Más allá de las palabras. AAVV
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Más allá de las palabras - AAVV страница 6
AVILÉS, Jaime: «El otro homenaje a don Joaquín», El Financiero, 25 de noviembre de 1992, p. 58.
DÍEZ-CANEDO, Enrique: Letras de América. Estudios sobre las literaturas continentales, México, El Colegio de México, 1944.
— Unidad y diversidad de las letras hispánicas. Discurso leído por el autor en el acto de su recepción académica el día 1 de diciembre de 1935. Contestación de Tomás Navarro Tomás, Madrid, Tipografía de Archivos, 1935.
DÍEZ-CANEDO FLORES, Aurora: Enrique Díez-Canedo/Alfonso Reyes. Correspondencia 1915-1943, México, Fondo Editorial de Nuevo León/Universidad Nacional Autónoma de México, 2012.
— «Joaquín Mortiz. Un canon para la literatura mexicana del siglo XX», en Natalia Corbellini (ed.): Diálogos trasatlánticos. Memoria del II Congreso Internacional de Literatura y Cultura Españolas Contemporáneas, 3-5 de octubre de 2011, vol. I, Mercado editorial, disponible en línea: <http//congresoespanyola.fahce.unlp.edu.ar>.
JIMÉNEZ LEÓN, Marcelino: La obra crítica de Enrique Díez-Canedo, Mérida, Editora Regional de Extremadura, 2011.
Joaquín Mortiz. Catálogo general 1981, México, Joaquín Mortiz, 1981.
LEÑERO, Vicente: «Un recuerdo personal de Joaquín Díez-Canedo», Proceso n.º 1183, 4 de julio de 1994, pp. 50-54.
MARTÍNEZ, José Luis: «Recuerdo de Enrique Díez-Canedo», ms. cit. en Aurora Díez-Canedo: «Joaquín Mortiz: Catálogo general 1981», en Armida González de la Vara y Álvaro Matute (coords.): El exilio español y el mundo de los libros, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 2002, pp. 231-242.
MORENO VILLA, José: «Amigos remeros en el espacio», Suplemento México en la Cultura del periódico Novedades, 22 de abril de 1951, p. 5.
NÚÑEZ, César: «Más allá de la política: España y los españoles en la revista Taller (1938-1941)», Literatura Mexicana, XXIII, 2, 2012, pp. 63-93.
PACHECO, José Emilio: «Joaquín Díez-Canedo (1917-1999)», Proceso n.º 1183, 4 de julio de 1999, pp. 50-54.
SALINAS, Jaime: «De cómo no fui el primer editor», El Semanal, 17 de octubre de 1999, p. 28.
SEMPRÚN, Jorge: El largo viaje, Barcelona, Seix Barral, 1965.
— La escritura o la vida, Barcelona, Tusquets, 2002.
VALENDER, James y Paloma ULACIA: «Rte: Joaquín Mortiz (entrevista con Joaquín Díez-Canedo)», en Joaquín Díez-Canedo Flores (ed.): Rte: Joaquín Mortiz, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 1994, pp. 63-95.
VARGAS, Hugo: «Ser editor: disgustos y alegrías. Entrevista a Joaquín Díez-Canedo», Quimera, 116, 1993, pp. 55-59.
VÉLEZ, Palmira: «Tierra Firme o el americanismo comprometido (1935-1936)», en La historiografía americanista en España. 1755-1936, Madrid, Iberoamericana Vervuert, 2007.
1.Aurora Díez-Canedo: «Joaquín Mortiz. Un canon para la literatura mexicana del siglo XX», en Natalia Corbellini (ed.): Diálogos trasatlánticos. Memoria del II Congreso Internacional de Literatura y Cultura Españolas Contemporáneas, 3-5 de octubre de 2011, vol. IV, Mercado Editorial, disponible en línea: <http//congresoespanyola.fahce.unlp.edu.ar>.
2.Joaquín Díez-Canedo en la entrevista realizada por Hugo Vargas en 1993. Respuesta a: «Parece que las editoriales pequeñas están condenadas a ser absorbidas por los grandes grupos editoriales».
3.El consejo directivo lo formaban: Américo Castro, Enrique Díez-Canedo, Genaro Estrada (mexicano), Fernando Ortiz (cubano), Alfonso Reyes y Ricardo Rojas (argentino).
4.Véase el artículo de César Núñez: «Más allá de la política: España y los españoles en la revista Taller (1938-1941)», Literatura Mexicana XXIII.2, 2012, pp. 63-93.
5.Carta de Rafael Dieste a Jan Lechner, 3 de abril de 1970, citada por César Núñez (2012).
6.Bajo el cuidado editorial de Daniel Cosío Villegas.
7.Copia de las actas de la editorial Joaquín Mortiz, 1966. Archivo particular de Joaquín Díez-Canedo (s/f). En este mismo año, Abel Quezada adquirirá las acciones de Vicente Polo.
8.Juan Goytisolo: La resaca, México, Joaquín Mortiz (Biblioteca Paralela). Ficha del Catálogo general 1981: «Publicada en París en 1958, esta es una de las obras menos conocidas de Juan Goytisolo y un antecedente inmediato de su novelística posterior, en donde ya se apuntan elementos de su visión dramática e irónica con que se propone desmitificar distintas ilusiones de la realidad española, e intenta llenar los vacíos estéticos de la novela española anterior a los sesentas» (1981: 52).
9.Actualmente, la edición de El tambor de hojalata en la colección Punto de Lectura del Grupo editorial Santillana conserva la traducción de Carlos Gerhardt.
10.En el taller de otro exiliado, Elicio Muñoz, de editorial Galache.
11.Es una de las tres estrategias de acumulación de capital simbólico que Anderson identifica en su estudio: la de afiliación de escritores reconocidos y exitosos, la de visibilidad mediante la construcción de un catálogo con varias colecciones y la de distinción, que incorpora a escritores en la evaluación confidencial y cuidadosa de los manuscritos. (Traducción de la autora.)
EL GRADO CERO DE LA EDICIÓN
Escribir, publicar y leer en la Cuba del Periodo Especial
Michaëla Grevin MCF, Universidad de Angers
A principios de los años noventa, con el decreto del Periodo Especial, Cuba tiene que hacer frente a una crisis sin precedentes que pone en tela de juicio, por primera vez en su historia, las propias bases de la Revolución. Esta afecta a todos los sectores de la economía y, en particular, a la industria editorial, que, después de su apogeo en los años ochenta, se queda literalmente paralizada: el papel, tradicionalmente importado de la Unión Soviética, escasea dramáticamente. Los periódicos y las revistas de la isla casi ya no circulan; algunos incluso desaparecen: muchas revistas culturales, así como la mayoría de los periódicos de provincias que incluían interesantes suplementos culturales, dejan de publicarse. Al mismo tiempo, las editoriales cubanas reducen drásticamente sus tiradas y la mayoría rechaza ya nuevos títulos. Como bien lo resumió el escritor cubano Arturo Arango, «las editoriales, de repente, resultaron entidades muy parecidas al mítico astillero de la novela de Juan Carlos Onetti» (Arango, 2002: 84). Para tomar un ejemplo, la editorial José Martí, dedicada a publicar los textos políticos y a divulgar las obras de Martí, publicaba en 1989 entre 120 y 130 títulos; esta cifra se reduce a 20 en 1992 (Barthélemy, 2001: 18-19).
En estas condiciones, lograr hacerse publicar en Cuba es casi imposible. Sin embargo, esta caída brutal de las publicaciones no frenó la escritura, al contrario. No olvidemos que la joven generación de escritores cubanos llamada comúnmente los Novísimos se dio a conocer cuando, precisamente, el papel desaparecía. Algunos encontraron incluso soluciones