¿Quién paga la deuda?. Bob Traa
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Una pieza clave que sirve para medir cualquier macroeconomía es el concepto de producto interno bruto (PIB), o Q, de quantity que en inglés significa ‘cantidad’. El PIB es la suma de todos los bienes y servicios producidos en la economía en total, que es típicamente medida trimestral o anualmente y es algo que se puede comparar con otros países del mundo.
Los bienes y servicios, en cada economía, son producidos empleando a las personas y permitiendo que estos empleados trabajen con máquinas (camiones, maquinaria manufacturera, computadoras, plantas eléctricas, etc.) y se adscriban a reglas de conducta de todo tipo (leyes, normas y reglamentos del país) para generar el PIB del país. Entonces, podemos decir que el resultado (Q) que produce una economía es en general una función de la interacción de trabajo (L del inglés labor) y capital (K). El trabajo es un factor de producción que comprende diferentes tipos de actividades; por otro lado, el capital es otro factor de producción que comprende todo tipo de máquinas e instrumentos que contribuyen a la productividad del trabajo.
Q = f (L, K)
Ahora debemos medir estas tres cosas: producción, trabajo y capital para comprender cómo estos interactúan y qué significan al final. No es una tarea fácil. Las autoridades miden la producción y reportan los resultados trimestrales y anuales, recogiendo datos de las fábricas, tiendas, sitios turísticos y muchas más entidades productivas, para mostrar cuánto producen en un periodo de tiempo determinado. El Instituto de Estadística y el Banco Central son los responsables de hacer la sumatoria internacionalmente acordada y luego publicar la información del producto interno bruto. Calcular el PIB es un trabajo de gran magnitud, pero hay mucha experiencia en hacerlo en todos los países y los números son a veces revisados y actualizados en función del tiempo, para que sean más precisos —un ejercicio difícil, pero manejable—.
Luego tenemos el factor “trabajo”. En sentido económico, comprende a toda la gente que trabaja, más las personas autoempleadas, incluyendo los dueños de las fábricas y otros tipos de emprendedores. La gente que está desempleada (D) no se cuenta como “trabajo” porque no produce nada, por ahora, pero son potenciales trabajadores, en cuyo caso se contarían como parte del factor laboral. La medida de “trabajo,” por tanto, es conceptualmente fácil y el gobierno publica las cifras sobre el número de personas que trabajan.
Podemos decir que la medida del factor trabajo es el “número de personas empleadas” (L=E). Dado que algunas personas que tienen un empleo trabajan 25 o 30 horas por semana, mientras que otros trabajan 50 o 60 horas semanales, algunas instituciones de estadística también empezaron a medir el factor “trabajo” no en personas empleadas (E), sino en “número de horas trabajadas” (H) en un periodo de tiempo determinado. Por ahora, nos quedaremos con el concepto más fácil de “número de personas empleadas”.
El factor “capital” (K) es el más difícil de medir, porque comprende muchas cosas que no pueden ser fácilmente añadidas. Pero hay buenas noticias sobre este tema: podemos medir “los efectos del capital” en el sentido más amplio, o sea, que el capital es lo que hace a los trabajadores más productivos. Por esto, un trabajador que no dispone de ninguna máquina en una fábrica, puede ser que produzca 10 unidades como producto; mientras que un trabajador en una fábrica donde dispone de máquinas altamente sofisticadas puede producir 100 unidades de producto en un tiempo determinado. Entonces, podemos decir que el segundo trabajador es 10 veces más productivo que el primero. Las inversiones en máquinas, carreteras, puertos, aeropuertos, universidades, buenas leyes, un buen sistema judicial y el tener acceso a tierra fértil y recursos naturales son todas formas de “capital” que hacen que cada trabajador en la economía, en promedio, sea más productivo.
Todos los países tratan de mantener cierto nivel de inversión (I), porque las inversiones se acumulan para formar el stock de capital (K). La educación también es una forma de inversión —es inversión en el stock de capital humano—. Los países con mejor desempeño en inversión, en general, tienden a tener un stock de capital (físico y humano) más grande. Asimismo, los trabajadores que, en su ocupación, tienen acceso a un stock de capital avanzado y amplio producirán más y generarán un PIB más grande: el stock de capital más amplio hace a los trabajadores más eficientes y productivos. Entonces, la función de producción que hemos visto anteriormente dice que es la combinación de los factores labor y capital la que determina el tamaño del PIB.
Ahora podemos dar la vuelta a la pregunta de ¿qué hace que un país tenga cierto nivel (potencial) de producción o PIB?, para decir que todo el PIB es el producto del trabajo y la productividad laboral. Podemos medir la productividad laboral dividiendo la producción para el número de personas que han producido este resultado. Si un país cuenta con muchas máquinas, excelente dotación de recursos naturales, muy buenas universidades, buenas carreteras y puertos e infraestructura, buenas leyes y buenos jueces, entre otros —entonces cada empleado tiene acceso a un gran stock de capital—, podemos decir que esto hace que cada unidad laboral sea “más productiva”.
Si dos países, donde cada uno emplea 5 millones de unidades laborales, pero tienen muy diferentes niveles de “capital”, producirán diferentes niveles de PIB. El país con poco capital —poca inversión— producirá un PIB moderado; el país con altos niveles de capital —mucha inversión— producirá mucho más PIB. Al mismo tiempo, los países con más gente tienden a PIB más grandes con cierto nivel de capital per cápita y los países pequeños con población pequeña y pocos trabajadores con el mismo nivel de capital per cápita, tenderán a un nivel moderado de PIB.
Q = L * (Q/L)
producción = empleo * producción por unidad laboral (productividad laboral)
Así, si queremos saber cuánto puede producir una economía, necesitamos estudiar dos temas: ¿Cuántos empleados tiene el país y cuán productivo es cada empleado en promedio? Este tren de pensamiento nos lleva a considerar la demografía.
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Población (POB). Podemos decir, como principio general, que el tamaño y la evolución de cada economía están ancladas en su demografía. Para ponerlo en términos simples, un país con muchos ciudadanos tendría una fuerza laboral y empleo más grandes; lo que se traduce a una economía más grande.2 Vale la pena decirlo de frente que, esto NO significa que los países más grandes tienen un estándar de vida y bienestar más alto, porque eso depende de otras cosas tales como eficiencia y, de hecho, de la política del país. El estándar de vida es, por tanto, otro concepto diferente que veremos más tarde. Simplemente dice que, con más empleados, uno puede producir más bienes y servicios, así de simple.
Miremos el caso del Ecuador. ¿A cuánto asciende la población de hoy en día; cuántos ecuatorianos había en el pasado?, y según los demógrafos profesionales (científicos que estudian la estructura y el crecimiento de la población) ¿Cuánta población se espera que exista en el futuro? El gráfico 1 responde a la pregunta usando las bases de datos de la ONU y del Banco Mundial. Estas instituciones trabajan en conjunto con los estadísticos y demógrafos del Ecuador, por lo que las estimaciones y proyecciones son al final un esfuerzo colaborativo y nosotros nos basaremos en esos números para el análisis que sigue a continuación.
Las cifras muestran que la población del Ecuador era de 3.5 millones de habitantes en 1950, y que, para