Cristianos en busca de humanidad. Paul Graas

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Cristianos en busca de humanidad - Paul Graas Patmos

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las virtudes que el hombre puede lograr a través de sus propias fuerzas. La casa representa las virtudes divinas. Una persona que lucha duro para integrar las virtudes humanas y que construye la casa de sus virtudes e ideales divinos junto con el Espíritu Santo es una persona capaz de oír y poner en la práctica la Palabra de Dios en su vida. No se dará por vencido cuando vengan contratiempos y dificultades. Tiene carácter. Sabrá continuar incluso cuando requiera mucho esfuerzo.

      El necio en esta parábola es la persona que tiene ideales, quizás incluso grandes ideales divinos, pero que no está dispuesta a trabajar duro. Dice que cree en Cristo y que la misericordia de Dios es infinita, pero ante la más mínima dificultad siente autocompasión y deja de luchar. Por ejemplo, si ha tenido un mal día, estará de mal humor y lo hace notar a todos los que están a su alrededor. El domingo en la iglesia canta con fervor, pero fuera de la iglesia es una persona tibia y mediocre y al primer revés se derrumba su esperanza, fe y amor.

      Cuando contemplamos la vida de Cristo, vemos que Él pasó la mayor parte de su vida viviendo una vida muy ordinaria y trabajadora; Una vida discreta y sencilla en Nazaret, junto con María y José. No me puedo imaginar que estuviera sentado en el sofá todo el día, haciendo las tareas domésticas para María con una varita mágica y haciendo mesas y sillas para José. ¡Trabajó duro! Aprendió pacientemente el oficio de carpintero para poder ayudar a su padre terrenal en su trabajo. Escuchaba atentamente los sabios consejos maternales de María para formar su carácter. De los treinta y tres años que pasó en la tierra, treinta discurrieron viviendo una vida oculta y trabajadora para mostrarnos a ti y a mí el camino a seguir. ¿Cómo crees si no que el Señor pudo caminar hasta la cruz? ¿Crees que los ángeles le protegieron de todos los problemas en sus últimos tres años en la tierra? ¿Crees que no sintió el dolor de los latigazos de la flagelación y los clavos de la crucifixión?

      Cristo construyó su casa divina sobre la roca de su vida diaria en Nazaret. Hizo de esa casa algo concreto y humano. Los milagros de fe, esperanza y amor se realizarán en tu vida si estás dispuesto a trabajar duro como Jesús, el hijo de María y José. Jesús, el hombre.

      [1] Martin Luther King, Discurso, Barratt Junior High School (Philadelphia, 26.10.1967) [traducción del autor].

      [2] Charles Dickens, David Copperfield (New York, 2008), cap. 42 [traducción del autor].

      [3] Mateo 7, 24-27.

      [4] C. S. Lewis, One Man Brains Trust (Middlesex, 18-4-1944), pregunta 11.

      3. PARA EL CRISTIANO DISPUESTO A CAER… Y A LEVANTARSE

      Creo que si Dios nos ha perdonado, nosotros también debemos perdonarnos a nosotros mismos. En el caso contrario, es como si nos juzgamos desde un tribunal superior al tribunal de Dios.

      MUCHOS CUENTOS, NOVELAS Y películas siguen una narrativa similar. Al principio se introduce el personaje principal y su vida. Sigue la historia y llega un momento en el que el personaje tiene un desafío. Todo parece ir bien, pero de repente se complica el asunto y hay una crisis o una confrontación. El personaje no logra superar las dificultades. Parece darse por vencido. Pero eventualmente (muchas veces con la ayuda de otros) decide afrontar las dificultades de nuevo y esta vez triunfa.

      Este patrón es muy reconocible, ya que es algo que nos ocurre a todos en la vida, tanto en las cosas pequeñas como en las grandes. Piensa por ejemplo en luchas cotidianas como levantarse cuando suena el despertador, estudiar para un examen, o seguir la dieta prevista. Y piensa también en luchas más grandes, como conseguir el trabajo de tus sueños o conquistar el corazón de la persona de la que uno está enamorado. Uno se propone algo, pone los medios, pero luego llegan dificultades y complicaciones. A veces no se consigue superarlas y uno se siente derrotado. Es en ese momento cuando viene la pregunta esencial: ¿Qué actitud adoptas ante esa situación? Este tipo de situaciones son muy buenas ocasiones para medir el carácter de una persona.

      En uno de los libros de fantasía del escritor estadounidense Brandon Sanderson, el personaje principal dice lo siguiente:

      Si no estamos dispuestos a levantarnos y a seguir luchando, nos será muy difícil crecer en carácter y alcanzar nuestros ideales. Las caídas son parte del camino que lleva a la felicidad.

      Una historia que te puede inspirar es la de Juan María Vianney, el cura de Ars. Nació en 1786 en Dardilly, un pequeño pueblo cerca de Lyon, en el seno de una familia pobre. Desde niño sintió que Dios le llamaba a ser sacerdote. Primero tuvo que convencer a su padre, ya que éste tenía otros planes para su hijo, a saber, pastor de ovejas. Cuando finalmente obtuvo permiso, ingresó en el seminario. Una vez ahí, el joven Juan María se enfrentó a otro desafío y es que no se le daba muy bien estudiar y menos en latín, mientras que todas las materias se enseñaban en ese idioma e incluso los exámenes se debían de tomar en latín.

      Fue expulsado del seminario porque no estaba a la altura académica exigida. Un sacerdote, el pastor Balley, que estaba convencido de la vocación sacerdotal del joven, intercedió y puso todos los medios para ayudar a Juan María. Finalmente, después de mucho esfuerzo y estudio, el joven pudo completar sus estudios y le permitieron ordenarse sacerdote.

      En el obispado no sabían bien qué hacer con este sacerdote ignorante y sin experiencia y le enviaron como párroco al pueblecito de Ars-sur-Formans, cerca de Lyon. Ars no contaba con más de 250 habitantes y la mayoría de ellos no tenían mucho interés por la iglesia sino más bien por el bar y las fiestas.

      Después de mucho trabajo, oración y sacrificio por parte del joven cura, la piedad empezó a crecer en el pueblo. El sacerdote empezó a adquirir fama. Multitud de personas viajaban a Ars para confesarse con este sacerdote ‘ignorante’ y para pedirle consejo. Venían de todos los rincones de Francia e incluso desde el extranjero. El cura de Ars cambió muchas vidas. Juan María Vianney fue canonizado por Pío XI en 1925 y Benedicto XVI le proclamó patrón de los sacerdotes en 2009.

      La historia del cura de Ars puede inspirarnos en nuestro camino hacia los ideales que queremos lograr. Si Juan María se hubiera rendido cuando su padre se resistió a su decisión de hacerse sacerdote, no habría logrado los ideales que tenía grabado en su corazón. Lo mismo habría sucedido si se hubiera rendido cuando fracasó por primera vez en sus estudios en el seminario. Y también si se hubiera desanimado haciendo su trabajo pastoral en el pueblo de Ars.

      Este libro no está escrito para personas

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