Economía española y del País Valenciano. Autores Varios
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LLUCH, E. (1976): La via valenciana, Valencia, Eliseu Climent ed. Hay una tercera edición (ed. Afers, 2003), con introducción y epílogo de Vicent Soler.
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— (2004): «Introducció» en «València, un país també en una cruïlla económica», Serra d’Or, 533.
* Agradezco las sugerencias del profesor Cristóbal Andrés. En la redacción de las prácticas de este tema han participado los profesores José Honrubia, Salvador Gil Pareja y Andrés J. Picazo.
1. A diferencia de lo que pensaban los ludistas, obreros que destruían máquinas en el siglo XIX, el uso de más capital por unidad de trabajo (la intensificación de la capitalización) se ha considerado compatible con el mantenimiento de las proporciones que representan las retribuciones a los factores en la distribución de una renta creciente, hecho que indica que los trabajadores participan de las mejoras conseguidas por el aumento de los salarios reales y también por la generación de trabajo en actividades nuevas (Pérez, 2007: 30).
2. Recordemos que este tipo de indicadores son cocientes y que, por lo tanto, su evolución comparativa depende tanto del numerador (aproximación a la producción económica agregada) como del denominador (población).
3. La apertura al exterior se hace poco a poco pero de modo ininterrumpido hasta nuestros días. Tiene algunas fechas significativas: 1963, entrada en el GATT; 1970, Acuerdo de Preferencias Arancelarias con la CEE (como sucedáneo de la negativa de Bruselas a la demanda de adhesión de España a la CEE puesto que no disponía de credenciales democráticas); 1985, la deseada firma del acuerdo de adhesión a la Comunidad Europea (que se había ampliado previamente con Dinamarca, Irlanda, Gran Bretaña y Grecia y que se hace simultáneamente con Portugal); 1989, entrada al Sistema Monetario Europeo (antesala de la unión monetaria); 1993, acuerdos de Marruecos de la Ronda Uruguay de GATT (ahora OMC) y Mercado Único Europeo (y ampliación de la UE con Suecia, Austria y Finlandia); 1999, Unión Monetaria y creación del euro; 1 de mayo de 2004, nueva ampliación de la UE hacia el este con 10 países más; y 2007, otra ampliación con Rumanía y Bulgaria.
4. En este contexto, hay que añadir la ordenación de aspectos o sectores económicos básicos, como la fijación de la paridad de la peseta con el dólar, según las instrucciones del FMI, la nueva normativa del sector bancario que se desprende de la Ley de bases de ordenación bancaria de 1962 o una cierta planificación indicativa, con los planes de desarrollo de los años sesenta y principios de los setenta, de pobres resultados.
5. Aun así, en esta época se ponen en funcionamiento dos de las multinacionales más significativas en territorio valenciano: la Ford y la IBM (esta última abandonó a principios de los noventa la factoría de la Pobla de Vallbona, dejándola en manos de una empresa proveedora de materiales informáticos, la MSL y, posteriormente, vendida a la canadiensa Celestica que dedica la factoría valenciana a la fabricación de circuitos eléctricos y productos para los sectores aeroespacial, médico, industrial y de la automoción). Las dos, junto con alguna que llegó posteriormente, como Alsthom –que adquirió la empresa de material ferroviario Macosa y que ha sido vendida finalmente a la alemana Vossloh–, contribuyeron no sólo a ampliar nuestra capacidad productiva, sino también a mejorar la cultura de la calidad de muchas de las pymes (pequeñas y medianas empresas) valencianas proveedoras suyas que, posteriormente, conseguirían ganar nuevos clientes y nuevos mercados.
6. Es especialmente interesante hacer patente que la práctica de políticas económicas propias para el conjunto de un país como el valenciano ha resultado un factor muy importante en la vertebración de la sociedad valenciana. El tejido empresarial valenciano tendrá por primera vez un interlocutor público que pueda responder con precisión a sus demandas además de un marco de relaciones sociales y políticas unitario.
7. Normalmente se entrecruzan factores de oferta y factores de demanda en la explicación del ciclo. Además, hay que saber que las políticas públicas para corregir estos desequilibrios pueden contribuir también a las fluctuaciones. En todo caso, se debe distinguir entre el PIB potencial o de equilibrio, es decir, el que se habría obtenido utilizando la capacidad productiva instalada y ocupando a todos los trabajadores disponibles, y el PIB real, el que resulta de los desequilibrios nombrados anteriormente (Myro, 2007: 64).
8. A causa de que, por su propia naturaleza, muchas de las actividades terciarias no pueden incorporar progreso tecnológico al proceso productivo y, por lo tanto, no pueden aumentar la productividad. Además, es el sector en el que se da una competencia más imperfecta.
9. La tabla input-output de la Comunidad Valenciana de 1990 y la de 1995 (MIOCV-95) –esta última elaborada con nuestra nueva metodología armonizada de la UE, la SEC-95– confirman lo apuntado en las tablas anteriores, la TIOCV-80 y la TIOCV-90, sobre la baja articulación del sistema económico valenciano, su poca vertebración, especialmente en cuanto a la actividad industrial en la que muchos inputs son de procedencia exterior, al mismo tiempo que la producción tiene una clara orientación hacia la demanda final. Si bien hay que añadir que mientras el saldo de flujos comerciales con el resto de España es negativo, este saldo con el resto del mundo es bastante positivo, especialmente con el