Traumatología deportiva en el fútbol. Juan José López Martínez

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Traumatología deportiva en el fútbol - Juan José López Martínez Medicina

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básico disponer de un equipo completo (fármacos, vendajes, etc.) con todos los materiales necesarios para el tratamiento de los jugadores y el resto del equipo (Buettner, 1998). Aunque es opcional, resulta muy recomendable contar con un aparato de reanimación cardíaca del tipo desfibrilador semiautomático.

      En cuanto al personal, lo habitual en un equipo profesional es viajar con un médico con experiencia y con uno o dos fisioterapeutas.

      El equipo médico deberá informarse sobre las características del lugar de destino, así como el tiempo previsto (lluvia, calor extremo, frío…) y la duración del viaje o los medios de transporte (Hill, 1993). Asimismo, es necesario concertar las comidas del equipo a una hora determinada mediante un contacto previo con el restaurante u hotel para la elaboración correcta del menú de los jugadores. Convendrá establecer distinciones si la comida es antes o después del partido.

      Además, si el viaje se realiza a algún país extranjero, es fundamental conocer las posibles necesidades de vacunación del grupo.

       EJEMPLO DE ORGANIZACIÓN DE UN SERVICIO MÉDICO. UNA EXPERIENCIA PERSONAL

      Aunque no es el objetivo de este libro, creo que mi historia profesional puede servir como ejemplo de la organización del servicio médico de un equipo de fútbol.

      ¿Cómo se llega a formar parte del servicio médico de un club? En mi caso no fue sencillo. En el año 2006 me licencié en Medicina y me propuse conocer este campo médico, que me parecía apasionante y básico para poder decidir mi futura especialidad. Gracias a amistades comunes, conocí al Dr. Salvador Castillo, especialista en Medicina Deportiva, que por aquel entonces era jefe del servicio médico del Real Murcia, en una época de grandes alegrías en lo económico y lo deportivo, con dos ascensos a Primera División. Con el Dr. Castillo pude aprender y vivir desde dentro esta profesión médica.

      Posteriormente, con el paso de los años, el club siguió creciendo, con una gran apuesta por las bases deportivas, con más de 300 jugadores en todas las categorías. ¿Qué conllevó esta situación? Con esta gran cantera de futbolistas, las lesiones se multiplicaron y el Dr. Castillo necesitó colaboración médica, así que contó conmigo para ayudarle en las bases del club y con el filial, el Real Murcia B, que militaba en Segunda División B.

      Fui aprendiendo poco a poco, y no fue fácil. La medicina de este deporte concreto significa tratar con entrenadores, representantes, periodistas, directivos, preparadores físicos, fisioterapeutas y, sobre todo, con los padres de los jugadores. Se necesita estar siempre al cien por cien, localizable las veinticuatro horas, y mantener una gran ilusión.

      Como habitualmente se dice, estuve en el lugar adecuado en el momento oportuno. El Real Murcia B salvó la categoría, pero un penalti (injusto) en el descuento y una desgracia en el mismo (el balón resbaló de las manos del portero y le pasó entre las piernas) condicionaron el descenso del primer equipo del Real Murcia a la Segunda División B, y, por consiguiente, el Real Murcia B bajó a Tercera División. Junto a este varapalo deportivo, a las tres semanas tuve el revés personal más duro de mi vida con el fallecimiento repentino de mi padre.

      Aunque fue una época de grandes recortes de presupuesto en toda la estructura deportiva del club por el infortunio deportivo, obtuve una recompensa personal y profesional que fue de gran ayuda en esos momentos de gran tristeza. El Dr. Castillo «colgó las botas» de la Medicina Deportiva profesional y me propuso como su sustituto, por lo que pasé a ser el jefe de los servicios médicos del Real Murcia C.F. en la Segunda División B.

      La estructura de este servicio médico respondía a los parámetros organizativos de temporadas previas del club, y con todos los recortes asumidos, quedó de esta manera:

      –jefe del servicio médico,

      –médico fisiólogo,

      –enfermero,

      –dos fisioterapeutas,

      –nutricionista.

      La temporada fue un éxito, pues se consiguió el ascenso a Segunda División A y se jugó con el Real Madrid en la Copa del Rey (con el consiguiente aumento de presupuesto para el club), aunque la estructura médica no se pudo mejorar para la temporada siguiente (figuras 1.3 y 1.4).

      En cuanto a la organización del servicio médico, necesité buscar colaboradores sin ánimo de lucro, que fueron de gran ayuda, y a quienes es de justicia mencionar ahora:

      •Cardiólogo (Dr. Domingo Pascual). La figura del cardiólogo es esencial en los reconocimientos médicos y para conocer el estado físico de la plantilla. Aporta tranquilidad al grupo, debido a la gran sensibilización existente en torno a la muerte súbita del deportista.

      •Radiólogo especialista en patología musculoesquelética (Dr. Parrilla). El radiólogo resulta de gran ayuda en la interpretación de las pruebas practicadas a los futbolistas profesionales.

      •Podólogo (Pedro Rivera). Se requiere un podólogo para la prevención de lesiones relativas a problemas de pisada del futbolista y su tratamiento.

      •Oftalmólogo (Dr. González Costea). Es básico que la visión de un futbolista sea perfecta, ya que en el terreno de juego precisa de grandes reflejos en todo momento. Para ello, el oftalmólogo revisa a toda la plantilla en pretemporada, y es el encargado del tratamiento de los traumatismos oculares de los futbolistas en competición.

      •Clínicas concertadas (Sanitas Millenium y Mutua Laboral Fremap). Son básicas para la realización de las pruebas y para atender las urgencias.

      •Médicos especialistas (endocrinos, neurólogos, cirujanos, hematólogos, urólogos, etc.). La atención al futbolista profesional ha de ser integral, y eso conlleva tener que tratar los problemas de salud del futbolista y de sus familiares, en todos los sentidos, de modo que se hace necesario disponer de múltiples contactos médicos para resolver sin espera los problemas del día a día.

      Figura 1.3. Temporada del ascenso del Real Murcia C.F. a Segunda División A. Celebración de un gol por parte de todo el equipo

      Figura 1.4. Eliminatoria de la Copa del Rey entre el Real Murcia C.F. y el Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu. Médico y fisioterapeuta, pendientes de la aprobación del árbitro para entrar en el terreno de juego a atender a un jugador lesionado.

      Por otra parte, aunque no pude disponer de un recuperador en esa etapa, siempre lo he considerado una figura básica, por lo que lo aconsejo a cualquier médico de un equipo de fútbol profesional. El recuperador es la persona encargada de readaptar al deportista tras una lesión. Es el nexo del futbolista para la reincorporación a la actividad deportiva a un máximo nivel.

      En resumen, lo ideal sería disponer del presupuesto de los grandes clubes, con múltiples profesionales que se reparten todas las áreas médicas, y poder elegir a tus compañeros; pero sabemos que esto solo es posible muy pocas veces. Así que hay que agudizar el ingenio y conseguir la mejor cobertura médica con los recursos existentes. Con todo, en cualquier momento y circunstancia, es básico mantener la ilusión en este deporte y en la profesión médica.

      

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