Del modo de investigación al modo de exposición: Metodología en tesis de ciencias sociales. Karina Ansolabehere
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En suma, el comportamiento de la pobreza a lo largo del tiempo no sólo depende del gasto social, sino también del nivel de ingreso y de la desigualdad en su distribución. Dichas variables se relacionan con el comportamiento de la macroeconomía; es decir, del crecimiento económico, de los niveles de empleo y su calidad, entre otras, que según autores como Levy y Walton (2009), Guerrero, López Calva y Walton (2009), y Acemoglou y Robinson (2012), depende de la capacidad de los sectores sociales de capturar rentas. Esta capacidad se vincula directamente con la distribución del poder; desde otra perspectiva, depende de la forma en que se concentra la acumulación de la riqueza y de su dinámica (Piketty, 2014).
Se sabe que en México y a partir de la década de los noventa, la desigualdad en la distribución de los ingresos ha tenido fluctuaciones menores (Cortés, 2013). Por lo tanto, su efecto sobre la pobreza no debe ser significativo y se determina por la evolución de los ingresos de los hogares que a su vez se relaciona con la marcha de la actividad económica.[26] Esta asociación se puede observar en el despliegue de ambas variables en el tiempo, lo que se representa en la gráfica 7. Una mirada panorámica muestra que el pib per cápita y los ingresos de los hogares tienden a moverse al unísono, tanto en tiempos de contracción económica como en los periodos en los que la economía mexicana ha tenido fase de expansión relativa.
La estrecha correlación entre el pib y la evolución del ingreso por miembro de los hogares (0.82) permite leer la evolución de la pobreza con base en el nivel de actividad económica. La gráfica 2 muestra que entre 1992 y 1994 no hubo cambios significativos en los niveles de pobreza. Lo anterior concuerda con el discreto crecimiento del pib per cápita de esa época. En los tres tipos de pobreza se observa un alza muy marcada entre 1994 y 1996, consecuencia de la crisis provocada por el error de diciembre de 1994. El nivel se mantuvo elevado en 1996, año en que había empezado la recuperación que haría descender persistentemente la población en pobreza hasta el año 2000. A lo largo de las dos décadas que median entre 1992 y 2012, se desacoplaron los cambios en el pib y en la pobreza, sólo en los dos años posteriores a 2000. El análisis de la información muestra que a pesar de la reducción del pib, la pobreza, impulsada por una reducción significativa en los niveles de desigualdad, disminuyó (Cortés, 2005: 271-307) y siguió reduciéndose a partir de 1996 inducida por el crecimiento de la economía. Este ciclo finalizó en 2006; después de este año, la tendencia a la caída se revirtió y se inició una fase de crecimiento de la pobreza, sensiblemente visible en la medición de 2008. Así es como se ponen de manifiesto los efectos de la crisis originada en las hipotecas en Estados unidos y de los precios internacionales de los alimentos.
Una vez que se ha desarrollado la idea de que la incidencia y los cambios en los niveles de pobreza no sólo dependen del gasto social, sino también de la dinámica del ingreso y de la forma como se distribuye,[27] ya estamos en condiciones de incluir en el análisis el papel de las variaciones en los precios de los alimentos y de las transferencias provenientes del gobierno. Así se avanza un paso para hacer inteligibles los resultados de la investigación.
Los modos de la investigación y de la exposición
Las teorías y el conocimiento acumulado por las ciencias sociales han destacado el carácter multidimensional de las condicionantes de la pobreza. Sin embargo, las críticas sobre el papel del Estado en el combate del fenómeno se limitan únicamente al gasto y a los programas sociales. La reducción en la explicación originó el problema de investigación.
La identificación de los factores que impulsan los cambios en la desigualdad llevó a la conclusión de que los programas sociales sí han reducido la pobreza monetaria, particularmente a partir del siglo xxi. Ahora bien, lo anterior ¿cómo se explica?, ¿cómo se expone de manera convincente?
Con este fin y en primer lugar, fue necesario mostrar que la idea de la inefectividad del gasto realizado a través de los programas sociales tenía una justificación empírica: que el comportamiento en el tiempo del gasto social en general y del programa Oportunidades en particular, no se relacionan con la evolución de la pobreza monetaria. El gasto aumenta mientras que la pobreza ha tendido a seguir el ciclo económico. En segundo lugar, fue necesario explicar la relación entre el ingreso de los hogares y la pobreza manteniendo constante la desigualdad en su distribución y, de manera recíproca, entre la desigualdad en la distribución del ingreso y la pobreza manteniendo constante el ingreso de los hogares. Una vez que se explicaron dichas relaciones, se consideró el efecto conjunto del ingreso y de la desigualdad sobre la variación de la pobreza en el tiempo.
Con base en estas ideas, se introdujo la ecuación que descompone la variación en los componentes de ingreso y desigualdad entre dos años de la pobreza. La ecuación se enriquece por el efecto precio, ya que la medición de pobreza que se realiza en México así lo demanda, y por la separación de los efectos del ingreso neto de las transferencias sociales del que tienen los propios programas sociales, porque así lo requería la investigación.
Una vez completos los argumentos intermedios, fue posible hacer inteligibles los resultados obtenidos: i) por qué es común que se afirme que los programas sociales son inocuos para combatir la pobreza y que por lo tanto se clame por el rediseño de la política social, cuando el problema radica, tal como lo muestran los resultados de los análisis, en la política económica, y ii) visibilizar que, pese a las apariencias, el gasto social es efectivo: reduce la pobreza cada año y también su evolución a lo largo del tiempo.
Una vez que hemos presentado el ejemplo que ilustra la tensión entre los modos diferentes que son el de investigación y exposición, en los siguientes capítulos se exponen las formas particulares en que cada autor consideró para exponer sus resultados de la manera en la que lo hizo. Si hay o no relación entre el modo de investigación, el de exposición y la aproximación conceptual o la metodología empleada aún es pregunta abierta. Las soluciones que se presentan en este escrito sólo son ejemplos de vías posibles; ciertamente no son las únicas, lo que constituye una invitación a transformar este tema en un problema que debiera ser abordado sistemáticamente por la metodología de las ciencias sociales.
Referencias
Acemoglu, Daron y James Robinson (2012). Por qué fracasan los países: Los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza, España, Crítica.
Banco de México (2001). Informe Anual 2000, México.
Banco de México (2002). Informe Anual 2001, México.
Banco de México (2003). Informe Anual 2002, México.
Bourdieu, Pierre (2013a). “Al lector”, en La miseria del mundo, México, Fondo de Cultura Económica, pp. 7-8.
Bourdieu, Pierre (2013b). “Comprender”, en La miseria del mundo, México, Fondo de Cultura Económica, pp. 527-543.
Bourdieu, Pierre, Jean-Claude Passeron y Jean-Claude Chamboredon (1999). El oficio de sociólogo. Presupuestos epistemológicos, México, Siglo xxi Editores.
Campa, Ricardo (2014). “Noticia para el lector”, en El capital. Crítica de la economía política, México,