El Lapso. Ruthy Garcia

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу El Lapso - Ruthy Garcia страница 5

El Lapso - Ruthy Garcia

Скачать книгу

para ella, que regresar allí no era agradable.

      MEDIA HORA DESPUÉS

      â€”Afortunadamente no se ha roto nada. Habría sido el colmo.

      â€”No se preocupe, ya todo está bien.

      â€”Entonces continuemos.

      â€”¿Qué más quiere saber?

      â€”Hábleme más sobre su madre y el Innombrable… ¿Cómo define la relación entre ambos?

      â€”Frustrada, desigual y tortuosa.

      â€”Un momento, no entiendo. ¿No me había dicho que se amaron?

      â€”Sí, pero fue después de que sus padres les obligaran a casarse por conveniencias económicas. El padre del Innombrable era un importante diplomático canadiense, el de mi madre un empleado de la casa de mi padre.

      â€”Ya entiendo.

      â€”Sí, es confuso, pero fue así. Bueno, así lo relatan los diarios de mi madre.

      â€”¿Qué pasó luego? ¿Tuvo entonces su madre que aprender a amar al Innombrable?

      â€”Así es. Es usted muy lista.

      â€”Dígame una cosa, señor Paradize. Si su madre llegó a amar a su padre, ¿cuál fue el problema entonces?

      â€”Él sabía que ella se casó sin amarlo. Al principio lo ocultó, fue sigiloso. Le halagó con detalles y llenó su vida de emoción, lujos, vanidad. Luego, cuando mi madre estaba perdidamente enamorada, él tiró de la soga. Simplemente dejó de atenderla como antes. Ella lo pasó muy mal. Sus diarios hablan más de dolor y sufrimiento que de amor.

      â€”Es una pena. El innombrable fue… muy cruel.

      â€”¿Escuchaste eso, maldito Innombrable, maltratador de madres, aniquilador de mujeres amadoras, buenas y abnegadas? ¿Lo has escuchado? —gritó Arthur con tono acusador, señalando y mirando al segundo piso.

      â€”¡Cálmese! No creo que pueda escucharle. —Lara bajó la cabeza con tristeza.

      â€”¡Claro que puede! Esta mansión tiene pasadizos secretos en las paredes; además, él tiene un excelente nivel auditivo, lo ha desarrollado durante su encierro.

      â€”Siéntese, por favor. —Se inclinó y le tocó en el brazo para que se volviera a recostar.

      Prosiguió:

      â€”Cuando mi madre pudo por fin quedar embarazada de mí, empezó a ser feliz.

      â€”Bueno, es una alegría saber que uno es el motivo de felicidad de sus padres.

      â€”No, no para el Innombrable. Él más bien me odiaba.

      â€”¡No puede ser! ¿Cómo puede un padre aborrecer a su hijo?

      â€”Sí, tenía miedo de que yo algún día heredara toda esta fortuna, el negocio de la fabricación de cruceros, señorita Nova, es muy retributivo, sus ganancias son sorprendentes.

      â€”Es algo que no creo que concuerde. ¿Está seguro de lo que dice?

      â€”Sí, lo dice claramente, de puño y letra de mi madre.

      â€”Entonces, ¿su padre sentía celos de usted?

      â€”Sí, porque sabía que mi madre me amó limpiamente sin imposición desde que llegué a su vientre; en cambio él siempre tuvo presente que aquel matrimonio fue arreglado por conveniencias económicas.

      â€”Pero me dijo usted que el padre de su madre era empleado en casa de la familia de su padre.

      â€”Sí, es así, pero… Mi familia tenía gran aprecio por ese hombre y por la educación de su hija, que fue criada como parte de la familia; por ello mis abuelos arreglaron ese matrimonio. Mi madre, señorita Nova, siempre fue una gema, una joya de gran valor.

      â€”Me dijo que su madre amaba la literatura. ¿Qué me cuenta sobre eso?

      â€”Sí, era una persona muy letrada. También ella fue la que ayudó a sacar adelante la empresa de mi padre. Gracias a los contactos de negocios que tenía mi madre alrededor del mundo, y a las estrategias financieras que ella diseñó, a su poder de convicción, la empresa prosperó. Por eso no había acabado con ella antes: era su gallina de los huevos de oro.

      â€”Hábleme de sus estudios. ¿Cómo fueron sus años de estudiante?

      â€”Tenía maestros particulares. Mis padres viajaban tanto que tenían que asignarme un maestro en cada puerto. Era algo incómodo. Al cabo del tiempo, mi sabia madre decidió ser ella la que me enseñaría a leer. Recuerdo que desde muy pequeño me ponía a ordenar su gran biblioteca. Yo le ayudaba llevando los libros. Cuando empecé a leer me compraba cuentos y me ayudaba a leerlos.

      â€”¡Wowww!

      â€”Leí mi primer libro completo siendo muy pequeño. Balbuceaba y mi madre se reía. Yo leía, pero sin entender; solo la segunda vez que lo leí pude entender la historia.

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

      Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

/9j/4RzZRXhpZgAATU0AKgAAAAgABwESAAMAAAABAAEAAAEaAAUAAAABAAAAYgEbAAUAAAABAAAA agEoAAMAAAABAAIAAAExAAIAAAAkAAAAcgEyAAIAAAAUAAAAlodpAAQAAAABAAAArAAAANgALcbA AAAnEAAtxsAAACcQQWRvYmUgUGhvdG9zaG9wIENDIDIwMTUuNSAoV2luZG93cykAMjAxNjowOTox NiAyMToxOToxMwAAAAADoAEAAwAAAAEAAQAAoAIABAAAAAEAAAcYoAMABAAAAAEAAArYAAAAAAAA AAYBAwADAAAAAQAGAAABGgAFAAAAAQAAASYBGwAFAAAAAQAAAS4BKAADAAAAAQACAAACAQAEAAAA AQAAATYCAgAEAAAAAQAAG5sAAAAAAAAASAAAAAEAAABIAAAAAf/Y/+0ADEFkb2JlX0NNAAH/7gAO QWRvYmUAZIAAAAAB/9sAhAAMCAgICQgMCQkMEQsKCxEVDwwMDxUYExMVExMYEQwMDAwMDBEMDAwM DAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMAQ0LCw0ODRAODhAUDg4OFBQODg4OFBEMDAwMDBERDAwM DAwMEQwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAz/wAARCACgAGkDASIAAhEBAxEB/90ABAAH /8QBPwAAAQUBAQEBAQEAAAAAAAAAAwABAgQFBgcICQoLAQABBQEBAQEBAQAAAAAAAAABAAIDBAUG BwgJCgsQAAEEAQMCBAIFBwYIBQMMMwEAAhEDBCESMQVBUWETInGBMgYUkaGx

Скачать книгу