Economía española y del País Valenciano. Autores Varios
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El énfasis al competir vía precios –aprovechando, como se explicará en el epígrafe siguiente, la ventaja competitiva de bajos CLU– ha hecho que las empresas hayan intentado externalizar de manera sistemática los costes medioambientales (véase lo explicado en el capítulo 4) y también que se haya recurrido demasiado a menudo a la economía sumergida.
Esta estrategia competitiva ha llevado a que se cultivara en rara ocasión la diferenciación del producto, tanto la vertical –de calidades– como la horizontal –de variedades– y, más raramente aún, las redes comerciales propias y, por lo tanto, las técnicas de marketing y de comercialización. De hecho, las ferias monográficas que fue creando la Feria de Muestras de Valencia –y más tarde, la Institución Ferial Alicantina– solucionaban en buena parte los contactos imprescindibles entre productores y clientes.
Asimismo, en general, se constata que la gestión empresarial ha tenido y tiene aún una dependencia elevada de la financiación externa, básicamente del crédito a corto plazo incluso para operaciones de financiación de inversiones, según se observa en el capítulo 11. Por lo tanto, se trata de un tejido empresarial muy vulnerable a los avatares del sistema financiero.
Una gestión empresarial, por otro lado, que refleja falta de bagaje formativo. Los empresarios, sobre todo los de primera generación, tenían dificultades para entender toda la complejidad del mercado, particularmente en períodos de vacas flacas, ya que eran –y son– responsables de pequeñas empresas que toman los precios del mercado sin más y están sometidas, por lo tanto, a todo tipo de avatares.
Además, la economía valenciana está menos vertebrada que la española, en el sentido de que tiene menos relaciones interempresariales e intersectoriales porque hay poca producción relativa de bienes intermedios o semitransformados. La razón no es sólo que se producen bienes y servicios finales, principalmente de consumo, sino también que se utilizan muchas materias primas de procedencia exterior. Todo eso lo vimos ya en la tabla input-output de la economía valenciana de 1980 (TIOCV-80), elaborada por Prevasa, y también las posteriores de 1990 y 2000, elaboradas por el Instituto Valenciano de Estadística.9
En cuanto a las relaciones exteriores, podemos decir que la economía valenciana está significativamente más integrada en Europa que la española a pesar del aumento relativo de ésta en cuanto a las relaciones con el resto de socios de la UE en los últimos años. De hecho, la economía valenciana es, comparativamente, la economía más exportadora de mercancías de España. El grueso de su exportación va a la UE, alrededor del 70%, pero también es de Europa de donde viene la mayor parte de las importaciones, más del 63%, tal y como se señala en el capítulo 13. El turismo internacional –según las pautas que se explican en el capítulo 10– también es básicamente europeo tanto en el caso español como en el valenciano.
1.4 La estrategia competitiva tradicional
Como acabamos de subrayar, el exitoso modelo de crecimiento económico del último casi medio siglo se ha basado fundamentalmente en una estrategia competitiva empresarial centrada en los precios bajos. Una estrategia posible, fundamentalmente, en la medida en que los costes unitarios de producción (CUP), los costes de lo que se producía, eran relativamente bajos. La consecución de estos bajos CUP la propiciaban unos costes laborales unitarios (CLU) más bajos que los de sus competidores del entorno europeo.
Hay que recordar que los CLU dependen de los costes laborales (w)10 pero también de la productividad (y). Es decir:
Lógicamente, esta ventaja competitiva era mayor en las actividades productivas intensivas en la utilización del factor trabajo (L), en relación con el factor capital (K). Dicho en términos ecuacionales: si tomamos una función de producción, como la Cobb Douglas Y = Aka Lß, se trataría de aquellas actividades productivas donde el exponente ß sea mayor que a, teniendo en cuenta que a + ß = 1. Tanto la economía española como, sobre todo, la valenciana tenían una importante especialización en actividades productivas de este tipo.
Tenemos informatión para el período 1997-2005, período en el que, según la tabla 1.3 y el gráfico 1.6, se hace bien patente que las diferencias en salarios (w) de la economía española respecto a los de la UE-15 son mayores que en términos de productividad (y), lo cual hacía, como acabamos de mencionar, que los CLU españoles fueran más bajos que los europeos.
TABLA 1.3
Comparación magnitudes laborales entre España y la UE-15 (UE-15 = 100)
Fuente: INE y Eurostat.
GRÁFICO 1.6
Costes laborales, productividad y CLU de España frente a UE-15 (por kora, UE-15 = 100) (1995-2005)
Fuente: INE y Eurostat.
Todo ello ha tenido, como decíamos, unas aristas más agudas en el caso valenciano, ya que tanto los salarios (w) como los niveles de productividad (y) tradicionalmente han sido aún más bajos que los correspondientes españoles. Como ya pasaba en la relación España-UE-15, ahora observamos también que el diferencial salarial (coste laboral nominal por trabajador) era más grande que el diferencial de productividad y, por lo tanto, el resultado es que los costes laborales unitarios (CLU) en el País Valenciano eran menores que los medios españoles, tal y como indica el gráfico 1.7:
GRÁFICO 1.7
Coste laboral unitario en la economía valenciana (España = 100) (1995-2007)
Fuente: INE y elaboración de Cristóbal Andrés.
Todo ello ha permitido a la empresa valenciana tener una estrategia competitiva similar a la española –competir vía precios– pero de manera más intensa. Ha influido, lógicamente, que la especialización sectorial valenciana en actividades productivas intensivas en trabajo es aún mayor que en el caso español.
Un trabajo barato sólo es posible si el trabajo es abundante. Durante decenios, eso ha sido posible por los excedentes laborales agrarios (a veces, practicando la agricultura a tiempo parcial) y por los abundantes flujos migratorios. Esta movilidad poblacional –junto con la consolidación de un modelo turístico de masas, extrahotelero– ha puesto al sector de la construcción muchas veces en un papel ciertamente protagonista.
El dinamismo demográfico se