Encapsulación de probióticos . Marcelo Fernando Valle Vargas
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1. Cultivo de tilapia en Colombia
Resumen
La tilapia es una especie originaria de los ríos africanos, introducida en Colombia con fines de repoblamiento y diversificación de especies ícticas cultivables a finales de los años ochenta. La tilapia y sus híbridos son peces con ventajas productivas, como alta resistencia a condiciones de cultivo adversas y reproducción y mantenimiento relativamente fácil. No obstante, se han reportado mortalidades y pérdidas económicas en el país y el mundo causadas por enfermedades de origen bacteriano, viral y parasitario. Con el objetivo de incrementar la productividad y sostenibilidad del sector piscícola, es necesario generar alternativas biotecnológicas como nuevos productos prebióticos, probióticos, inmunoestimulantes, vacunas, etc., que eviten el uso indiscriminado de antibióticos y sus potenciales efectos adversos en los peces, el ambiente y los consumidores.
Palabras clave: Antibióticos, enfermedades, Oreochromis niloticus, Oreochromis spp., tilapia.
Antecedentes de la llegada de la tilapia a Colombia
La acuicultura en Colombia se inició hacia 1938 con la introducción de la trucha arcoíris (O. mykiss), una especie exótica, con el fin de repoblar lagunas de aguas frías de la Región Andina. A finales de 1970, en búsqueda de diversificar las fuentes de ingreso de los pequeños productores campesinos, se introdujo una nueva especie exótica: la tilapia roja (Oreochromis spp.) y a principios de 1980 se iniciaron trabajos con algunas especies nativas, principalmente con la cachama blanca (Piaractus brachypomus) y la negra (Colossoma macropomum) (Meriño et al., 2013; Sanabria, 2012). Posteriormente, con el éxito de la producción acuícola nacional, que se consolidó principalmente en los años noventa, con el cultivo de tilapia roja o mojarra roja y la exportación de filete fresco, principalmente a Estados Unidos. La Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP) declaró especies domesticadas la tilapia nilótica o plateada (Oreochromis niloticus), la tilapia roja (Oreochromis spp.) y la trucha arcoíris (O. mykiss) para el desarrollo de la acuicultura, mediante la Resolución 2287 del 29 de diciembre del 2015. El cultivo de tilapia desde entonces ha mostrado índices de crecimiento favorables, que la señalan como una de las actividades pecuarias más promisorias de la economía nacional, en especial con los resultados de incremento productivo, que sumó 11.595 toneladas exportadas, lo cual generó ventas por el orden de los US$60 millones de dólares durante 2020, con un aumento de 65% respecto al año anterior, lo cual es destacable, dada la crisis económica y de salud desatada en el mundo por la pandemia de COVID-19 (Agronegocios, 2021).
Originaria de África y Medio Oriente, la tilapia es un pez teleósteo, del orden Perciforme perteneciente a la familia Cichlidae. Es un pez resistente a medios adversos, como bajas concentraciones de oxígeno disuelto, cambios de temperatura y salinidad y altas densidades de siembra. Naturalmente, se alimentan principalmente de fitoplancton y en estado juvenil también consumen larvas de insectos y aceptan perfectamente alimentos concentrados (MADR e INCODER, 2006). En Colombia las especies más cultivadas comercialmente son la tilapia roja (Oreochromis spp.) y la tilapia nilótica (O. niloticus) (Meriño et al., 2013). Uno de los grandes inconvenientes que presenta la tilapia en su cultivo es el temprano desarrollo de su sistema reproductor (a partir de los 2-3 meses de cultivo), lo cual causa una elevada producción de peces en los estanques, afecta negativamente el crecimiento y la conversión alimentaria y da como resultado una disminución en la productividad y rentabilidad de los cultivos. Por lo tanto, se recomiendan los cultivos monosexo (solo machos), ya que estos exhiben un mayor crecimiento que las hembras (MADR e INCODER, 2006). Estos cultivos monosexo se logran principalmente por procesos de reversión sexual mediante el uso de hormonas; no obstante, el uso de hormonas ha suscitado recientemente preocupaciones, ante efectos genotóxicos, desregulación de sistema inmune del pez, afectación del medio ambiente y ecosistemas acuáticos (Abo-Al-Ela, 2018; Sayed y Moneeb, 2015), además de posibles efectos adversos en la salud humana (Megbowon y Mojekwu, 2014; Mlalila et al., 2015). Existen alternativas al uso de hormonas para la reversión sexual en la producción de cultivos monosexo, tales como el sexado manual, la hibridación interespecífica, la producción de poblaciones YY, el tratamiento térmico y el uso de campos de pulso eléctrico; sin embargo, poco se ha estudiado cómo mejorar este método hormonal de reversión o la búsqueda de alternativas (Abo-Al-Ela, 2018).
La tilapia nilótica, también conocida como tilapia plateada, mojarra lora o mojarra plateada, es una especie filtradora de fitoplancton, cuyo comportamiento en cultivo es omnívoro, con fácil adaptabilidad a aguas salobres y alta resistencia a enfermedades, características que la convierten en una excelente especie para programas de fomento y extensión rural. Tiene buen crecimiento, superando los 800 gramos/año, con producciones superiores a 40 toneladas/hectárea/año en estanques; variedades mejoradas presentan cifras superiores, hecho que la hacen atractiva, especialmente para la producción de filetes destinados al mercado nacional o de exportación (MADR e INCODER, 2006).
La tilapia roja, también conocida como mojarra roja, mojarra cardenal o pargo rojo de agua dulce, es un pez resultante del cruce de varias especies del género Oreochromis provenientes de África e Israel. Esta especie tiene características particulares que la hacen muy atractiva para su producción, tales como ganancia de peso de 600 gramos/año, rendimientos de producción mayores a 600 toneladas/hectárea/año –cuando se utilizan sistemas de cultivo intensivos en jaula o jaulones–, tolerancia a amplios rangos de salinidad y facilidad para la obtención de filetes (MADR y DANE, 2014; MADR e INCODER, 2006).
Proceso productivo de la tilapia
En general, el proceso productivo de tilapia consta de tres etapas: prelevante o alevinaje, levante o preengorde y engorde; sin embargo, algunos piscicultores lo hacen en solo dos, uniendo el alevinaje con el preengorde. En la etapa de alevinaje, se siembran peces con pesos de 1-3 gramos y densidades de siembra de 30-50 peces/m2, hasta alcanzar un peso final de 15-20 gramos durante 90 días. En este tiempo, se les suministra alimento del 45-40% de proteína en cantidades equivalentes al 8% de la biomasa (peso de los peces) y 4% al final, distribuido en seis o cuatro raciones diarias. En la segunda etapa, los alevinos con peso promedio de 20 gramos son distribuidos en los estaques en una cantidad de 12 peces/m2, en donde permanecerán aproximadamente 2-3 meses, hasta alcanzar un peso promedio de 150 gramos. Por último, en el engorde, los peces de 150 gramos son distribuidos en los estaques de engorde con una densidad de 2-5 peces/m2, en donde permanecerán aproximadamente 3-4 meses hasta obtener un peso final entre 420 y 460 gramos (MADR y DANE, 2014; MADR e INCODER, 2006). En la Tabla 1 se indican las características de las etapas del proceso productivo de la tilapia.
TABLA 1. ETAPAS PRODUCTIVAS DEL CULTIVO DE TILAPIA
* Basado en el peso de los peces a alimentar (biomasa).
Fuente: Adaptado de MADR e INCODER (2006).
El cultivo de tilapia en Colombia se da en estanques de tierra de manera semiintesiva, mientras que en los sistemas intensivos y superintensivos se utilizan jaulas y jaulones en cuerpos de agua artificiales, como embalses. En el cultivo en jaulas flotantes