El reino suevo (411-585). Pablo C. Díaz Martínez

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу El reino suevo (411-585) - Pablo C. Díaz Martínez страница 19

El reino suevo (411-585) - Pablo C. Díaz Martínez Universitaria

Скачать книгу

a la vez que respetan a los romanos que prefieren ser libres y pobres entre los bárbaros antes que preocuparse por los tributos de los romanos[86]. La noticia se correspondería con la que da Hidacio, quien considera que Dios ha inspirado a los bárbaros para que se decidan a establecer la paz[87]. Ninguno de los dos presenta a un interlocutor de los invasores: Hidacio considera que es una decisión suya la que los lleva a repartirse las regiones, por sorteo, para habitarlas pacíficamente: «Sorte ad inhabitandum sibi prouinciarum diuidunt regiones»[88]. Probablemente, el punto de vista legitimista que tanto Orosio como Hidacio representan les impide conceder validez a acuerdos tomados con poderes usurpadores a los que no reconocían. La legitimidad para tales pactos estaba asociada en ambos con la dinastía teodosiana representada por Honorio. Sin embargo, parece claro que el acuerdo que ha permitido el reparto ha sido tomado con Geroncio[89], o con el personaje al que éste ha nombrado como augustus para la diocesis Hispaniarum, un individuo de nombre Máximo, probablemente un hispano, cliente (domesticus) de Geroncio[90], colocado en Hispania como su hombre de confianza para poder actuar con libertad en la Galia contra Constantino[91].

      El asentamiento bárbaro: modalidad y resistencias

Скачать книгу