Fiesta y drama. Varios autores

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Fiesta y drama - Varios autores

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la asistencia de más de 2.000 campesinos se constituyó en Carahue el C.C.C. de esa localidad. En el acto participaron representantes de los pequeños y medianos agricultores, de los mapuche, de los trabajadores agrícolas y autoridades de gobierno. (…) Adrián Vásquez, Vice-Presidente de INDAP, señaló la importancia que tiene para el campesinado chileno la constitución de estos C.C., ya que ellos aseguran la construcción de un verdadero poder campesino. (…) Expresó que es necesario crear una responsabilidad común para que las cosas salgan adelante con el esfuerzo de todos y no solamente con la participación del gobierno. Mora, del campamento A. Ríos, de Rucalán, señaló que la creación del nuevo C.C. permitirá a los campesinos defender sus derechos aún a costa de sus vidas. Agregó que él estaba dispuesto a luchar por sus demás compañeros, porque tenía una conciencia clara de las injusticias que han tenido que soportar hasta ahora los trabajadores de la tierra. Dijo que serán los campesinos quienes, con su apoyo al gobierno, hagan realidad la R.A. en Chile48.

      «Ha llegado el día en que levantemos la voz como Caupolicán y Lautaro. Este Consejo se levanta para apoyar al mapuche pobre, pero que puede ser verdaderamente hombre y para que pueda elevar su condición de vida. (…) Nosotros, que hemos sido tan postergados, tenemos ahora la oportunidad de participar, con nuestras opiniones y experiencia, en la política agraria del gobierno (…) la voz de los campesinos nunca habría sido escuchada si no hubiera triunfado en Chile un gobierno popular». Así se expresó Francisco Llanquinao, representante de la Confederación Mapuche, al iniciar el acto de constitución del Consejo Comunal Campesino de Temuco, el nº 15 que se formaba en la provincia de Cautín. (…) A la Asamblea asistieron representantes de los pequeños agricultores, de los mapuche, de los obreros agrícolas y del gobierno. Todos los oradores estuvieron de acuerdo en que la formación del gran frente de masas con obreros, campesinos, estudiantes y las fuerzas políticas de izquierda permitirá la auténtica toma de poder por parte del pueblo chileno49.

      Con este discurso, tendiente a generar conciencia entre el campesinado acerca del profundo cambio histórico que se estaba generando en Chile y en sus propias vidas, se estaba construyendo el poder campesino en Chile a través de los Consejos Comunales Campesinos, elegidos por sus propias bases, los que se comenzaban a levantar progresivamente a lo largo del país. Dichos CC, como lo decían sus dirigentes, constituían un espacio para que, por primera vez en la historia republicana tuviese lugar la manifestación pública de la voz de sujetos no solamente explotados, sino también dominados y subordinados a través de su invisibilidad y silenciamiento. La democracia popular chilena entonces en gestación estaba levantando, por todas partes y territorios, los escenarios donde ocurriese lo opuesto, es decir, su visibilidad, su voz y su encuentro colectivo, formando una nueva unidad social y un frente social y político de lucha por sus derechos.

      Los Consejos Campesinos están orientados en el sentido de dar unidad al movimiento de los trabajadores de la tierra, terminando con el divisionismo que significan las distintas organizaciones. Esta unidad significa, al mismo tiempo, mayor fuerza para enfrentar a la burguesía del campo y la ciudad que está empeñada en impedir el proceso de R.A.. Con la organización de los campesinos a través de los Consejos, se pretende crearles una conciencia de clase para vencer, de este modo, la división natural que existe entre los trabajadores de la tierra debido a sus distintos estratos sociales50.

      En este esfuerzo de construcción de un poder campesino ampliado a lo largo del país se estaba realizando, en su real profundidad, el cambio estructural en Chile, no solo puntualmente en el agro chileno, sino a nivel de toda la sociedad, hacia la cual aquel cambio irradiaba. En efecto, la remoción del estrato más rígido de la sociedad histórica chilena cual era el estrato rural, donde anidaba, se criaba y fundaba históricamente la relación dominación/subordinación social, irradiando su ordenamiento hacia el resto de la sociedad, configuraba un panorama de pacífica pero, al mismo tiempo, telúrica revolución político-social en Chile: se trataba de un fenómeno removedor de la estructura social más profunda de Chile.

      El 26 y 27 de marzo se efectuó en Temuco el 1er. Encuentro de Consejeros de los Consejos Comunales Campesinos de la Provincia de Cautín. Los campesinos discutieron un amplio temario que se refirió a la participación en el proceso de R.A. y visión crítica de la Ley de Sindicalización Campesina, participación en el crédito y en el proceso de comercialización y organización de la producción, (…) el nuevo decreto de los Consejos Campesinos, constitución del Consejo Provincial Campesino y la sedición que tiene orquestada la burguesía agraria.

      En el acto inaugural del Encuentro habló el presidente de la Federación de Estudiantes de la U. de Chile con sede en Temuco, Antonio Coloma, quien llevó el saludo de los universitarios a los campesinos:

      Quiero hacer llegar el saludo revolucionario y fraternal de los estudiantes universitarios a los compañeros campesinos por esta iniciativa que Uds. han comenzado a gestar en toda nuestra patria, que es la constitución de estos C. C. C. (…) La verdad es que si antes la historia de nuestra patria la escribía un grupo reducido de personas, ahora la están escribiendo la mayoría de los chilenos. La historia la están escribiendo los propios campesinos que, cansados de la tramitación a que fueron sometidos en regímenes anteriores, cansados de la explotación y de la humillación, hoy día alzan la voz, se organizan y se incorporan, junto al gobierno de la UP, a dirigir su destino y a escribir su propia historia51.

      30.000 trabajadores del campo y la ciudad, estudiantes y otros sectores obreros se reunieron el domingo 28 de marzo en la Asamblea Provincial de Trabajadores con el Presidente Allende en Temuco. (…) Fue la ocasión en que los campesinos se encontraron con el compañero Allende para plantearle sus inquietudes y problemas. No fue una concentración política, fue una auténtica Asamblea (en que) los Consejeros Comunales Campesinos entregaron al Presidente Allende las conclusiones del Encuentro del 26 y 27 de marzo. (…) Fue el día en que se juntaron trabajadores del campo y de la ciudad, estudiantes y otros sectores laborales. El domingo 28 sirvió para demostrar con hechos el empuje y la fuerza del movimiento popular que se juntó en el corazón mismo de la burguesía agraria52.

      Al diferenciar «una asamblea» de un «encuentro político», al afirmar positivamente la primera y negar lo segundo, el discurso de los C.C.C. apunta a valorar la presencia allí de una voz que surge desde el pueblo, voz que se emite ante las autoridades en su propio lugar de emisión y donde aquella ha acudido especialmente a escucharla. Se trata, por otra parte, de una voz que ha construido previamente un discurso y texto escrito propio, el que porta su opinión y sus demandas colectivamente establecidas. Expresión del ejercicio de una práctica de democracia social que estaba llamada a cambiar el contenido y significado de la democracia en Chile, generando descentralización en las decisiones y democracia social territorial; como decía uno de los oradores, esta amplia participación popular y social territorial estaba escribiendo, con otros lápices y otros actores, una nueva historia de Chile.

      Reclamo con legítimo orgullo el honor de haber establecido la participación real de los campesinos, que no sólo puede medirse por entrevistas más o entrevistas menos con altos ejecutivos, sino básicamente en la participación real y consciente de todas las masas campesinas en el avance del proceso de Reforma Agraria y en la campaña de producción agropecuaria53.

       * * *

      Habiendo, efectivamente, finalizado el gobierno de la Unidad Popular el proceso de expropiaciones determinadas por la ley a inicios del año agrícola de 1971 (1.400.000 hectáreas ya reformadas), Salvador Allende y su ministro de Agricultura, Jacques Chonchol, hicieron un llamado a la responsabilidad de los campesinos reformados y productores agrícolas en general, a producir bien la tierra para generar los alimentos que la población chilena requería –especialmente en un momento histórico de ampliación social de la demanda–, proceso que debía ser controlado por los propios Consejos Campesinos. Con el fin de alcanzar el gran objetivo productivo –en el cual se jugaba el éxito inmediato de la R.A.–, el gobierno

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