Paso a la juventud. Sandra Souto Kustrín
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58 Renovación, 30/4/1931, p. 1.
59 Renovación, 31/7/1931, p. 2 y 20/11/1931, p. 3. Mariano Rojo, presidente de la FJS, fue diputado por la circunscripción de la provincia de Madrid. En total, había 9 diputados menores de 31 años en las filas socialistas (Aurelio Martín Nájera, El grupo parlamentario socialista en la Segunda República: Estructura y funcionamiento, Madrid, Fundación Pablo Iglesias-Editorial Pablo Iglesias, 2000, 2 vol., vol. 1, p. 161 y cuadro de pp. 237-238). El máximo número de diputados que había tenido el PSOE antes de la Segunda República habían sido los siete obtenidos en las elecciones de 1923 (p. 91).
60 Renovación, 10/5/1931, p. 3; y 10/10/1931, p. 1.
61 La FJS criticó también al PSOE y a la UGT por no haberla informado del movimiento revolucionario de diciembre de 1930, protesta que expresaron en la reunión conjunta que celebraron los comités nacionales el 3 de febrero de 1931 y que repitieron en el congreso que el PSOE celebró en 1932 (Federación de Juventudes Socialistas de España, IV Congreso Nacional…, op. cit., pp. 15 y 16; Federación de Juventudes Socialistas de España, Memoria del V Congreso, op. cit., pp. 33 y 35).
62 Federación de Juventudes Socialistas de España, IV Congreso Nacional…, op. cit., p. 9; Renovación, 10/5/1931, p. 4; y 20/11/1931, p. 3.
63 Renovación, 10/5/1931, p. 4; 20/11/1931, p. 1; 24/9/1932, pp. 1 y 3. La misma idea había planteado ya Sócrates Gómez, 10/10/1931, p. 3.
64 Véase, por ejemplo, Renovación, 20/9/1931, p. 2, José Castro, «Colaboración ministerial»; y p. 3, Mariano Rojo, «Necesidad imperiosa: el congreso del Partido», y 30/9/1931, p. 2, Felipe García, “Nuestra colaboración en el gobierno”. Federación de Juventudes Socialistas de España, Resoluciones del IV congreso, op. cit., pp. 29-30. Se insistió en la posición adoptada en el congreso en Renovación, 17/9/1932, p. 1 y 24/9/1932, p. 1 y la ejecutiva publicó una nota con estas mismas ideas en agosto de 1933 (Federación de Juventudes Socialistas de España, Memoria del V Congreso, op. cit., p. 25).
65 Federación de Juventudes Socialistas de España, Memoria del V Congreso, op. cit., pp. 33-35. Los delegados al congreso fueron Felipe García, Carlos Hernández, Ovidio Salcedo y Mariano Rojo. Manuel Contreras, El PSOE en la II República: Organización e ideología, Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), 1981, p. 165. El representante de la FJS en el Comité Nacional del PSOE fue José Castro y el suplente, Mariano Rojo (Memoria del V Congreso, op. cit, p. 41).
66 Federación de Juventudes Socialistas de España, Memoria del V Congreso, op. cit., p. 46. Sobre la participación en las agrupaciones, p. 19; CDMH, PS Bilbao 76, expte. 7, ff. 4-26, Documentación del Primer Congreso de la Federación Provincial de Juventudes Socialistas de Vizcaya, ff. 7-8.
67 Renovación, 14/1/1933, p. 1, Carlos Hernández, «¿Qué hacen las juventudes?»; y 21/1/1933, p. 1, Mariano Rojo, «Labor fácil. No es hora de criticar».
68 El 10/7/1931, p. 1, Renovación llamó al proyecto de Constitución «engendro reaccionario». Se criticó también la lentitud de las reformas (10/10/1931, p. 1) y que no se disolviese, o al menos reformase, la guardia civil (20/7/1931, p. 1).
69 Renovación, 10/10/1931, p. 1; 20/7/1931, p. 2; 23/4/1932, p. 4; 3/6/1933, p. 3; y 15/7/1933, p. 1.
70 CDMH, PS Alicante 33, expte. 1, doc. 2, 14 pp., Informe para el II Congreso Provincial, ff. 5-6. La carta de la ejecutiva nacional está fechada el 24 de julio de 1933 y reproducida en f. 6.
71 Federación de Juventudes Socialistas de España, Resoluciones del IV congreso, op. cit., pp. 17, 32 y 40. Los principales cargos de la ejecutiva elegida en este congreso estaban ocupados por José Castro, como presidente; Felipe García, como vicepresidente; Mariano Rojo como secretario tesorero; Juan Simeón Vidarte, como vicesecretario; y Santiago Carrillo como secretario de actas.
72 Federación de Juventudes Socialistas de España, Resoluciones del IV Congreso, op. cit., sobre el nacionalismo, ver pp. 31-32; sobre cultura e higiene, pp. 32-42, la cita, en p. 42. Ya en el debate sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña, la FJS había defendido mantener la enseñanza íntegramente en castellano, justificándolo por el papel de éste como «vehículo de cultura» dado el gran número de personas que lo hablaban, y porque las juventudes socialistas querían «hacer desaparecer estas murallas morales que se levantan entre los hombres para crear luchas fraticidas» (Renovación, 31/12/1931, p. 1).
73 Federación de Juventudes Socialistas de España, Resoluciones del IV congreso, op. cit., pp. 18-19 y 20-22. Federación de Juventudes Socialistas de España, Memoria del V Congreso, op. cit., p. 22.
74 Ley de 8 de abril de 1932, Asociaciones Profesionales Patronales y Obreras, en Antonio Martín Valverde et alii, La legislación social en la Historia de España. De la revolución liberal a 1936, Madrid, Congreso de los Diputados, 1987, pp. 736-741, pp. 736 y 739.
75 Federación de Juventudes Socialistas de España, Memoria del V Congreso, op. cit., pp. 14 y 23-25.
76 Federación de Juventudes Socialistas de España, Resoluciones del IV Congreso, pp. 31-32; y Memoria del V Congreso, op. cit., pp. 19 y 52-63. El comunicado, rechazado por 18 votos contra 8, se reproduce en pp. 61-63. Renovación, 9/9/1933, pp. 1-2, «Reunión del Comité Ejecutivo de la Internacional Juvenil Socialista», decía que era la primera vez desde la escisión comunista de 1921 que la FJS había estado representada en una reunión de la Internacional Juvenil.
77 Los datos, procedentes de la UJCE, se conservan en APCE, film VI (97), informe sobre su situación orgánica. Se pueden ver también en Rafael Cruz, «La organización del PCE (1920-1934)», Estudios de Historia Social, n° 31 (octubre-diciembre 1984), pp. 223-312, p. 297.
78 El PCE en sus inicios se limitó a intentar la reconstrucción de la CNT, y a crear grupos de OSR dentro de ésta y de la UGT. La CGTU sólo se conformó donde los comunistas tenían peso suficiente para organizar un sindicato, permaneciendo otros grupos, como OSR, en los sindicatos respectivos de la UGT o de la CNT (Rafael Cruz, «La organización del PCE…», op. cit., p. 271; y El Partido Comunista de España en la II República, Madrid, Alianza, 1987,pp. 297-298).
79 La juventud obrera y campesina a la conquista de sus reivindicaciones. Programa de lucha de los jóvenes sindicados ante la conferencia nacional de unidad sindical, Barcelona, Ediciones Frente Único, 1932 (enero), el origen del programa, en pp. 14-15, las reivindicaciones, en pp. 7-10. Incluía algunas propuestas específicas para los jóvenes campesinos.
80 Esta petición muestra uno de los problemas que tuvo la aplicación de la legislación social –tanto laboral como educativa– a la infancia y la adolescencia obrera, que está, por ejemplo, muy bien documentada para el caso británico: en muchos casos, las familias obreras no se podían permitir prescindir del sueldo que obtenían niños y jóvenes (Stephen Humphries, Hooligans or Rebels? An Oral History of Working- Class Childhood and Youth, 1889-1939, Oxford, Basil Blackwell, 1981, pp. 57 y ss.).