Conciencia akáshica. Eric Barone

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Conciencia akáshica - Eric Barone страница 4

Автор:
Серия:
Издательство:
Conciencia akáshica - Eric Barone

Скачать книгу

empezó seguramente en sus encarnaciones pasadas y hay que suponer que la continuará en sus próximas. Aprovechemos conocerlo en su presente incorporación en nuestra humanidad, perdonémosle sus excesos de tecnicismo cuyos motivos ya fueron explicados... y agradezcámosle, a veces, por darnos unos textos de acceso fácil y agradables de leer. Es el caso, por lo menos, de la reseña de la presente obra. El resto del libro es sólo destinado a los que quieren encontrar soluciones concretas a los peores problemas de su vida, pero de modo nunca pensados ni presentados hasta hoy en día.

      Por fin, cuando en el último encuentro que tuvo con el editor de esta presente obra, alguien le preguntó al autor cuál es su misión espiritual... después de una larga sonrisa enigmática contestó: «la más importante de mis 40 misiones es atender a cada individuo que lo necesita y lo pida, y hacerle percibir los enfoques de su vida que nadie pudo revelarle... de tal modo que los dos podamos aprender. Luego, otra de mis 40 misiones es compartir con cada lector los frutos del árbol invisible de la sabiduría que todos somos capaces de ver... y pocos capaces de recoger. Mi ambición personal se limita a ser un buen jardinero, poder transformar los infiernos interiores llenos de plantas carnívoras que dejamos crecer en nosotros por el fermento de las neurosis, y mostrar dónde se esconden los jardines paradisíacos que también tenemos escondidos en los valles de nuestra alma.»

      ¿Cómo concluir sobre este autor? ¡Como editor me parece imposible hacerlo! Pero como persona sí, puedo proponer lo más sencillo:

      Leamos, experimentemos lo que enseña... luego juzguemos.

       Parte 1

      ¿Qué es el cuerpo bioenergético según la Terapia Akáshica?

      Observación de los compiladores:

      Nos pareció que el capítulo más descriptivo del autor se encuentra en el libro: Hipnotismo & Bioenergía.

      En efecto, este libro es esencial para comprender qué relación existe entre la conciencia y la bioenergía.

Libro de Origen: Hipnotismo & Bioenergía N° Capítulo: 2 Título: ENCONTRAR LA FUENTE DE LA VIDA EN LA BIOENERGÍA

      No deseo asustar a mi lector, sino sólo orientar su pensamiento... por favor, no se sobresalte, sólo piense.

      ¿Sabía Ud. que convive con un extraterrestre escondido en su cuerpo?

      Supongo que si fuera un ferviente ovnílogo le encantaría saberlo... pero si mi lector es un pragmático, racional hombre concreto que sólo se interesa por lo científicamente demostrado, tal vez corremos el riesgo de que cierre este libro. Le pido solamente leer una página más antes de tomar su decisión.

      Existe una energía cuyo estudio sería clave para la ciencia moderna si tuviéramos algún captador electrónico o bioquímico que pudiera demostrar su existencia. En países orientales es ya conocida y empleada cotidianamente desde hace milenios, pero la falta de claras definiciones y de medios de medición, hace que no sepamos si el “prana” del cual hablan los maestros hindúes, es lo mismo que la energía que circula por los “meridianos” estudiados en la medicina china, o la “consciencia cósmica” de la cual hablan los espiritualistas occidentales, o el “Espiritu Santo” adorado por los cristianos, el “vril”, el “orgón”, el “magnetismo universal”... en otras palabras no sabemos si estas creencias o culturas se refieren a la misma energía con nombres diferentes o si se trata de energías sin relación entre ellas.

      La energía ligada a la vida, nosotros, la llamaremos «Bioenergía», (que no se debe confundir con la Bioenergética de Lowen) y adelantaremos una lista de definiciones que podrán ser útiles al lector que, supongo, ya estará ansioso por encontrarse con el extraterrestre que evocaba al inicio del capítulo.

      La bioenergía es de una única naturaleza, pero de doble polaridad que cambia automáticamente de sentido cada tres mil años. Existen pocos medios a nuestra disposición para obligarla a cambiar de polaridad cuando nos parezca necesario, citamos: la alquimia, los milagros de santos -obviamente siempre de naturaleza energética en razón de la gran vecindad que existe entre bioenergía y energías espirituales- y ciertas prácticas de vida espiritual (que no están ligadas al funcionamiento del cuerpo, no se trata por ejemplo de vegetarismo ni de castidad).

      Para despreocupar al lector, y evitarle tener que buscar más lejos, le comunico que está al alcance de una persona de cada trescientos mil el poder efectuar estos cambios de polaridad a voluntad. En conclusión vivamos con la bioenergía que tenemos, y contentémonos con observar la epopeya de su transformación.

      Se presenta bajo la forma de pequeños filamentos de 3 centímetros de longitud y de un trimillonésimo de milímetro de espesor. Se apoya y circula en un medio extraño y de naturaleza todavía inexplicada, el medio donde se mueven las fuerzas que relacionan los contrarios. Por ejemplo: entre la materia y el vacío, la fuerza de gravedad, la fuerza centrífuga y la centrípeta, la fuerza que permite a los neutrones conservar su vacío entre los núcleos y los electrones, la fuerza que en el chakra del corazón del hombre opone el egoísmo al altruismo, el límite entre el blanco y el negro, la luz y la oscuridad, el hombre y la mujer, la vigilia y el sueño, etc...

      No podemos decir que “es” la energía de la vida sino uno de sus más importantes ingredientes.

      Sí, podemos afirmar que “es” la energía de la consciencia, de la inteligencia y del saber. No es como la electricidad nerviosa, no pasa por los circuitos conocidos tales como neuronas, axones, dendritas; no participa de la materia cerebral misma, por ser de otra naturaleza más sutil, dicha materia cerebral es prisionera de un mundo de solamente tres dimensiones, (tal como todo lo que concierne nuestro cuerpo físico y a los cinco sentidos). La bioenergía, por su parte, se mueve en un mundo de cuatro dimensiones; la cuarta dimensión en cuestión no es la del tiempo, sino la constituyente de este “medio de los contrarios” descripto anteriormente.

      En nuestro cerebro material, ella constituye una red de filamentos relacionados lógicamente entre ellos tal como las energías constituyentes de un software en una computadora. Digamos que en el ser humano, las pistas por donde circula esta energía están ligadas a las moléculas de agua.

      Esta naturaleza sutil es el origen de que apenas el 2% de la consciencia more en el cerebro neuronal (neurofisiológico) mientras el 98% restante se encuentra disperso por varios otros lugares energéticos de nuestro cuerpo.

      Para que podamos empezar a dividir las aguas respecto de nuestra inteligencia y de la consciencia, sepamos que: todo lo que concierne al uso de objetos “materiales y concretos” depende de la consciencia neuronal propiamente dicha, es de naturaleza eléctrica, utiliza los fenómenos sensorios y motores descriptos por la neurofisiología, pertenece al mundo de tres dimensiones y sólo se puede canalizar a través de los cinco sentidos. Todo lo que concierne a objetos “abstractos, inmateriales” se apoya sobre la consciencia bioenergética, vive en un mundo de 4 dimensiones, y se refiera a esta red descripta anteriormente.

      El extraterrestre que vive en nosotros, es finalmente este otro “yo”, responsable de la vida abstracta, conceptual, espiritual, inmaterial, autor de todo lo grande que el hombre construyó desde hace milenios. Un ejemplo sintético podría verse en la gran pirámide de Keops. Es un producto material, existe en el mundo tridimensional, fue bien construida por hombres neuronales. No obstante, la inteligencia que calculó sus medidas conocía la ciencia de las otras dimensiones donde la consciencia se mueve, y por el poder mismo de este conocimiento, plasmó en este monumento una verdadera anomalía espaciotemporal, capaz de momificar la materia biológica, de amplificar las radiaciones psicotrónicas

Скачать книгу