100 Fichas de animaciones para personas mayores. Evelyne Allègre
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– respete los miedos y las dudas;
– coloque todo de manera que se reduzcan al máximo los riesgos de caídas e informe de ello a la persona;
– proponga a la persona que durante los desplazamientos alguien le acompañe (organizarse entonces con el equipo de cuidados);
– tranquilice a la persona explicándole los fundamentos de la animación (por ejemplo: para luchar contra el miedo a caerse, una sesión de ejercicio físico).
Para la persona mayor que tiene miedo al grupo, miedo a lo desconocido (nueva animación) o miedo al fracaso (y al ridículo), el animador puede:
– presentarla de manera progresiva a los demás individuos;
– presentar claramente el contenido de la animación con palabras simples y justas (evitar hablar de actividades «deportivas» o «intelectuales») y explicando que se trata de pasar un rato agradable y no de ser el/la mejor;
– llamar con frecuencia a la persona, buscarla para ayudarla a superar lo que, en ocasiones, no es más que timidez o falta de seguridad.
«Para desarrollar la participación y la cooperación de cada uno, el animador debe comunicar de forma adaptada y comprensible para todos.»
Artículo 8 de la Carta francesa de la animación en gerontología.
D Superar las discapacidades
En ocasiones, las personas que sufren una discapacidad invalidante (ceguera parcial o total, déficit auditivo, artrosis, demencia, etc.) son reticentes a participar en las animaciones. El animador debe adaptar las animaciones a las discapacidades y:
– empezar por una animación individual;
– prever grupos reducidos para mejorar la calidad de la gestión y permitir a las personas que se conozcan con mayor facilidad;
– preparar un material que compense la minusvalía (lupa, amplificador del sonido, imágenes y textos más grandes, etc.);
– implicar en las animaciones a los voluntarios y a la familia.
E Crear un entorno estimulante
A través de su trabajo, el animador (o el equipo de animación) crea un ambiente estimulante en la institución. Este clima ambiental traduce el dinamismo de la institución y favorece la participación de la persona en las animaciones. Toma forma de diferentes maneras:
– los carteles de invitación a las animaciones y los paneles de información que se colocan en las zonas comunes;
– la decoración durante las actividades estacionales;
– las exposiciones de las creaciones artísticas de los residentes;
– la música (en las zonas comunes y los lugares de paso);
– la apertura de la institución a personas externas.
F Hacer surgir nuevos deseos
Gracias a un cuestionamiento regular del animador, la dinámica de proyecto permite que la persona se abra a otros proyectos, a otras realizaciones y a otros encuentros.
NOCIÓN 11 Valorar
DEFINICIÓN
Mediante su trabajo, el animador crea situaciones en las que las personas mayores toman consciencia de su valor y descubren (o redescubren) su capacidad para hacer cosas y para relacionarse con los demás.
IMPORTANCIA
Con bastante frecuencia las pérdidas asociadas a la vejez (véase Noción 1, p. 2) devalúan a la persona mayor, que se siente menos útil, menos atractiva, menos fuerte, etc. La valorización permite reforzar la autoestima (véase Noción 8, p. 24), asociada a la sensación de existir (sentirse vivo), y que es la condición previa para una buena adaptación. La valorización forma parte integrante del oficio de animador.
DESARROLLO
A Ser positivo
Tener un estado de ánimo positivo es agradable para los demás. El animador debe ser capaz de considerarse positivamente y tener la misma consideración por las personas mayores. Se trata de demostrar a su interlocutor que tiene cualidades humanas o intelectuales, o capacidades físicas innegables y apreciables. También debe mostrarse alentador, jamás hacer nada en lugar de la persona y ser paciente.
B Ser respetuoso y agradable
Para poner en valor a la persona mayor, el animador, con su actitud y su presentación, debe ser respetuoso y aplicar las reglas básicas siguientes:
– vestir de forma correcta y cuidada;
– tener una actitud afable y sonriente;
– nunca tutear a la persona mayor ni llamarla por su nombre (salvo si así lo pide);
– nunca infantilizar, ni en la forma de hablar ni en la concepción de las animaciones;
– no hacer que la persona fracase.
C Ayudar a la persona a superarse
Una vez que se ha establecido una relación de confianza entre la persona mayor y el animador, este último podrá intentar acompañarlo para tentarlo con nuevas experiencias, para descubrir nuevas actividades con el fin de que sea consciente de que puede desarrollar otras actitudes, otras capacidades y que todavía es valioso, etc.
La degradación morfológica y estética de la persona se traduce progresivamente en la aparición de canas, arrugas, degradación dental, aplastamiento de la columna vertebral, etc. Aunque la persona no tenga la sensación de estar envejeciendo, se ve vieja en la mirada de los demás.
NOTA+
El animador y el bienestar de la persona mayor
La vocación del animador no es tratar la depresión o la demencia de la persona mayor. Sin embargo, los efectos positivos de las animaciones, dado que se corresponden con las necesidades y los deseos, pueden ayudar a proteger de la depresión o la demencia y a retrasar la dependencia física.
NOCIÓN 12 Socializar
DEFINICIÓN
Socializar significa ‘hacer vida de relación social’ (Diccionario de la Real Academia Española, 2016). El objetivo final del animador es socializar a una persona mayor en el ámbito de una institución.
«Todos los actores de la animación tienen la finalidad de facilitar la autonomía social del adulto de avanzada edad y su participación en la vida social.»