Luz Nocturna. Amy Blankenship

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Luz Nocturna - Amy Blankenship Lazo De Sangre

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al almacén, pudo oír los gritos de los vampiros que Kane había tomado por sorpresa.

      Se detuvo en la puerta de la enorme sala y pudo ver en la oscuridad usando su súper visión. Kane ya tenía dos vampiros encima y varios más pensaron que la táctica de trabajar en equipo había sido una gran idea. Al entrar, cerró la puerta tras de sí y empezó a avanzar cuando la voz de Kane resonó.

      â€œDéjame manejar esto. Simplemente no permitas que ninguno se escape”, dijo Kane un poco sin aliento mientras torcía el cuello del vampiro que estaba tratando de despedazarle la garganta. Él se sacudió cuando unos colmillos se hundieron en su hombro, haciéndole perder su control sobre el primero.

      Las dos cejas de Michael desaparecieron bajo su pelo, pero él se apoyó contra la puerta. “Está bien, si estás seguro”. Cruzó sus brazos sobre el pecho y se apoyó contra el metal.

      â€œBueno... estoy aburrido”, dijo después de un momento y miró hacia los desalmados vampiros que aún no estaban peleando. “Supongo que ninguno de ustedes me haría el honor de ir tras ella”.

      Cuando Kane logró decapitar al primer vampiro, uno de ellos hizo exactamente lo que Michael había sugerido, pero el brazo de Kane lo alcanzó y lo agarró por la chaqueta de cuero que llevaba puesta. “No lo creo”, gruñó mientras lo hacía entrar en la pelea.

      â€œÂ¿Acaso tu mami no te enseñó a compartir?” Michael sonrió mientras veía cómo estaban dándole una buena paliza a Kane. Tenía la sensación de que Kane necesitaba el dolor para poderse sentir vivo en ese momento. No tenía ninguna duda de que Kane sería el último vampiro de pie y esa liberación de ira y violencia podría incluso ayudar a su amigo a abrirse de nuevo... La terapia por excelencia.

      â€œMi madre era una ladrona”, respondió Kane, saltando y pateando con sus dos pies en el pecho a un vampiro que corría decididamente hacia él. El vampiro voló y Kane aterrizó sobre su espalda. Ayudándose con la fuerza de sus piernas, se puso de pie de nuevo en un instante. “Ella no creía en compartir”.

      â€œAmbos sabemos que tu madre no era una ladrona”, dijo Michael. “Era una dama bien educada.”

      Kane recibió un golpe en la cara y voló hacia atrás. Michael siguió el movimiento mientras Kane pasaba por delante de él y hacia el mismo montón de basura al que Kriss lo había lanzado. Suspiró cuando notó que Kane se estaba convirtiendo en un maldito desastre. Kane se apresuró para ir de nuevo a pelear, destrozando a cuanto imbécil se le ponía enfrente.

      â€œÂ¿Todavía no necesitas ayuda?”, preguntó Michael entre el sonido de los huesos rompiéndose y pies chapoteando en charcos que crecían cada vez más. Él de hecho se rió cuando Kane empezó a murmurar uno de los hechizos de Syn, pero le dieron un puñetazo en la boca antes de que pudiera terminarlo.

      â€œNo”, gruñó Kane mientras escupía sangre en la cara del que lo había golpeado tan fuerte que hasta había visto estrellas. Agarrando un trozo de madera de una silla que habían roto durante la pelea, lo metió en la boca del vampiro con tanta fuerza que le salió por la nuca.

      Michael hizo una mueca pero no interfirió. Observó atentamente, contando tres vampiros derribados y cuatro más por caer. Kane era un luchador temerario, más ahora que antes de que fuera enterrado vivo. Lo cual le recordó a Michael la única pregunta que aún no había hecho: ¿cómo rompió Kane el hechizo vinculante sin la sangre de su alma gemela?

      Menos de veinte minutos después, Kane se cayó sobre sus rodillas. Miró a través de la neblina roja de su visión hacia el sonido de aplausos que se acercaba. Se limpió la sangre de su boca e intentó levantarse del suelo. Se rió cuando no pudo hacerlo porque el suelo estaba resbaloso por tanta sangre.

      â€œY el ganador recibe cien curitas y una buena noche de descanso en la casa de Michael”. Se agachó y puso su brazo alrededor de la cintura de Kane para ayudarlo a levantarse. Ambos se tambalearon un poco antes de que lograr equilibrarse de nuevo.

      â€œÂ¿Tienes una casa?” preguntó Kane con la esperanza de que si seguía hablando no se desmayaría antes de llegar allá. Sabía dónde vivía Michael, pero no quería admitirlo porque eso sólo le recordaría a Michael que estaba molesto con él por haberse mantenido lejos. No estaba exactamente contento de haber hecho eso, pero había sentido la necesidad de mantener la distancia.

      â€œSí, ahora ya soy todo un adulto. Además, los ataúdes ya quedaron en el pasado”. Sintió vergüenza por dentro al darse cuenta de que Kane quizás no pensaba que la broma era muy graciosa. “Es un lugar enorme. Solía ser uno de esos museos de arte de estilo victoriano, hasta que renovaron este en Beverly Hills. Tal vez si te mudas conmigo, el lugar se sentiría más como un hogar”.

      â€œQuiero un cachorro”, dijo Kane de la nada mientras se concentraba en poner un pie delante del otro, como rutina que normalmente te impide caer.

      â€œÂ¿Quieres un qué?”, preguntó Michael.

      â€œSi nos mudamos juntos, entonces yo me otorgo el derecho de escoger un cachorro”.

      Michael tuvo que sonreírle a su viejo amigo. Parecía que el amor de Kane por los caninos no había disminuido con los años.

      Capítulo 3

      â€œEntonces, ¿qué pasa con Micah?”, Nick le preguntó a Steven cuando se detuvieron en el estacionamiento al lado de la iglesia y se parquearon entre dos de los autobuses.

      â€œMicah y Quinn empezaron su pelea habitual sobre quién ponía las reglas y Micah se fue para liberar un poco la tensión”. Steven contestó mientras salía del auto. Todavía pensaba que era gracioso que todos los jaguares condujeran... lo adivinaste... jaguares. “Demonios, se enseñaron el uno al otro cómo luchar, así que tumbarse el uno al otro no es gran cosa.”

      â€œEntonces, ¿por qué no ha vuelto?”, preguntó Nick.

      â€œEsa es la gran pregunta, ¿no?”, suspiró Steven. “Quinn cree que Micah salió huyendo, pero yo sé que no”.

      â€œÂ¿Qué te hace estar tan seguro?”, preguntó Nick con curiosidad.

      â€œPorque Alicia sólo había estado en casa un par de semanas antes de que él desapareciera. Micah había estado contando los días para cuando pudiera llevarla a casa. Incluso cuando Nathaniel estaba vivo, Micah fue como un padre para ella. Nunca se iría así ahora que ella estaba al fin en casa”. Se encogió de hombros y añadió: “O si hubiera decidido abandonar a la familia, entonces al menos se la hubiera llevado con él”.

      Nick asintió con la cabeza preguntándose si los vampiros eran los responsables de la desaparición de Micah. De ninguna manera eso sonaba bien, así que por el bien de Micah, Nick esperaba que Micah solo hubiera perdido su paciencia y todavía la anduviera buscando. Le haría más preguntas a Alicia mañana.

      Steven admiró la

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