Esperanza sin límites. J. I. Packer
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Primero, el corazón de la esperanza cristiana, tanto aquí como en el más allá, es la comunión amorosa del pecador salvo con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, al adorar, obedecer y usar actividades para agradar a la divina trilogía a través de su servicio. Esa es la realidad esencial y eterna de la vida espiritual; de esto es lo que fundamentalmente consiste el cielo; y si soy un cristiano de verdad, mi vida actual ya comienza a consistir en esto. Aquí en el presente, la vida espiritual produce gozo, además de un sentido de paz y cumplimiento que no viene de ninguna otra fuente, y la perspectiva es que continuará así para siempre. Esto quiere decir que cada momento en el cielo será verdad el decir, junto con Robert Browning, “lo mejor está por venir,” así como cada creyente puede decir lo mismo cada momento aquí en la tierra. Sería pecadoramente tonto ser despectivo o estar ofendido por una perspectiva tan maravillosa.
Segundo, nuestro mundo ignorante, materialista, post-cristiano en realidad está haciendo desfilar su necedad pecaminosa al burlarse de la esperanza del cielo, y sería pecaminosamente tonto para un cristiano estar de acuerdo con el mundo en estos momentos. Vale la pena mencionar algunas de las declaraciones que escribió C.S. Lewis, y que yo leí, hace más de medio siglo:
La esperanza es una de las virtudes teológicas. Esto quiere decir que la continua anticipación anhelante del mundo eterno no es (como alguna gente moderna piensa) una forma de escapismo o de pensamiento deseoso, sino una de las cosas a que el cristiano ha sido llamado a hacer.
No hay necesidad de preocuparse de gente chistosa que trata de ridiculizar la esperanza cristiana del “cielo” al decir que ellos no quieren “pasar la eternidad tocando el arpa. ” La respuesta para esta clase de gente es que si no pueden entender los libros escritos para adultos, entonces que no hablen de ellos. Todas las representaciones que usan las Escrituras (arpas, coronas, oro, etc.) son, por supuesto, un mero intento simbólico de expresar lo inexpresable. Los instrumentos musicales son mencionados debido a que para mucha gente (no toda), la música es lo que más se aproxima a la idea de éxtasis e infinito en esta vida. Las coronas son mencionadas para sugerir el hecho de que aquellos que están unidos a Dios en la eternidad comparten su esplendor, su poder y su gozo. El oro es mencionado para sugerir la eternidad del cielo (el oro no se oxida) y lo precioso que es. La gente que toma estos símbolos literalmente quizás creen que cuando Cristo dijo que debemos ser como palomas, él quiso decir que tenemos que poner huevos. (Mere Christianity [Londres: Fontana, 1955], pags. 116,119)
Tercero, nuestro Dios gentil ha puesto su reputación en lo que él nos ha dicho acerca de la vida futura, a través de Cristo, de los apóstoles y de la Biblia entera, y en las promesas acerca del futuro que él ha dado a todos los creyentes (las muletas en la alegoría de Bunyan sin las cuales el Señor Listo para Parar no podía caminar). Aquellas promesas tienen al cielo constantemente a la vista. Sería pecaminosamente tonto y ofensivo a Dios el rehusar creer en esta enseñanza y en estas promesas cuando aceptamos otras cosas que Cristo, los apóstoles y la Biblia nos enseñan como verdades divinas. ¿Podemos justificar alguna vez el no apropiarse de lo que dice la Palabra de Dios acerca de todo? ¿Podemos justificar en este mismo momento el no creer en las propias promesas de Dios acerca del futuro? No, por supuesto que no. La arrogancia de no creer lo que Dios había declarado claramente fue el pecado del huerto del Edén; tal incredulidad fue injustificable en ese entonces, y sería igualmente injustificable ahora.
Un efecto notorio de la depresión es la pérdida del poder para creer que cualquier cosa buena le espera a uno, y una de las causas de la depresión es el sentir que usted es un inadaptado o un extraño o un fracasado. La depresión espiritual ocurre cuando dichos sentimientos devoran su confianza en el vasto, incalculable, ilimitado, y libre amor de su Dios. Yo sospecho que usted sabe algo acerca de estos sentimientos; muchos cristianos del occidente, quizás incluso la mayoría, pasa la vida en un estado de depresión espiritual no diagnosticada porque estos sentimientos los dominan regularmente. Pero la respuesta final a todos los sentimientos de inferioridad es recordarse a sí mismo que su Dios ama, redime, perdona, restaura, protege, sostiene y usa a los inadaptados, extraños, y fracasados no menos que a la gente bella de la clase que cruza su camino y que usted ha deseado ser. Usted verá esto en los estudios bíblicos que siguen, los cuales Carolyn y yo le ofrecimos a Dios y a usted, orando para que Dios los use para convertir a muchos en los esperanzados felices a que todos los cristianos hemos sido llamados a ser.
1
ESPERAR CUANDO MI FORTALEZA TRAE CONSIGO DEBILIDAD
Sansón
JUECES 14 – 16
NADIE, SIN DUDA, PUEDE LEER LA HISTORIA DE SANSON SIN dejar de pensar, Esto es una tragedia. Tragedia es un desperdicio de algo bueno, un despilfarro de potencial, y Jueces 14 – 16 es una trágica historia de cómo muchas cosas buenas se desperdiciaron por la manera en que Sansón se dejó actuar como un tonto.
Sin embargo, Sansón es un héroe de la fe. Lo sabemos porque en el capítulo once de Hebreos él es nombrado específicamente: “¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas” (Heb. 11:32). El autor de Hebreos prosigue a decir que estos fueron hombres que “por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros” (vers. 33-34). “Sacaron fuerzas de debilidad” -fuerzas, esto es, para un servicio que de otra manera no hubieran podido ofrecer. Esa es parte de la historia de Sansón – así como también es parte de la historia de mucha más gente imperfecta de Dios.
Así que Sansón fue un héroe de la fe. De hecho, un tema central de la historia de Sansón es que Dios lo había elegido para servir como un salvador. Cuando el ángel del Señor anunció el nacimiento de Sansón a su madre, el ángel dijo que su hijo sería “apartado para Dios desde su nacimiento,” y que “él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos” (Jue. 13:5). Y así fue. Leemos que él dirigió y gobernó a Israel como su juez durante veinte años, y es evidente que sus obras debilitaron el control palestino sobre el pueblo de Dios.
La historia de la vida de Sansón, como lo narra el autor de Jueces, sin embargo, es muy parecida al tipo de cosas que se leen en los libros de suspenso: mujeres y peleas de principio a fin. Sansón fue sin lugar a dudas una persona al estilo Rambo, pero él no tiene toda la culpa de ello. El libro de Jueces nos cuenta que la gente que vivió en una sociedad permisiva, y una cultura permisiva conduce naturalmente a un comportamiento irresponsable y sin dirección. Hoy en día lo sabemos por experiencia propia. “La sociedad permisiva” es una descripción que se aplica directamente a la Norte América moderna. Nosotros los occidentales vivimos en días post-cristianos, y así como en la época