Exiting. Leonardo Glikin

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Exiting - Leonardo Glikin страница 12

Автор:
Серия:
Издательство:
Exiting - Leonardo Glikin

Скачать книгу

y otra u otras personas queden a cargo de la operación.

      Cuando esta es la situación, hay que replantearse los ingresos totales de la empresa, los beneficios que obtiene, y cómo los asigna.

      A continuación, un cuestionario posible:

      ¿SABE UD. LA REAL SITUACIÓN ECONÓMICO-

      FINANCIERA DE SU EMPRESA?

      ¿Cuál es la facturación total de la empresa?

      ¿Cuáles son sus beneficios, antes de impuestos e intereses? (Ganancias menos intereses e impuestos, fórmula denominada EBIT, por su sigla en inglés)

      ¿Cuáles son sus beneficios, si a la fórmula anterior también le deducimos deuda y amortizaciones? (esa fórmula se llama EBITDA)

      ¿Cómo se asignan los beneficios? (Reinversión, pago de dividendos, honorarios de directorio, etc.)

      ¿Qué mecanismos podrían utilizarse para mejorar los beneficios?

      ¿Cuál sería la inversión para lograrlo?

      ¿Cuál es la relación entre esa inversión y los resultados esperados?

      ¿En qué va a mejorar la situación de la empresa, en caso de que se realice esa inversión?

      ¿En qué va a mejorar la situación de los accionistas (propietarios) en caso de que se realice esa inversión?

      ¿Es posible reducir gastos?

      ¿En qué rubros, en qué cantidad?

      ¿Cuál sería el beneficio para la empresa de esa reducción de gastos?

      ¿Cuál sería el beneficio para los accionistas (propietarios) de esa reducción de gastos?

      ¿Cuáles serían las consecuencias, en términos de solidez de la empresa, ventas, etc., de esa reducción de gastos?

      ¿Cuáles serían las consecuencias, en términos de calidad de vida u otros rubros no cuantificables económicamente, de esa reducción de gastos?

      En algunas circunstancias, la conclusión puede ser que al negocio le falta rentabilidad.

      En otras, que la rentabilidad es la adecuada, pero hay un exceso de reinversión, que impide que cada propietario reciba una cantidad de dinero representativa del capital invertido.

      En otros casos, la falta de una reinversión adecuada impide que la empresa crezca.

      Según cuál sea la conclusión, serán diferentes las medidas a adoptar para lograr los resultados que se determinen.

      Falta de ahorros u otras fuentes de ingresos

      “Yo no me puedo retirar, ni voy a poder retirarme nunca”, dice Alberto.

      A los 70 años, advierte que los únicos ahorros que había llegado a reunir en el pasado, se esfumaron en los tiempos del “corralito”. Y que, desde entonces, fue tan grande su desaliento que nunca más trató de retirar un dinero para tener un fondo propio.

      Por lo tanto, retirarse de su librería significaría, para él, un abrupto descenso de su calidad de vida.

      Para colmo, como las tasas internacionales de interés son muy bajas, el capital que necesitaría para estar tranquilo es tan grande, que le resulta inalcanzable.

      Sin embargo, cada situación merece ser analizada en forma puntual.

      Quizás, alguna estrategia muy particular para dejar el negocio (como, por ejemplo, obtener una renta vitalicia para sí y para su esposa) le brinde a Alberto la tranquilidad y seguridad necesarias para poder dejar de trabajar sin que se resienta su calidad de vida.

      Pérdida de beneficios adicionales

      Odio tener que estar en fila en el banco o llevar el auto a lavar por mí mismo. Hace por lo menos veinte años que de todo eso se venían ocupando en la empresa. Es una de las cosas que más extraño…

      Muchos empresarios reciben beneficios adicionales de la empresa: los gastos del auto, la telefonía móvil, la administración de sus cuentas personales, viáticos, etc. Es posible que la falta de esos recursos tenga un impacto financiero directo. Pero, fundamentalmente, el volver a ocuparse de uno mismo, dejar de tener una secretaria, o un cadete, o un asistente personal, puede generar molestas situaciones a quien no está acostumbrado a ocuparse del día a día.

      A la hora de decidir el exiting, darse cuenta de la nueva realidad puede ser desalentador.

      Quien se retira con sus finanzas bien compuestas, tiene la posibilidad de decidir que no se va a privar de esta asistencia personal, aunque ya no la pague la empresa, y tenga que pagarla por sí mismo.

      El problema se plantea cuando no hay recursos suficientes para contratar a alguien, y cuando el alejamiento implica perder beneficios que tenían valor económico. Por eso, quien encara un proceso de exiting debe cuantificar el valor económico del que se va a privar, para evaluar de qué manera se pagarán esos costos.

      Dificultades con la pareja

      Desde que Luis está en casa, mi vida se convirtió en un infierno –dice Olga, y agrega−: es como si no aceptara haber dejado de ser gerente general, y por eso ahora se convirtió en el gerente de la casa, sin que nadie lo haya elegido.

      Este relato detalla las cosas que cambiaron en la casa, desde que Luis está allí todo el tiempo::

      Ya ni siquiera puedo comprar el jabón en polvo al que estaba acostumbrada. Luis organiza una especie de licitación de precios, mira las mejores ofertas en Internet, y aunque obviamente ahorramos dinero, en verdad yo preferiría gastarlo, con tal de recuperar la libertad que tenía antes.

      El momento del retiro es una de las etapas de la vida en que pueden sobrevenir crisis matrimoniales. Pero, si se saben aprovechar las circunstancias, puede ocurrir lo contrario: que se afiance de una manera totalmente beneficiosa el vínculo en la pareja.

      En el caso anterior, parecería que Luis no pudo separarse efectivamente de sus costumbres empresariales, y que las lleva a su casa con la convicción de que está haciendo un bien. Quizás, lo único que consigue es resentir su relación de pareja.

      El hecho de que alguien modifique su rutina, y que, por ejemplo, pase más tiempo en su casa, o tenga más disponibilidad y energía para compartir con su pareja, significa un cambio muy importante. Cómo se transita ese cambio, es una de las claves para un retiro feliz.

      En este punto hay que tener en cuenta que, más allá de lo económico financiero, la alteración de la rutina (por ejemplo, con la vuelta del hombre a laa casa) significa replantear un pacto que puede haber funcionado bien durante muchos años.

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив

Скачать книгу