100 Fichas de animaciones para personas mayores. Evelyne Allègre
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Artículo 5 de la Carta francesa de la animación en gerontología.
IMPORTANCIA
Antes de la animación debe haber una aproximación individual a la persona mayor, a sus deseos y a sus centros de interés. La animación se debe basar en las expectativas de la persona, tiene que ser una respuesta a ellas. Por eso es fundamental conocer de antemano a la persona.
DESARROLLO
A Escuchar
Para conocer a una persona, primero hay que estar dispuesto a escuchar. El animador debe multiplicar las oportunidades de intercambio privilegiado, yendo al encuentro de la persona y mostrándose disponible para escucharla.
Se aconseja una escucha activa (véase Noción 14, p. 37) porque permite crear un lazo de simpatía, alentador, tranquilizador y reconfortante.
B Estar disponible
La disponibilidad es la capacidad de ofrecer tiempo y atención a los demás. Se manifiesta a través de las palabras y los gestos apropiados para demostrar a los demás que son bienvenidos como, por ejemplo:
– palabras de bienvenida, calurosas y auténticas (por ejemplo: «Estoy aquí para…, mi trabajo es…, siempre puede buscarme si…»), o de reconocimiento (por ejemplo: «Ah, Sra. X, me alegra mucho verla. ¿Cómo estamos?»);
– expresiones corporales adaptadas que refuercen las palabras (por ejemplo: una sonrisa, una mirada de ánimo y compasiva, un apretón de manos, una mano en el hombro, etc.).
C Ser auténtico
Ser auténtico significa tener un comportamiento verdadero, expresar a los demás lo que realmente se piensa. En ocasiones, el miedo o el malestar pueden impedir un comportamiento auténtico. Para llegar a la «verdad» de una persona, hay que ser realmente uno mismo.
D Comprender
Para comprender a los demás, hay que hacer prueba de empatía; es decir, tener la capacidad de comprender al otro en cuerpo y alma. Comprender por lo que está pasando, cómo se siente, ponerse en su lugar, sin imponer las propias emociones sobre las del otro (porque cada uno es como es), y sin caer en la compasión ni la afectividad.
E Acompañar
El animador se convierte en el «compañero»1 de la persona mayor, aquel con el que recorrerá parte del camino.
El animador lo ayudará a:
– expresarse sobre sus vivencias (dar sentido a su historia);
– aceptar la realidad con tacto y empatía (compartiendo sus sensaciones);
– convertirse (volver a ser) en actor de su propia vida;
– encontrar un sentido a su vejez (en el respeto de su espiritualidad, su cultura, sus valores y su religión);
– expresar sus expectativas y deseos.
F Respetar
Respetar es considerar a alguien una persona digna y valiosa en general, y actuar en consecuencia. Para el animador debe ser respetar las elecciones, las ideas, las opiniones, la correspondencia, las confidencias, el pudor y las costumbres de la persona mayor.
«No perdemos nada del pasado, solo con el pasado se forma el porvenir.» Anatole France, escritor francés (1844-1924).
«Como para todo ciudadano adulto, deben respetarse la dignidad, la identidad y la vida privada del residente.»
Artículo 6 de la Carta francesa de las personas mayores dependientes en una institución.
G Descubrir las expectativas de la persona mayor
El animador establece con la persona mayor una relación respetuosa y afectiva, intentando en todo momento charlar sobre sus vivencias y sobre lo que le apetece hacer aún. El animador debe conocer el proyecto de vida de la persona (véase Noción 16, p. 41), ya sea porque lo haya leído o porque haya contribuido a su realización. Partiendo de su proyecto de vida y del conocimiento de la persona, el animador puede definir ciertas expectativas:
– deseos no realizados por falta de tiempo o porque no se dieron las circunstancias (por ejemplo: pintar cuadros);
– deseos del pasado que la persona mayor crea que jamás podrá realizar (por ejemplo: irse de pesca);
– deseos actuales que la persona mayor crea irrealizables (por ejemplo: comprarse un perfume);
– deseos olvidados, borrados, que el animador puede hacer renacer.
Estos deseos o expectativas conforman la base de la animación.
NOCIÓN 10 Motivar
DEFINICIÓN
El animador tiene el objetivo de suscitar el interés de la mayor cantidad posible de personas mayores, gracias a actividades que respondan a sus expectativas. Genera un contexto social y propone animaciones que estimulen a las personas a participar (siempre de forma voluntaria) y a expresar nuevos deseos.
IMPORTANCIA
La motivación permite mantener el deseo de la persona mayor. El animador motiva a la persona para que haga aquello que desea hacer y para que pase a otras realizaciones. Es una dinámica que lo acabará llevando a la propia realización personal.
DESARROLLO
A Instaurar una dinámica de proyectos
A partir de los deseos expresados (véase la noción 9), el animador construye y propone animaciones. Se tratará de una animación individual (si el deseo es aislado) o colectiva (si los deseos pueden agruparse).
B Establecer un clima de confianza
Establecer un clima de confianza permite facilitar los intercambios y estimular la participación en las animaciones. Esto requiere constancia por parte del animador. La persona mayor debe sentir la bondad del animador. Se aconseja al animador que:manifieste consideración y amabilidad mostrándose disponible y atento;
– disfrute charlando con el individuo y el grupo;
– permita que cada uno se exprese con libertad, sin emitir juicio alguno;
– no coloque a la persona en situación de fracaso, sobre todo al principio de la animación, para evitar bloqueos; el animador podrá posteriormente pedir «más» a la persona con el objeto de que pueda descubrir nuevas aptitudes, pero siempre en un contexto positivo y alentador;
– no haga nunca promesas que no pueda cumplir.