Preparación del terreno para la instalación de infraestructuras, siembra y plantación de cultivos herbáceos. AGAC0108. Miguel Ángel Maya Álvarez
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3 Zona de asentamiento de semilla, que, dependiendo del tipo de semilla, tendrá una u otra profundidad.
4 Zona de desarrollo radicular.
A: Zona superficial / B: Zona que rodea la semilla / C: Zona de asentamiento / D: Zona de desarrollo radicular.
3. Tipos y regulaciones de gradas, cultivadores y aperos similares
Para realizar labores superficiales de preparación de suelos, se pueden usar los siguientes aperos:
1 Gradas.
2 Cultivadores.
3 Vibrocultivadores.
4 Rodillos.
5 Motocultores.
Las gradas que se usan para este tipo de labores pueden ser de dos tipos: de disco o de dientes. Las gradas de dientes, a su vez, pueden ser de diente rígido o de diente flexible.
Los rodillos son equipos especialmente diseñados para trabajos que están relacionados con la presiembra, triturado y mezcla de rastrojos, restos vegetales y preparación de terrenos para siembra directa.
Un rodillo puede estar constituido por un elemento que va acoplado horizontalmente al avance del tractor, aunque en ocasiones son dos o tres rodillos que, aunque independientes, realizan el trabajo en un único tramo.
Existen diversos tipos de rodillos:
1 Esqueleto.
2 Liso.
3 Ondulado.
4 Cambridge.
5 Espiral.
6 Cultiipaker.
7 Discos.
8 Croskills.
9 Estrella.
Rodillo Croskill
Rodillo Cultipaker
Rodillo de discos (articulado)
Rodillo Cambridge (articulado)
Los rotocultores o rotocultivadores son aperos que trabajan accionados por la toma de fuerza del tractor.
Trabajan el suelo hasta una profundidad de 25 cm.
Crean un mayor desmenuzado y esponjado de la capa superficial de la tierra que los aperos que son arrastrados. Igualmente, las malas hierbas y agregados quedan más mezclados, y enterrados hasta la mitad inferior de la zona trabajada.
Pueden realizar caballones para sembrar, plantar y transplantar. Un rotocultor puede combinarse con otros aperos, como puede ser una sembradora o un rodillo, creando así lo que se conoce como un tren de trabajo, de manera que en la misma pasada del tractor se realizan varias labores, ahorrando tiempo, trabajo y gastos.
Hay rotocultores de eje vertical y de eje horizontal.
Rotocultor horizontal
Los rotocultores horizontales más conocidos son las fresadoras. Popularmente, está muy extendido el llamar rotavator a este apero, aunque este término no es del todo correcto, ya que es una marca comercial.
Están formados por un rotor que va girando, accionado por la toma de fuerza del tractor. El rotor lleva unas cuchillas con forma recta, curva, de escuadra o retorcida.
Distintos rotores de un rotocultor horizontal
Estas cuchillas son montadas en un plato o disco, que se distribuye a lo largo del rotor. Cada uno de los discos monta un número comprendido entre cuatro y seis cuchillas.
Estas cuchillas pueden ser de varios tipos:
1 Azadas en escuadra.
2 Azadas curvadas.
3 Cuchillas rectilíneas.
4 Formones.
A: Escuadra / B: Curvada / C: Recta / D: Formón.
El apero tiene una caja de cambios que regula el giro del rotor. Este giro es en el mismo sentido que lo hacen las ruedas de tractor, de manera que el uso del apero no solo no entorpece el avance ni requiere de más arrastre del tractor, sino que ayuda a su avance.
La anchura de trabajo de los rotocultores puede ser de muy diversos tamaños, desde pequeños rotores de 80 cm hasta los más grandes, que pueden llegar a los 3-4 m en grandes extensiones.
Los rotocultores articulados tienen la ventaja de poder trabajar adaptándose al terreno, regulando su ancho de trabajo según el terreno lo permita o la disposición de las plantas lo requiera.
Los rotocultores de eje vertical se conocen también como gradas rotativas.
Gradas rotativas
Estos rotocultores o gradas constan de una serie de rotores situados perpendiculares al suelo. Cada uno de estos rotores tiene dos o tres púas hacia abajo, de manera que gira sobre sí mismo arañando el suelo con las púas. Cada rotor gira en sentido contrario al rotor de al lado, llevando entre las púas de cada uno un desfase. Las revoluciones de cada rotor, así como el sentido de giro, se pueden regular para conseguir el efecto deseado, pudiendo así dejar la tierra más o menos suelta.
El rotocultor vertical, a la hora de fragmentar el suelo, no es tan agresivo como el rotocultor horizontal. Provoca una mayor formación de tierra fina, ya que las partículas se rompen por la fricción a la que se ven obligadas al romperse verticalmente. Esta tierra fina, al ser partículas pequeñas, se filtra hacia la parte interior del suelo.
Debido