La administración en el deporte. Othón Díaz Valenzuela
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CAPÍTULO 4
GENERALIDADES DE LA ADMINISTRACIÓN DEPORTIVA
El mayor reto de los administradores y directores en el deporte es el de alcanzar los objetivos que tengan establecidos sus respectivas organizaciones. Para ello deben realizar innumerables tareas encaminadas a hacer más eficientes los recursos, a establecer los caminos que se deben seguir para llegar al cumplimiento de las metas, y todo ello controlando y revisando las acciones que realicen, con la intención de retroalimentarse para corregir los errores y potenciar aquello que les es de utilidad.
Se trata entonces de un proceso complicado que puede realizarse de manera empírica, lo que generalmente es poco eficiente, casi nada exitoso; o también puede utilizarse un proceso sistemático y bien definido al cual se le conoce como proceso administrativo. Actualmente, el administrador o directivo que no basa sus acciones en este proceso está condenado a que sus organizaciones sufran una mayor incertidumbre, lo cual por lo general conlleva problemas que les impiden cumplir con el fin para el cual fueron creadas, llevándolas al estancamiento e incluso a su desaparición.
Para poder cumplir de manera adecuada con el proceso administrativo, los responsables deben contar con conocimientos, habilidades y experiencias que se describen con la intención de que el lector pueda compararlos con los que él posee, de tal forma que pueda adquirir aquellos que le hagan falta.
Los administradores y directores del deporte deben entender las fases del proceso administrativo. Es por ello que en este capítulo se resumen los cuatro pasos que lo integran de una manera diferente, ya que se utiliza el ejemplo del trabajo que realiza un coach de fútbol americano para entender de mejor forma la planeación, la organización, la dirección y el control.
Este capítulo es muy importante porque, en caso de que no se entienda el proceso administrativo, el aplicar los conocimientos de planeación, organización y dirección será más difícil y seguramente no se obtendrán los resultados esperados. Es por ello por lo que recomiendo no continuar con el estudio del siguiente capítulo en tanto los conceptos descritos en las generalidades de la administración no estén lo suficientemente claros.
CAPÍTULO 5
PLANEACIÓN ESTRATÉGICA
Todos los administradores y directores saben que deben conducir a sus organizaciones al éxito; sin embargo, en muchos casos no establecen de forma clara cuál es realmente el éxito que buscan, por lo que pueden desviarse y perder el rumbo, lo que puede poner en riesgo incluso la continuidad de la agrupación. Perder el rumbo implica que se utilicen recursos de forma equivocada, generando gastos que no traen consigo los beneficios que realmente puedan ayudar a la organización a cumplir con sus metas.
A lo largo de mi vida profesional he visto cómo las organizaciones deportivas carecen de los más elementales aspectos de planeación, ya sea porque nunca dejaron de atender la operación diaria y no trabajaron en un plan que los ayudara a disminuir la incertidumbre de su organización, o bien porque elaboraron un documento con los puntos que les podían ayudar; sin embargo, sólo lo hicieron para cumplir con un requisito, por lo que al concluirlo lo acaban guardando en un cajón y nunca lo utilizan como el plano que los llevará al éxito.
Es así que, aunque parezca algo evidente, es necesario tomarse el tiempo para definir de forma clara y precisa cuál es el objeto que se persigue. Además, es indispensable ponerlo por escrito y darlo a conocer a todos los que integran la organización, con la intención de que sepan la dirección a la cual deben encaminarse sus esfuerzos.
Una vez que todos en la organización saben el lugar hacia donde deben dirigirse, la alta dirección requiere realizar un diagnóstico lo más exacto posible de la organización y del entorno que la rodea, que permita conocer aquellos aspectos positivos y utilizarlos en favor del cumplimiento de las metas, y aquellas cosas que puedan resultar negativas para tratar de modificarlas, o bien buscar la forma en que afecten lo menos posible.
En el caso del análisis que se realiza de la propia organización, hay que considerar las instalaciones y los equipos, el factor humano, los recursos económicos, así como los elementos administrativos. Así es como se hacen las cosas. En cuanto al diagnóstico del entorno, se debe realizar estudiando la competencia, los mercados que existen, además de todos los aspectos políticos, sociales, climáticos, entre otros muchos que afectan a la organización.
Una vez que sabemos quiénes somos y qué está sucediendo a nuestro alrededor, teniendo claro adónde queremos llegar, es fundamental establecer los caminos que debemos seguir para lograrlo.
Hoy por hoy, los avances tecnológicos hacen que tanto las empresas como su entorno cambien de manera muy rápida. Es por ello que este proceso de planeación debe ser flexible y dinámico para que pueda adaptarse con facilidad a las circunstancias que se presentan cada día. Para lograrlo debemos revisar aquello que se ha decidido ayer, porque mañana puede ser inadecuado o incluso contraproducente, de tal forma que sea necesario volver a decidir.
CAPÍTULO 6
El PROCESO DE ORGANIZACIÓN
El primer elemento del proceso administrativo radica en la correcta asignación de los recursos de la agrupación, desde las instalaciones y los equipos, pasando por el factor humano y los aspectos financieros hasta llegar a las materias primas; de tal manera que en ningún caso escaseen o falten provocando retrasos o diferencias en los procesos, pero tampoco sobren, porque esto también es negativo al generar desperdicios o pérdidas.
Para lograr asignar los recursos de manera eficiente se requiere cubrir distintos aspectos. En el caso del factor humano, algunos de los más importante son: definir la estructura de los distintos puestos que requiere la organización para cumplir con sus objetivos, mediante la realización de un diagrama al cual se le conoce como organigrama y que sirve para describir todos y cada uno de los puestos de la organización, las jerarquías, establecer quién es el jefe y quiénes son los subalternos.
De igual manera, hay que garantizar que la persona que ocupe cada puesto cuente con los conocimientos, habilidades y experiencias necesarios para realizar las tareas que le correspondan de manera correcta; que cada puesto que se cree o que exista cuente con las actividades que justifiquen su existencia. Para conjuntar toda esta información existe el manual de organización.
También es necesario definir de forma clara todos los procesos que se realizan dentro de la organización, estableciendo cada una de las actividades, quién las realiza, dónde se realizan, qué materiales, equipos e instalaciones se requieren y el tiempo que tarda cada una de ellas, las cuales se integran en un documento al cual se le denomina manual de procedimientos.
En este capítulo busco mostrar paso a paso las acciones que se deben realizar para elaborar tanto el manual de organización como el manual de procedimientos, de tal forma que podamos contar con lo que podríamos decir de manera más simple que se requiere hacer para que funcione la organización deportiva en la cual estamos colaborando.
CAPÍTULO 7
DIRECCIÓN
Pongo una muy especial atención en este capítulo debido no sólo a que la palabra dirección es parte del título, sino porque se trata de un proceso extremadamente complejo que debe resolver todos los problemas que enfrenta la organización; y no sólo resolver aquellos que se generan dentro de ella,