Cómo obtienen los reporteros la información. Rigoberto López y Quezada
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Desde luego que el jefe de redacción debe ser también un periodista que conozca las entrañas del oficio, ya que muchas veces se pone de acuerdo con el jefe de información para ordenar entrevistas o reportajes que sean de primera plana. Jefatura también las páginas on line.
El jefe de redacción supervisa también el trabajo de los editores de las diferentes secciones, por lo tanto, debe estar en contacto con éstos, para que el contenido en conjunto de todo el periódico sea lo más valioso posible y que resulte agradable a los lectores.
También este funcionario tiene a su cargo revisar las columnas de los encargados de este género periodístico, y las diagrama en el lugar que se les asigna específicamente. Revisa asimismo los artículos de los colaboradores que tienen un espacio en las secciones editoriales y supervisa los cartones de los caricaturistas que se publicarán al día siguiente.
Realiza en ocasiones funciones de corrector de estilo. En algunas redacciones se dice que cuatro, seis u ocho ojos ven mejor que dos, por lo que una misma nota, artículo o columna a veces es revisada, además de por su autor, por el jefe de información, el jefe de redacción y en determinadas ocasiones hasta por el subdirector —si existe este cargo— o el director, si la noticia es de primera plana.
El jefe de redacción debe tener también una agenda amplia y al igual que el director conviene que realice labores de relaciones públicas con personajes importantes de la política y la sociedad en general.
Si el director del periódico no se encuentra en la redacción, el jefe de redacción es el funcionario de mayor jerarquía. Sus horarios de trabajo —en algunos periódicos— suelen ser distintos a los del director —aunque sí coinciden en las juntas de evaluación—, con el fin de que exista un jefe a toda hora en la redacción, por si surge una noticia muy importante, es él quien buscará de inmediato al director para informarle.
El jefe de redacción se encarga también de recibir a personajes importantes, en el caso de que no se encuentre el director. Atiende a grupos de estudiantes o turistas que quieren conocer las instalaciones del rotativo y obtener información de cómo se hace un periódico, por lo tanto, se convierte en guía y debe explicar de principio a fin la forma de hacer un diario, o una revista, dependiendo de cuál sea el medio para el que trabaje.
En ocasiones, el jefe de redacción suple las ausencias del director, por lo tanto quien ocupa este puesto debe conducirse con profesionalismo, tacto político y prudencia, ya que tiene en mente que algún día puede ascender a la dirección del periódico.
El jefe de información
Se dice que el jefe de información es la columna vertebral de un periódico o de un noticiero.
Es el encargado de dar las órdenes de trabajo a los reporteros y fotógrafos, por lo que esencialmente debe ser un periodista que esté informado de todo lo que ocurra, no solamente en su ciudad o país, sino en todo el mundo.
Desde luego, este funcionario debe poseer un gran olfato para la noticia, así como manejar buenas relaciones públicas, ya que con estas cualidades puede enviar a sus reporteros a conseguir las informaciones exclusivas, o los mejores ángulos de una información que puede ser de primera plana en la edición del día siguiente.
El jefe de información debe tener una agenda muy completa con teléfonos y correos electrónicos de funcionarios y personajes que puedan dar noticias a sus reporteros. Si a éstos se les dificulta conseguir una entrevista o hacer un reportaje, en algunas ocasiones, por sus buenas relaciones, este funcionario interviene para que personas físicas o morales, funcionarios o políticos, reciban a sus enviados y les proporcionen los datos que les soliciten.
Se convierte el jefe de información, en cierta forma, en el orientador de los reporteros y fotógrafos sobre cómo deben hacer un buen trabajo periodístico. A veces sugiere la entrada de la noticia a un redactor e incluso le puede indicar a un fotógrafo desde qué ángulo quiere una toma fotográfica, o cómo podría tomarse mejor una fotografía.
Generalmente, el jefe de información es un experimentado periodista que cubrió la mayoría de las fuentes informativas como reportero. Conoce todos los vericuetos, las mañas y los secretos de quienes proporcionan la información y se las transmite a sus enviados con el fin de obtener buenas noticias.
Este funcionario llega muy temprano al periódico y hace las órdenes de trabajo para los reporteros que deben conseguir la información que les pide para ese día. Gracias a los adelantos modernos, ahora a algunos reporteros les envía su orden de trabajo por mail. En esa orden les hace indicaciones explícitas de dónde deben ir, a quién deben entrevistar, qué cuestionarios o preguntas deben hacer, en fin, busca facilitarles el trabajo a sus enviados. Si en una orden de trabajo aparece la palabra debe, esto quiere decir que a la empresa le interesa que esa información se cubra con esmero y dedicación y lo mejor será que el reportero pida instrucciones precisas a sus jefes. Por la tarde el jefe de información habla con cada uno de sus reporteros y les exige cuentas noticiosas de lo que les encargó en la mañana.
Un jefe de información debe ser una persona enérgica y actuar con firmeza con reporteros y fotógrafos. En ocasiones actúa como psicólogo con su personal, debe conocer a todos ellos muy bien, saber cuáles son las mejores cualidades de unos y otros. Algunos periodistas se distinguen mejor como redactores que como reporteros, o viceversa.
Un buen jefe de información debe cuidar a sus reporteros y fotógrafos, no los puede enviar a cubrir misiones en las que corra peligro su vida. Sin embargo, en los tiempos actuales hemos visto en la televisión hazañas casi heroicas que han realizado algunos reporteros en donde han expuesto sus vidas con tal de conseguir un buen reportaje, pero esto no es lo que debiera pedirles el jefe de información. Cuando de este tipo de trabajos riesgosos se trate, puede sugerirles que no se expongan demasiado con tal de conseguir la noticia, es más importante la vida de sus enviados, en primera instancia, que tratar de ganar una información. Depende muchas veces del arrojo del reportero que quiera exponer su vida con tal de obtener una nota importante.
De este funcionario se ha dicho que de él depende el éxito de una publicación o su fracaso, ya que los reporteros y fotógrafos son los que aportan la materia prima de un medio de comunicación, de lo que vive toda publicación que es la noticia, y quien la ordena es el jefe de información, ya sea para prensa, radio o televisión. Se llegó a reconocer que Excélsior fue un gran periódico en los años sesenta del siglo XX porque Armando Rivas Torres era un magnífico jefe de información. Este periodista después, en 1968, fue director de El Universal; sin embargo, en tal puesto no funcionó para los intereses de la empresa.
Un buen jefe de información puede elevar el tiraje de un medio impreso, o puede hundirlo si no presenta un buen producto noticioso.
Es frecuente escuchar entre el gremio periodístico cuando un jefe de información, que aparenta ser capataz con reporteros, fotógrafos o camarógrafos y les ordena reportajes, entrevistas o conseguir noticias raras o peligrosas, o casi imposibles, de él dicen: “está pidiendo lo que él nunca consiguió hacer como reportero”.
El jefe de información tiene la difícil misión de quedar como “el cohetero” porque debe verse ante los reporteros y fotógrafos como amigo y consejero, aunque los tenga que regañar cuando no llevan el material noticioso que él ordenó, incluso en algunas ocasiones los tiene que castigar con extrañamientos o suspensiones que se asientan en las órdenes de trabajo de los redactores, o recibe la orden de la Dirección de que los corra cuando pierden una noticia importante y él tiene que comunicarles su despido. También debe quedar bien ante el jefe de redacción y el director, para que vean estos