mantiene por el proceso resultante de contracción gravitacionaria. A la larga, esa estrella se volverá una así llamada estrella enana blanca, una esfera altamente condensada.

      41:8.3 (464.5) En grandes soles —pequeñas nebulosas circulares— cuando se agota el hidrógeno y sobreviene la contracción gravitacionaria, si dicho cuerpo no es suficientemente opaco como para retener la presión interna de apoyo para las regiones gaseosas exteriores, se produce un colapso repentino. Los cambios de gravedad eléctrica dan origen a vastas cantidades de pequeñas partículas sin potencial eléctrico, y tales partículas rápidamente escapan del interior solar, desencadenando así la desintegración de un sol gigantesco en unos pocos días. Fue una emigración de estas «partículas fugitivas» la que ocasionó la desintegración de la nova gigantesca en la nebulosa Andrómeda hace unos cincuenta años. Este vasto cuerpo estelar se desintegró en cuarenta minutos del tiempo de Urantia.

      41:8.4 (464.6) Como norma, la vasta expulsión de materia continúa existiendo alrededor del sol residual en enfriamiento en forma de extensas nubes de gases nebulares. Y esto explica el origen de muchos tipos de nebulosas irregulares, como la nebulosa Cáncer que se originó hace aproximadamente novecientos años, y que aún exhibe la esfera matriz como una estrella solitaria cerca del centro de esta masa nebular irregular.

      41:9.1 (465.1) Los soles más grandes mantienen un control de la gravedad tal sobre sus electrones que la luz escapa solamente con la ayuda de los poderosos rayos X. Estos rayos ayudantes penetran todo el espacio y se involucran en el mantenimiento de las asociaciones básicas ultimatónicas de energía. Las grandes pérdidas de energía en los primeros días de un sol, después de alcanzar su máxima temperatura, hasta 19.400.000 de grados (C), no se deben tanto al escape de luz como a las pérdidas de ultimatones. Estas energías ultimatónicas escapan hacia el espacio, para participar en la aventura de la asociación electrónica y la materialización de la energía, como una verdadera explosión de energía durante las épocas adolescentes de los soles.

      41:9.2 (465.2) Los átomos y los electrones están sujetos a la gravedad. Los ultimatones no están sujetos a la gravedad local, la interacción de la atracción material, pero son plenamente obedientes a la gravedad absoluta o la del Paraíso, a la tendencia, el giro, del círculo universal y eterno del universo de los universos. La energía ultimatónica no obedece a la atracción lineal o directa de la gravedad de las masas materiales cercanas o remotas, sino que siempre gira de acuerdo con el circuito de la gran elipse de la enorme creación.

      41:9.3 (465.3) Vuestro propio centro solar irradia anualmente casi cien mil millones de toneladas de materia real, mientras que los soles gigantescos, durante sus primeros años de crecimiento, los primeros mil millones de años pierden materia a un ritmo prodigioso. La vida de un sol se estabiliza cuando alcanza el máximo de la temperatura interna, y las energías subatómicas comienzan a ser liberadas. Es justamente en este punto crítico cuando los soles más grandes tienen pulsaciones convulsivas.

      41:9.4 (465.4) La estabilidad del sol es completamente dependiente del equilibrio entre la grave-dad y el calor —tremendas presiones contrabalanceadas por temperaturas inimaginables. La elasticidad del gas interior de los soles mantiene las capas superpuestas de materiales varios, y cuando la gravedad y el calor están en equilibrio, el peso de los materiales exteriores iguala exactamente la presión de la temperatura de los gases subyacentes e interiores. En muchas de las estrellas más jóvenes la condensación gravitacionaria continuada produce temperaturas internas en constante aumento y a medida que aumenta el calor interior, la presión interior de los rayos X de los vientos del supergás pasa a ser tan grande que, en conexión con el movimiento centrífugo, un sol comienza a arrojar sus capas exteriores hacia el espacio, compensando así la falta de equilibrio entre la gravedad y el calor.

      41:9.5 (465.5) Vuestro propio sol ha alcanzado desde hace mucho tiempo un equilibrio relativo entre sus ciclos de expansión y contracción, aquellas alteraciones que producen las gigantescas pulsaciones de muchas de las estrellas más jóvenes. Vuestro sol está ahora saliendo de su seis mil millonésimo año. En el momento presente está funcionando a través del período de economía más grande. Brillará con la eficiencia actual por más de veinticinco mil millones de años. Probablemente experimentará un período de declinación parcialmente eficiente que será tan largo como la combinación de los dos períodos, el de su juventud y el de su funcionamiento estabilizado.

      41:10.1 (465.6) Algunas de las estrellas variables, en el estado de máxima pulsación, o cerca del mismo, están a punto de dar origen a sistemas subsidiarios, muchos de los cuales serán finalmente como vuestro propio sol y sus planetas giratorios. Vuestro sol estaba en igual estado de pulsación vigorosa cuando se acercó el masivo sistema de Angona, y la superficie exterior del sol comenzó a expeler verdaderas corrientes —capas continuas— de materia. Esto prosiguió con una violencia constantemente en aumento hasta la aposición más cercana, momento en el cual se alcanzaron los límites de la cohesión solar y un vasto pináculo de materia, el ancestro del sistema solar, fue expulsado. En circunstancias similares la aproximación más cercana del cuerpo de atracción a veces despega planetas enteros, hasta un cuarto o un tercio de un sol. Estas grandes efusiones forman ciertos tipos peculiares de mundos con nubes, esferas muy parecidas a Júpiter y Saturno.

      41:10.2 (466.1) La mayoría de los sistemas solares, sin embargo, tuvieron un origen completamente diferente al vuestro, y esto se aplica también a aquellos que fueron producidos por la técnica de la gravedad mareomotriz. Pero cualquiera que sea la técnica que se aplique para la construcción de mundos, la gravedad siempre produce la creación del tipo de sistema solar, o sea un sol central o isla oscura con planetas, satélites, subsatélites y meteoros.

      41:10.3 (466.2) Las modalidades de origen, la situación astronómica y el medio ambiente físico determinan al mayor grado los aspectos físicos de los mundos individuales. La edad, el tamaño, la velocidad de las revoluciones y la velocidad a través del espacio son también factores determinantes. Tanto los mundos de contracción gaseosa como los de acrecentamiento sólido están caracterizados por montañas y, durante su vida primitiva, si no son demasiado pequeños, por agua y aire. Los mundos que se originan de las divisiones de cuerpos celestes en estado de derretimiento y los mundos que resultan de choques carecen a veces de extensas cadenas montañosas.

      41:10.4 (466.3) Durante las primeras épocas de todos estos nuevos mundos, son frecuentes los terremotos, y todos ellos se caracterizan por grandes alteraciones físicas. Esto ocurre

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