Conciencia akáshica. Eric Barone
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El extraterrestre que vive en nosotros “es” esta organización bioenergética de la cual dependen nuestra inteligencia y sus creaciones. Este ser que tiene órganos energéticos, 18 cuerpos y 60 sentidos diferentes, puede vivir en un mundo que tiene desde 4 hasta 22 dimensiones según el desarrollo espiritual que alcanza la persona; es el que puede explicar todos lo fenómenos de la vida y de la muerte, de las superación de la inteligencia, de los hechos espirituales y supranormales, que la ciencia no puede explicar.
Prácticamente, nuestro extraterrestre es el responsable de la vida, de la muerte, de los 42 estados de consciencia, de las relaciones entre humanos, sin olvidarnos de... nuestros sueños.
¿Por qué de ellos? porque desgraciadamente, durante el día, le prestamos tan poco interés a este ser extraordinario que albergamos, que solo puede despertarse y liberarse mientras nuestro cuerpo físico duerme.
¿Cuál es la saga de la bioenergía, y cómo conduce a dar nacimiento a este extaterrestre interno?
El otro yo interno que tenemos es producto de una construcción hecha en paralelo a la de nuestro cuerpo físico. Su historia empieza con el décimo latido de nuestro corazón cuando éramos feto. En él se incorporó nuestra alma, llegando de su viaje de transmigración después de su desencarnación anterior. El alma (conjunto energético) se plasmó en las células nerviosas de nuestro minúsculo corazón gracias a un canal que partió de la columna vertebral de nuestra madre, entre su 4ta y 5ta vértebra lumbar, sede de lo que, por ahora, llamaremos el alfomega. Se prolongó a través del cordón umbilical para llegar hasta nosotros, por ese motivo nuestro ombligo quedará por toda nuestra vida como el lugar preferencial de entrada de la bioenergía de vida.
En el momento de nacer, en el preciso instante en el que se corta el cordón umbilical, se incorpora en nosotros un cuerpo energético llamado “cuerpo de causalidad de la naturaleza”; es el que nos ligará para siempre a la madre de todas las madres: la naturaleza. No debería sorprendernos al descubrir que todos los daños que cometemos contra ella, se transforman en castigo para cada ser viviente del planeta, somos responsables de ella y de lo que hacemos.
Desde nuestro nacimiento hasta los 6 años de edad, los 18 cerebros de nuestros 18 cuerpos desarrollan sus prolongaciones nerviosas, cada una sobre un plano más sutil que la anterior, y se provocan las interconexiones entre estos 18 cuerpos. Por ese motivo, los trastornos ocurridos en este período1 de la infancia se traducirán en difícultadas, ventajas, problemas o anomalías, durante el resto de nuestra vida.
Ya llegó a su estructura definitiva nuestra organización bioenergética pero ¿de qué está constituida verdaderamente?
- Varios chakras, (torbellinos energéticos), de los cuales 7 son los más conocidos, ellos se harán responsables de nuestra vida psíquica.
- 72.000 nadis , (canales de energía que recorren todo el cuerpo) dicen los maestros hindúes , los médicos chinos reconocen 14 de ellos y los llaman “meridianos”; ellos son responsables de conducir las energías a cada órgano, y aseguran la estabilidad de la salud física.
- un canal central de energía, llamado “kundalini” sube por la columna vertebral; será la energía espiritual, sostén de la energía mental, base de la abstracción y de todas las facultades superiores del hombre. Es como una línea de alta tensión que se distribuye al cuerpo a través de los meridianos y se concentra en los chakras.
- los 18 cuerpos, de los cuales 17 existen en un plano sutil apoyándose sobre el cuerpo físico. Como son construidos a imagen de dicho cuerpo, tienen todos: un cerebro, un sistema neural que se distribuye por filamentos, 5 sentidos totalmente diferentes que los del cuerpo físico. Todos funcionan sobre la misma
base, absorber-digerir-metabolizar-desarrollarsedesechar residuos. Entendemos que para estos 17 cuerpos se trata de efectuar este ciclo sobre la base de energías.
- cuatro fetos, son como cuerpos en reserva, que según la evolución de la persona, “quemarán” cuatro cuerpos sutiles de los 18 y los reemplazarán, aportando un nivel de desempeño totalmente diferente. En realidad, nadie sobresale en la humanidad sin que uno o varios de estos fetos se haya desarrollado.
- tercer ojo, es uno de los chakras principales, pero tiene tantas atribuciones que su rol preponderante es en lo que se llama “ser humano”. Percibe lo inmaterial , domina la actividad mental, crea lo bueno y lo malo, agrede si es trastornado o defiende si es equilibrado, es el órgano principal de relación entre los humanos. Nos ubica más allá del tiempo y del espacio. Es el que viaja en las otras dimensiones y penetra en los varios niveles de consciencia que tenemos.
- la glándula pineal es el director de orquesta de todo lo anterior, en ella se funden la energías cósmicas captadas por el chakra coronario, es el crisol donde se genera lo esencial de las transformaciones humanas, hacia ella llega la kundalini, alimentándola constantemente con un alto voltaje. Lo más importante es que coordina los 6 otros componentes del extraterrestre, y podríamos decir que es su sistema nervioso central.
Ya sabemos qué constituye nuestro “extraterrestre”, pero ¿cómo se alimenta, digiere, metaboliza, se desarrolla, y finalmente cómo descarta sus desechos?
Las energías de vida están en todas partes, en el agua que bebemos, en el aire que respiramos, en todo lo que comemos. La aspiramos también por toda la superficie del cuerpo, particularmente los chakras y el ombligo.
Esta energía, forzosamente mezclada con “bioenergía de muerte”, se concentra en el chakra períneal (ubicado entre la parte anal y genital) donde se comporta como en un tanque de decantación.
En una persona sana, la “bioenergía de muerte” pasa de este tanque al tracto intestinal donde se elimina con las deposiciones. En una persona enferma o mal equilibrada, puede ir a cualquier lugar del cuerpo para empezar a envenenarlo; en efecto, no deberíamos tener nunca más de 5% de energía de muerte en ninguna parte del cuerpo.
Muchos se preguntan ¿por qué esta energía de muerte es indispensable para la vida? Si en cada célula tuvieramos cero por ciento de esta energía y cien por ciento de bioenergía de vida, la célula humana sería eterna, se reproduciría sin fin, y en días, la humanidad cubriría la tierra de una capa de monstruos, (imaginen nuestro cuerpo en crecimiento constante y sin límite de tiempo). La bioenergía de muerte presente en cada célula se apoya sobre el reloj biológico que contiene el núcleo celular, y sencillamente y sin remordimientos “la mata” cuando su hora ha llegado.
¿Qué ocurre con la bioenergía de vida? En realidad le falta pasar por el sistema digestivo propio de los cuerpos sutiles, de hecho, tal como es, no puede ser asimilada por ellos, debe transformarse en kundalini. La equivalencia del estómago y tubo digestivo de los cuerpos energéticos se encuentra en el diafragma. Este