Educar para ser. Francisco Riquelme Mellado

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Educar para ser - Francisco Riquelme Mellado Biblioteca Innovación Educativa

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Es la respuesta a mirar a quienes tenemos delante, y también cómo nos situamos frente a la realidad que habitamos. Después, es hacer consciente que este viaje solo es posible con los otros.

      Esta reflexión preside el día a día de tu trabajo como docente. Tu trabajo no se reduce a la transmisión de contenidos o al esfuerzo técnico por conseguir que tus alumnos puntúen correctamente en las pruebas correspondientes. El desafío es que sean capaces de escuchar la realidad que los envuelve y decidan habitarla y transformarla de manera que se adapte a un mundo más justo. Hacerlo solo es posible con los otros y formando parte de una singular aventura: la aventura de aprender.

      En otro lugar defendía que la definición más acertada —como seres sociales que somos— es la de depredadores de historias1. Sigo manteniéndola. Aprendemos gracias a las historias. Son ellas las que nos aprovisionan para la vida y son las que nos permiten emprender la aventura de aprender, comprometiéndonos con los retos que se nos presentan, y decidiendo críticamente cuál es el camino que queremos emprender y por qué.

      A diario entras en tu aula y te enfrentas a una realidad que conoces bien. El alumnado es distinto cada año —y cada semana del año—; sin embargo, el currículo oficial pesa como una losa en tu día a día. Quizá la clave —como he señalado antes— es ser capaces de invitar al alumno a escuchar el contenido del aprendizaje en relación con su cotidianidad y su habitar en el mundo.

      ¿Qué dice el contenido de mi alumno?, ¿dónde puede ver el contenido que trato en su vida, en su cotidianidad, en su realidad inmediata? Y, sobre todo, ¿qué decide hacer con ello?

      Formularnos estas preguntas nos puede orientar en el diseño didáctico y conectar el currículo con cada uno de los aprendices: aprender para comprendernos mejor a cada uno de nosotros, el mundo que nos rodea, y también ayudarnos a tomar las decisiones necesarias para habitarlo de forma activa y no alienada. En definitiva, aprender para aprender a escuchar y hacer, o lo que es lo mismo, educar para ser. A ello dedico mis esfuerzos desde el marco del aprendizaje basado en proyectos y sobre ello he tenido ocasión de escribir en esta misma colección2.

      Aprender a ser

      El libro que tienes delante es una obra coral de un grupo de autores que reúnen dos características que me enorgullecen de la profesión que he elegido. Son docentes en ejercicio que piensan y sienten la educación como una acción transformadora en el plano social, comunitario y también personal.

      A cada uno de ellos y ellas podrás encontrarlos, día a día, en las redes sociales, congresos y encuentros en los que se debaten temas de actualidad en innovación educativa: son parte de la vanguardia que empuja al cambio en educación. Es una gran noticia que decidan hacer conjuntamente del eje del libro algo que se centra en la escucha y en las preguntas, y no en los “cacharros” y la tecnología —tan de moda en la innovación—. Una innovación que, desgraciadamente, se entiende en otros lugares como espacio de comercio, riqueza y nicho económico emergente. No es el caso del libro que tienes delante.

      Educar es un compromiso con los que aprenden y, sobre todo, un compromiso con construir miradas que sepan escuchar la realidad y actuar sobre ella. El texto que protagoniza este libro es una invitación a entender la educación como ese esfuerzo por escuchar y actuar.

      Educar para ser es un libro que leo como una invitación. Ser aprendiendo tiene dos compromisos que los autores nos lanzan:

      • Aprender es un acto de escucha. La realidad es el contenido fundamental del aprendizaje.

      • Enseñar es un compromiso con el aprendizaje. La tarea del docente nos permite rencontrarnos con una realidad en la que nos reconocemos: aprendemos incesantemente y lo hacemos desde la reflexión y el pensamiento crítico.

      Los autores de Educar para ser son docentes emocionados y emocionantes, expertos en la tarea de enseñar día a día. Pero también personas que saben escuchar todo lo que las rodea como fuente de aprendizaje. No es casual que hayan titulado su libro Educar para ser. Para ellos, y para cualquier docente cabal, educar es una tarea que exige una actitud de escucha, reflexión, compromiso y acción que aporta tanto a los que aprenden como a los que enseñan. Sin duda este es un texto coral y profundamente coherente en su forma y su fondo del que todos podemos aprender a ser en el aprendizaje.

      Introducción

      Este libro nació bajo la sombrilla de una playa, como un compromiso entre docentes críticos y de amistad entre colegas. Por aquél entonces, coincidíamos (José Blas y Paco Riquelme) periódicamente en las Aulas Hospitalarias del Hospital Clínico Universitario “Virgen de la Arrixaca”, de Murcia. Allí compartíamos algunos proyectos de aprendizaje para las aulas que atienden a alumnado en situación de enfermedad. También, en nuestros desayunos comunes, algunos sueños de cambio educativo cimentados en nuestra experiencia en metodologías activas y basados en la persona y el ser humano como centro de todo. A través de esos diálogos surgió el germen de esta obra: conversaciones improvisadas, a salto de mata, en torno a nuestras inquietudes y motivaciones sobre la educación. Un día de un caluroso julio, en una mesa que miraba al mar en la playa de Las Higuericas (Pilar de la Horadada, Alicante) compartiendo un par de cervezas, nos sentimos empujados a la acción.

      A ambos nos une un gran aprecio por la educación pues, más allá de ser nuestra profesión, la sabemos factor primordial de transformación y avance tanto personal como colectivo, tanto individual como social. Nos sentimos activistas de la educación, de esa educación que busca la equidad y la inclusión, sin perder la calidad. Compartimos miradas que se entrecruzan desde nuestros micromundos, desde nuestros contextos educativos y sistemas vitales de pertenencia con esa actitud de cuestionamiento práctico, que no se encalla en la queja y que promueve una innovación “sanadora”, una acción renovadora y resiliente. Sanación, renovación y resiliencia generativa sobre concepciones y prácticas que vemos alrededor y que nosotros mismos hemos desarrollado en alguna fase de nuestra profesión docente. Una sanación que nos ha hecho ver que algunas concepciones ya no son eficaces para la educación (formación y construcción personal) de individuos que caminan en el siglo XXI.

      Aquellos días en nuestras conversaciones ya no hablábamos solo de innovación sino de transformación, de un urgente replanteamiento de la cultura organizativa y práctica del qué, del cómo y, sobre todo, del para qué de lo que se hace en la escuela (tomada en sentido genérico desde la Educación Infantil hasta la universidad) y de lo que el mundo espera de lo que se hace y se enseña en la escuela. Una renovación y un repensado que buscase e hiciese hincapié en nuevos enfoques y miradas, que apostase por nuevos espacios para nuevas, y no tan nuevas, pedagogías que rescatan paradigmas necesarios en educación y que vienen enriqueciendo la pedagogía universal durante toda la historia de la humanidad.

      Esta obra coral nace con vocación de aportar al debate miradas que nos ayuden en el desarrollo de pedagogías que echamos de menos en los ámbitos educativos que conocemos, en los que nos movemos y de los que formamos parte. Nace de la incomodidad y del anhelo. Y del reto de transformar la educación.

      Todos los autores y autoras que participamos hace tiempo que decidimos sacudirnos la tibieza en las respuestas que damos a lo que consideramos urgente modificar en las instituciones educativas, llevadas generalmente por la inercia de lo que vimos hacer, de la cultura continuista, pacientemente construida y cimentada, de los reparos hacia los progresos, los cambios y la incertidumbre que estos provocan, que, por otro lado, son la realidad y la normalidad del día a día de la humanidad.

      Los 16 autores que hemos construido este libro sabemos que en el diálogo y la interacción está el crecimiento y nos tomamos como ardua tarea compartir este proyecto con todos nuestros amigos, amigas y colegas, que sabemos que también hacen el saludable

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