necesitan un cambio de ropa, no sientan vergüenza de ir manchados, incómodos, etc. Es conveniente que la muda de repuesto esté siempre en clase, para facilitar la tarea de los monitores, docentes y familia. Las prendas deben estar previamente etiquetadas, ya sea por nombres, colores o alguna identificación clara. En el caso de alumnado con discapacidad visual, existen etiquetas en braille.
¿En qué casos se pueden utilizar?
Puede resultar habitual realizar actividades con las que puedan mancharse la ropa.
También es frecuente salir de casa muy temprano hacia el centro escolar, por lo que a horas tempranas suele hacer más frío y conforme va avanzando la mañana la temperatura suele aumentar. Por ello, es necesario prever esto para que el alumno, según la estación, vaya acorde con la vestimenta.
Unido a esto, quizás haya alumnos que no tengan control de esfínteres y a los que les sea necesario contar con una muda para posibles cambios. La bolsa de muda debería incluir: ropa interior, pantalón o falda y camiseta o jersey.
Camisa adaptada con velcro para facilitar su manipulación
Recuerde
Las prendas deberán estar adaptadas a las características y a la comodidad del alumno.
Actividades
1. ¿Qué otras actividades propone para la enseñanza- aprendizaje de las estaciones y prendas de vestir?
2. En el supuesto práctico de que tuviera un alumno con discapacidad auditiva, ¿cómo le haría partícipe de los debates y lluvias de ideas en clase?
3. Investigue en Internet acerca de tiendas que vendan ropa para discapacitados. ¿Se encuentran muchas? ¿El precio de la ropa adaptada es más caro que el de la ropa sin adaptaciones?
3. Estructura del entorno: alimentación para el recreo
La estructura del entorno y del contexto va a influir sobre el rendimiento del alumnado, ya sea de manera directa o indirecta.
Al ser el centro educativo un espacio abierto, se deben fijar para su correcto funcionamiento una serie de normas o principios que desarrollen al alumno en su totalidad.
El recreo forma parte de este entorno, ya que no es solo un patio o zona de juegos, sino que en él se desarrolla parte del currículum oculto, las relaciones entre iguales sin supervisión directa de un adulto, la interacción con el entorno e incluso la alimentación.
Como se verá en este punto, la alimentación para el recreo es fundamental, ya que va a aportar numerosas ventajas al alumnado.
3.1. Orden y estructura de enseres personales
En el orden y estructura de los materiales, tanto del aula como personales, debe tenerse en cuenta principalmente la comodidad y la accesibilidad de los alumnos.
En todo momento, habrá que tener en cuenta las necesidades educativas del alumnado a la hora de seleccionar el material a utilizar. Es conveniente que tanto padres como alumnos cuenten con un horario de clase en el que se refleje qué materias tendrán ese día para así estructurar los enseres personales correctamente. Dentro de estos enseres personales, se considera de gran importancia la mochila, elemento que el alumno llevará al aula cada día, debiendo contener los materiales necesarios. ¿Cómo organizarlos?:
1 Si el alumno acude con libros a clase, estos deberán introducirse primero en la mochila y ponerse en contacto con la espalda.
2 Si dispone de alguna ayuda técnica, como máquina Perkins, deberá ir guardada dentro de una funda para que no esté en contacto con los demás materiales de la mochila, evitando así su deterioro.
3 También se debe reservar un lugar para los lápices. Lo más común y fácil es que vayan en un estuche que les sea fácil utilizar. Por ejemplo: a un alumno con limitaciones en la movilidad quizás le sea dificultoso abrir un estuche de cremallera.
4 El desayuno para el recreo deberá ir guardado en una bolsita con una servilleta y siempre colocado en la parte superior de la mochila para que no se aplaste.
Importante
Los elementos que se almacenen en la mochila deberán ser guardados todos los días en el mismo lugar, de forma que se facilite la tarea al alumnado.
Cargar la mochila con demasiado peso traerá complicaciones musculares. Es por ello que se deberán dejar en el aula los materiales adicionales que el alumno necesite, tales como diccionarios y material adaptado que no utilice en casa.
¿Dónde guardar estos materiales que se quedan en clase?
Para alumnos con necesidades educativas especiales, una buena organización de clase será aquella en la que el espacio quede dividido por áreas de trabajo, los también llamados rincones. En cada uno de ellos tendrán los enseres personales que necesiten.
Ejemplo
Si hay un alumno con discapacidad visual, será en el rincón de matemáticas donde tenga una calculadora parlante, ya que es allí donde va a darle uso.
¿Cómo estructurar estos espacios?
Para ordenar los enseres tanto individuales como grupales, hay que atender a los siguientes puntos:
1 Debe ser fácil llegar hasta el material.
2 Las superficies de clase deberán estar despejadas, ordenadas y sin nada por medio que dificulte al alumnado.
3 El profesor debe ver todas las áreas desde todos los puntos del aula.
4 Personalizar cada detalle en las casillas o lugares donde los alumnos guarden estos enseres.
Hay que de ser flexible para adaptar los espacios a las necesidades que se van dando e incluso cambiar esta disposición cuando sea necesario.
Como espacio personal, se ha de contemplar la función del pupitre o mesa de trabajo. Tradicionalmente, se han dispuesto en filas frente al profesor, quedando los alumnos de la última fila más lejos de la pizarra y de la visión del docente. En las aulas de educación especial o en las aulas normalizadas, estos patrones van cambiando con el paso del tiempo y la organización de mesas va adquiriendo especial importancia. Entre los distintos ejemplos de estructuración de pupitres, destacan los siguientes:
1 En línea horizontal: estarán más próximos
