Cómo obtienen los reporteros la información. Rigoberto López y Quezada
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Simplemente, para entrevistar a un personaje se le debe hablar en los términos de su especialidad y el reportero debe dirigirse al entrevistado en su lenguaje técnico de la profesión en que se desenvuelve, y el entrevistador que no tenga los conocimientos mínimos necesarios de la habilidad de su entrevistado, difícilmente hará un buen trabajo, además, en su medio de comunicación se dan cuenta y puede costarle el empleo, o le encargarán a otro periodista ese trabajo.
El ser audaz no lleva precisamente a un reportero a realizar buenos reportajes o entrevistas, eso corresponde al periodismo del pasado, aunque no debe descartarse la audacia, ahora es necesario tener conocimientos de lo que se va a reportear, o de antecedentes y desempeño de a quién se va a entrevistar —sobre todo en el periodismo escrito— para después escribir y describir con lujo de detalles y autenticidad el entorno y lo que se vivió en aquel lugar donde se obtuvo la noticia, o de lo que se habló con aquel personaje manifestando su figura, su semblante, sus reacciones, sus enojos o sus sonrisas, cuando se le hizo tal o cual pregunta.
En el periodismo escrito, o para la radio, del siglo XXI, se trata de llevar al lector de la mano al lugar de los acontecimientos, esto se logra con la forma en que se describen los momentos vividos al cubrir una noticia, al hacer una entrevista, su entorno, o un reportaje, ahí está el secreto de hacer un buen periodismo.
Pero lograr lo anterior no es fácil, se tiene que aprender a escribir sin faltas de ortografía, de puntuación o de sintaxis. Se requiere no repetir palabras en un mismo párrafo, no escribir en presente y pasado en una misma línea, tampoco usar, indistintamente, como hilo conductor de narración, a la primera persona y suplirla por la tercera, o por la segunda, o usar gerundios constantemente, de la misma manera que no se pueden equivocar los nombres o los cargos de los funcionarios, las direcciones o las fechas.
Esto por citar las fallas más comunes que he encontrado en los trabajos que cada semana les dejo a mis alumnos de tarea y que corrijo personalmente; sin embargo, también les insisto que por falta de práctica se cometen errores, por lo que deben escribir todos los días, así como también leer los periódicos y revistas como hábito cotidiano.
Algunas veces me han preguntado si se nace con la vocación de periodista, o ésta se adquiere. Mi respuesta es que tuve grandes maestros que fueron reporteros empíricos, todavía no existía la carrera de comunicador, hasta la mitad del siglo pasado, pero ahora he encontrado también buenos periodistas egresados de escuelas y universidades, con mayores conocimientos y cultura, quizá, que mis antepasados mentores y guías en este oficio. De aquellos existen algunos ejemplos, pocos, tan cultos como Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura en 1982, quien antes de ser escritor fue reportero en su natal Colombia, o Jacobo Zabludovsky, ex reportero de Novedades, en los años cincuenta, y gran lector consuetudinario, o Ryszard Kapuscinski —recientemente fallecido— que empezó en este oficio en Polonia, su cuna. Escribió más de diez libros y era candidato al Premio Nóbel de Literatura en 2007. Escribía muy bien.
El periodismo especializado se va adquiriendo con el tiempo. El ejercicio diario de la profesión le permite a cualquier reportero ir almacenando cada día más conocimientos, e ir haciendo más relaciones en una fuente informativa y esto contribuye a la especialización. Además se debe leer diario acerca de lo que va surgiendo en esa fuente asignada. Así como escuchar y ver noticieros de radio y televisión.
En este libro menciono también al final algunos temas acerca del periodismo digital y electrónico, de los nuevos conocimientos en informática, de las ediciones on line, el medio que soporta la información y que puede ser considerado como una biblioteca digital global consistente en datos de audio y video, y con posibilidad de ser comercializados de manera instantánea, sin necesidad de almacenamiento.
Asimismo, toco los temas de la teleinformática, de la modernización informativa, del periodismo digital y sus barreras; de los weblogs que usaron los corresponsales de guerra en Iraq, para aportar una visión humana y directa de los acontecimientos y todo lo referente al futuro de los medios y de la comunicación, como parte del periodismo del futuro, en este siglo XXI que empieza.
Estoy consciente que no faltará quien piense que la era del periodismo on line está cambiando la forma de reportear, de buscar la noticia, sí, quienes piensen así tienen razón; sin embargo, de los 19 diarios con circulación nacional en la ciudad de México, sólo dos, los más importantes, El Universal y Reforma, trabajan en una redacción digital con los modernos sistemas electrónicos, y se pueden consultar por internet, el primero gratuitamente, el segundo no. Para trabajar de tal forma se requiere de una fuerte inversión que los modestos medios impresos y estaciones de radio no pueden hacer, entonces, consideré válida la propuesta que expongo en esta publicación para hacer un periodismo especializado como se ha realizado tradicionalmente y se seguirá haciendo todavía por muchos años, tanto en América Latina como en otros países en desarrollo.
Un complemento que considero importante para la mejor comprensión de este trabajo son las entrevistas a periodistas profesionales que practican desde hace muchos años un periodismo especializado, ya sea en radio, televisión, o en alguna fuente determinada para prensa escrita, lo cual nos permite conocer en forma directa cuáles son los principales problemas a que se han enfrentado y cómo realizan su labor cotidianamente al desempeñar una especialización informativa para los diferentes medios de comunicación.
Al final de este libro se encuentra un Apéndice con información más detallada para los lectores que deseen tener un mayor conocimiento sobre los temas que no sólo corresponden a la fuente policíaca, ya que incluyo, resumido, el Código Federal de Delitos Comunes y Federales, así como lo último de la Ley General sobre el Secuestro, de los Derechos Humanos y del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) ya que estas fuentes informativas se pueden considerar como de nueva creación, y la forma como se pueden conseguir los datos que necesitemos de éstas, así como de otros temas que los reporteros deben conocer. Algunos se preguntarán ¿por qué?, la respuesta es, porque el periodista debe saber de todo.
Deseo que este libro les sea de utilidad.
ORGANIGRAMA DE UN PERIÓDICO,
O DE UN NOTICIERO DE RADIO O TV
A continuación expondré las funciones principales de cada uno de los integrantes del organigrama de un periódico, o de un noticieron de radio o televisión, con el fin de que el lector tenga un conocimiento más amplio de la labor de cada directivo, ya que en un diario todos deben trabajar en conjunto para obtener un mejor producto. Son como los integrantes de un equipo de futbol americano, si alguno no hace bien su trabajo, la jugada no llega a culminar con el éxito deseado por todos. Debo aclarar que en determinados medios de comunicación se han hecho algunas variantes propias a los quehaceres de sus ejecutivos, pero esto es sólo para darle un toque de exclusividad, para que se diga que en tal o cual parte se trabaja de tal o cual manera, pero las atribuciones esenciales de quien desempeña estos puestos no cambian.
Con el propósito de que se comprenda el organigrama, expongo el siguiente ejemplo:
En Televisa, el dueño es el señor Emilio Azcárraga, el director de noticieros es Joaquín López Dóriga, y también trabajan para hacer posible el noticiero jefes de redacción, de información, reporteros,