Antes del Amanecer . Морган Райс
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"No", respondió Kate, con tristeza.
"Ey," dijo Nicole, poniendo un brazo alrededor de su amiga. “Todo va a estar bien. Nos tienes a nosotras, te vamos a proteger. Algo va a pasar que cambiará las cosas. Te lo prometo."
Kate no sabía cómo podía estar tan segura. Nicole siempre decía que las cosas podían cambiar y que se resolverían con el tiempo, pero Kate creía que las cosas solo podían cambiar para lo peor. Su padre bebía cada vez más, y aun peor, su madre controlaba todo cada vez más, y Madison se distanciaba más y más mientras crecía su condición de niña dorada. La vida de Kate parecía seguir una trayectoria descendente; perder la posibilidad de ir a la universidad era la gota que rebalsaba el vaso.
Nicole seguía balbuceando. “Se está acercando la fecha del baile de graduación," dijo. "Quién sabe lo que puede suceder entonces."
"Oh, por favor", respondió Kate. “En este momento, pensar en chicos es la última cosa en mi mente."
"¿En serio?", dijo Amy levantado su ceja. "Porque me pareció ver un cierto Tony Martin dar a una cierta Kate Roswell un abrazo en el estacionamiento."
Aun con su tristeza, el pensamiento elevó un poco el ánimo de Kate. Sintió una sonrisa en sus labios. "Sí. Él, um, dijo que mis ojos se veían bien con la máscara.”
"Oh, Dios mío!", gritó Dinah. “¡Le gustas!"
Kate se rió y negó con la cabeza. "No sé. Él es amable con todos.”
"Sí, amable," dijo Amy, “¡estaba coqueteando!"
Nicole la estaba mirando con aire triunfante. "¿No te dije que las cosas pronto serían mejores?"
Kate agitó las manos, tratando de moderar el entusiasmo de sus amigas.
"Realmente no lo creo", dijo.
“A lo mejor te va a pedir que vayas con él al baile de graduación," chilló Dinah.
La idea hizo que Kate sintiera mariposas en el estómago por el entusiasmo. ¿Había alguna posibilidad de que se lo pidiera? En ese momento, se acordó de la máscara en sus pestañas y de cómo había estado llorando.
"Oh Dios, ¿estoy hecha un desastre?", preguntó, presa del pánico.
"No, chica," respondió Dinah. "Te ves bien. ¡Pero te voy a poner guapa para la hora del almuerzo, como regalo de cumpleaños! "
Dinah amaba el maquillaje. Como su familia era muy grande, no podía comprarse toda la ropa y zapatos que quería para estar al día con la moda, entonces ella misma se la pasaba modificando su ropa y creando maquillaje. Se había convertido en alguien increíblemente creativo. Siempre estaba alentando a las demás a experimentar más con su apariencia. Nicole era la otra chica preocupada por su apariencia. Amy trataba de verse neutral para no asustar a su familia, a pesar de que le gustaban las minifaldas y las botas altas hasta la rodilla y se las ponía cada vez que tenía la oportunidad.
En realidad, Kate era la única que nunca había explorado la moda. Sentía que la mayoría de las decisiones que tomaba era para irritar a su madre. Desde que se había negado a vestirse con vestidos de color pastel sedoso que le gustaban a su madre y de ir a los desfiles de moda, se había convertido en una chica poco femenina. Pero no sabía si era realmente una chica poco femenina o si sólo disfrutaba saber que molestaba a su madre cuando se vestía así.
Kate sonrió. Si había alguna posibilidad de que Tony la invitara al baile de graduación, bien podría darse toda la oportunidad del mundo. Ya se sentía un millón de veces mejor que cuando esa mañana, muy enfadada, se dirigía en bicicleta a la escuela. Sabía que sus amigas la estarían apoyando.
“Y, mira, si Tony no me pregunta si quiero ir al baile con él, no pasa nada," añadió Kate. "Siempre podemos ir juntas."
"Estoy muy contenta que lo digas," respondió Amy. “¡No creo que mis padres me dejen ir en un coche con un chico!"
Todas se rieron. Se sentía bien saber que se apoyaban unas a las otras, y que no necesitaban a los chicos para pasarla bien en el baile.
La campana sonó y las niñas se levantaron y se dirigieron en direcciones diferentes. Amy y Kate tenían matemática y caminaron tomadas del brazo por los pasillos.
De repente, Kate sintió que Amy le apretaba la mano. Levantó la vista y vio a Madison en el área de casilleros con sus amigas porristas. Estaba de espaldas a Kate y Amy, por lo que no sabía que ellas estaban detrás; estaba contando una historia que estaba haciendo a las chicas rugir de risa.
"Y entonces mamá dijo, 'Señorita, vas a ser una empleada de limpieza como yo para que Madison pueda ir a la universidad." ¿Pueden creerlo? Yo estaba como, ‘¡Oh, Dios mío, está convirtiendo a mi hermana en una esclava! “¡Y todo eso en su cumpleaños! A mí me dieron un coche para mis diecisiete. Ella no recibe nada."
Se echó a reír, al igual que las otras chicas. A Kate le pareció que el estómago se le caía en los pies. ¿Cómo era posible que Madison se riera así de ella? Aceptaba que Madison no la protegiera en su casa, pero nunca se le ocurrió que estuviera hablando de su desgracia con sus amigas.
Amy agarró con fuerza al brazo de Kate, tratando de apoyarla, tratando de mantener su conexión con la tierra. Ayudó a Kate a pasar junto a Madison y el grupo de chicas malas. Al pasar, supo que Madison la vería, se daría cuenta de que la había escuchado.
Miró por encima del hombro a su hermana. Se miraron a los ojos y Madison se veía solo un poco sorprendida. Pero aparte de eso, no pareció afectarle haber pisoteado los sentimientos de Kate. Luego, apartó su mirada, volviendo su atención a sus amigas.
Kate caminó a clase, sintiéndose más deprimida que nunca.
CAPÍTULO TRES
Kate sobrevivió sus dos primeras clases, aunque su estado de ánimo no mejoró. Se sintió aliviada cuando sonó la campana, era la hora del almuerzo y podría reunirse con sus amigas.
Con sus amigas, Kate se puso en la fila en la cafetería, que estaba llena de gente, y trató de no mirar demasiado la selección de alimentos. La situación estaba grave. Nicole, como era vegetariana, tenía mucha dificultad para encontrar algo que pudiera comer. Hoy, iba a comer gofres de patatas y judías, mientras que Dinah y Amy pudieron elegir un rico platillo con pollo tikka masala y arroz. Kate pensó que el curry se veía un poco grasoso, pero a Dinah, ligeramente más grande que el promedio de las chicas, no le importaba porque era alta y bien proporcionada. Amy era un palo de delgada y parecía ser capaz de comer todo lo que quisiera sin engordar. Nicole parecía mantenerse en forma solo gracias a su irritabilidad.
Finalmente, Kate eligió una ensalada. Aunque sabía que las burlas de su madre por su peso eran infundadas, no podía evitar sentir que, tal vez, si perdía un par extra de libras, su madre no sería tan dura con ella.
"Chica", dijo Dinah cuando vio su plato, "no me digas que eso es todo lo que vas a comer. Caramba, ¡es tu cumpleaños! ¡Ten un postre por lo menos!"
Kate se sentó.
“De