El silencio es la música del alma. Manuel José Fernández Márquez
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Señor, silénciame…
Señor, dame a gustar el silencio.
Señor, que escuche tu silencio.
Señor, que tu silencio hable a mi corazón,
que tu silencio silencie mi alma,
que tu silencio llene mi alma de ti.
Señor, que tu presencia silenciosa
me enamore
y me disuelva en ti.
Señor, silénciame…
13. Pensamientos del viento 2
A veces, las palabras oscurecen
y las explicaciones revuelven.
El silencio serena y libera siempre.
Las discusiones alteran y distancian,
El silencio siempre sosiega y unifica.
Permanece atento...
y escucha más allá de lo que oyes,
percibe más allá de lo que ves,
siente más allá de lo que tocas...
Permanece atento y...
escucharás lo que no se oye,
percibirás lo que no se ve,
sentirás lo que no se toca,
intuirás el misterio esencial de toda criatura...
14. El silencio y el despertar interior
Cuando el silencio habla,
la vida se transforma…
Cuando el silencio
no es evasión ni huída,
no es alejarme de nada ni cerrar mis ojos,
no es taparme los oídos,
no es esconderme de los sonidos…,
sino apertura de mi mente silenciosa
y de mi atención amorosa,
la vida se transforma…
Cuando el silencio
no es evasión ni huída,
cuando el silencio es silencio
de mi mente, de mi cuerpo y de mi corazón,
la vida se transforma…
Cuando el silencio
es silencio de verdad,
cuando el silencio
es silencio mío y de todo mi ser,
cuando el silencio
es liberación de ruidos de mi cuerpo
de mi mente y de mi corazón,
cuando el silencio
es silencio que despeja mi mente
y despierta mi atención consciente,
cuando el silencio es silencio de verdad,
la vida se transforma…
Cuando el silencio es silencio
de mi mente, de mi cuerpo y de mi corazón,
se esponja mi alma,
se aquieta mi corazón,
se disuelve mi cuerpo,
se ensancha el espacio interior,
aparece la quietud interior,
se sonríe mi alma,
se armonizan los gestos de mis manos,
se ablandan mi frente y mis mejillas,
se dibuja una sonrisa en mi rostro,
se dilata el amor de mi corazón,
aparece la humildad de mi nada y de mi todo.
se disuelve la oscuridad
y aflora la luz de la consciencia,
se enraíza el ser mi ser,
se asienta mi existencia en el silencio envolvente
que acaricia la vida.
Cuando el silencio es silencio de todo mi ser,
me disuelvo en el silencio amoroso de Dios…
15. Saber callar
Comienza a callar,
empieza a caminar
por la orilla del silencio,
bordea los caminos
de tu propio silencio.
Adéntrate en la consciencia
de tu cuerpo y de tu mente,
vive la quietud de tus sentidos y respira la vida de tu cuerpo.
Descubre el bullicio de tu mente,
acalla las idas y venidas
de tus ideas y recuerdos,
despierta tu atención serena.
Desde tu quietud y silencio,
observa despierto
objetos y personas,
escucha su silencio y su palabra.
En medio del ruido,
escucha;
en medio de las gentes,
observa;
en medio de la vida,
permanece atento y silencioso.
Al final, siempre es mejor callar...
Acoge y vive desde el fondo,
la vida que fluye siempre
en el fondo de toda vida...