Sinergias entre la psicología y el coaching. Elena Pérez-Moreiras López
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Un coach y varias personas y el vínculo que las une, hablaremos de Coaching de vínculo
La primera característica esencial de un proceso de Coaching, a diferencia de otros (consultoría, asesoramiento, terapia, etc.), es que la relación que se establece es de carácter horizontal, lo que quiere decir que ninguna de las partes ocupa una posición de superioridad ante el otro en cuanto a estatus, conocimiento o ningún otro factor.
El papel del coach es el de «estimulador e inspirador» de quien es objeto de su trabajo (persona, sistema o relación).
El papel del cliente es el de «impulsor activo de su propio aprendizaje». Es él mismo el que cuestiona, diseña alternativas, analiza, elige, emprende acciones, prueba su efectividad, consolida o no y pone en práctica lo aprendido mediante cambios que le afectan interna y externamente. Estos cambios se reflejan siempre conductualmente.
En ocasiones estos cambios pueden ser muy sutiles y para ser observados se requiere una atención concentrada. Incluso desde fuera, para un observador externo, pueden no ser percibidos; aún así, el interesado, el cliente, expresa formalmente cómo siente y observa estos cambios en sí mismo y verbaliza cómo se van producido a lo largo del proceso y las consecuencias que para él tienen.
El coach acompaña a su cliente en su camino hacia las metas que este propone, un camino de exploración, descubrimiento, ampliación de consciencia, conocimiento, toma de decisiones y actuación. Un camino de aprendizaje en el que su principal recurso es él mismo.
El Coaching concibe al cliente como un ser experto en sí mismo y con total capacidad para lograr lo que desea (principio de completud)3.
Base y fundamentos del coaching
¿Cuáles son los fundamentos del Coaching? ¿En qué se apoya para existir y ser eficaz? Relación, reflexión, decisión, análisis, conducta, sintonía, escucha, mirada sincera, libertad, confidencialidad, seguridad, conexión, emociones, impulso, acción, pregunta, movimiento, confianza, empoderamiento, acompañamiento, aceptación incondicional, silencio, sostén, liviandad, objetivo, deseo, compás, descubrir, vivencia, libertad, permiso para errar, experimentación, juego, energía, cuerpo, gesto, honestidad, humildad, sencillez, aprendiz, luz, brillo, expansión, crecimiento, proyección... son términos que emergen en la respuesta.
De los conceptos anteriores, tan relacionados con el proceso de Coaching, lo básico, sin lo cual todo lo demás no puede aparecer, es la relación.
Ya muchos autores reconocen la naturaleza de la relación como el elemento determinante del éxito del Coaching. Ahora bien, aquello totalmente necesario y sin lo cual la relación no existe es la conducta: «manera con que los hombres y las mujeres se comportan en su vida y acciones», conforme a la RAE.
Sin la conducta el coach no llega al cliente; sin la conducta el cliente no llega al coach. Sin la conducta, no existe la relación, no existe el proceso de Coaching, no hay posibilidad de inspiración, sintonía, conexión, impulso, aceptación, etc.
Afirmamos pues que el elemento básico y en el que se apoya todo proceso de Coaching es la conducta de dos personas. La de cada una de ellas impacta recíprocamente en el otro y provoca un baile entre ambos, al son de una sintonía que se retroalimenta a sí misma en una relación circular, ascendente y recurrente.
Una conducta, la del coach, que una vez que se pone en juego mediante la realización de preguntas, la invitación a acciones o el planteamiento de determinados estímulos, provoca en el cliente una respuesta, que, antes de ser conducta, ha sido pensamiento, sentimiento-emoción, para salir al exterior en forma de corporalidad y lenguaje verbal.
Es decir, el coach, con su acción comportamental, provoca en el cliente determinados pensamientos y sentimientos que a su vez se convierten en respuestas comportamentales por parte de este. Y, ante las respuestas del cliente, el coach reacciona de la misma manera.
La psicología
La RAE define el término Psicología como4:
1 Parte de la filosofía que trata del alma, sus facultades y operaciones
2 Todo aquello que atañe al espíritu
3 Ciencia que estudia los procesos mentales en personas y en animales
4 Manera de sentir de una persona o de un pueblo
5 Síntesis de los caracteres espirituales y morales de un pueblo o de una nación
6 Todo aquello que se refiere a la conducta de los animales
Para esta ocasión proponemos fundir y actualizar todas estas definiciones en una sola: La Psicología es la disciplina que trata del alma, sus facultades y sus operaciones, así como de todo aquello que atañe al espíritu. Proviene de la Filosofía. A finales del siglo XIX se constituye como ciencia que estudia los procesos mentales y sus bases biológicas en personas y animales (individual y colectivamente), lo que incluye sus formas de sentir, pensar, expresarse, sus características espirituales y morales, y todo aquello que se refiere a la conducta (Pérez-Moreiras, 2020).
En la filosofía griega y medieval se entenderá que el objeto de la Psicología es el alma, y a partir de la Edad Moderna la mente y la conciencia. Por su parte, la Psicología científica renuncia, naturalmente, a la investigación del alma, conformándose con la «comprensión de la mente, la conducta o los procesos biológicos que subyacen a ambos, tratando de descubrir su estructura, mecanismos y actividad, y la aplicación de dichos conocimientos a los distintos ámbitos en los que el ser humano se desenvuelve». Recientemente el Instituto para la Investigación del Talento y del Nuevo Liderazgo, RH ASESORES IMPROVING, integrante de la MULTIVERSIDAD IMPROVING NETWORK, ha comenzado un movimiento de integración de todo el saber que se ha desarrollado hasta la actualidad relacionado con la conducta y el desarrollo del talento a lo largo de toda la historia de la Psicología (antes y después de constituirse como ciencia), materializado en el constructo de Inteligencia Energética y la tesis doctoral de la que soy autora y que se expondrá públicamente en los próximos meses.
Cuando hablamos aquí de Psicología, no nos estamos refiriendo a la Psicología clínica5, sino a la Psicología general y aplicada, aquella que estudia los procesos y conductas humanas sanas que se manifiestan en contextos habituales de la vida diaria y que no conllevan dolencia o enfermedad. Incluimos todo el vasto cuerpo de conocimiento relacionado con la Psicología del Desarrollo Humano, el Aprendizaje, la Psicología Evolutiva, la Psicología Positiva, la Psicología Diferencial, etc., que tiene como objeto de estudio el comportamiento humano sano y su capacidad para crecer y desarrollarse.
Procesos psicológicos y coaching
Según José Luis Martorell y José Luis Prieto6, el objeto de estudio genuino de la Psicología general son los procesos psicológicos, que suelen clasificarse en estos tres grupos:
Procesos conductuales, principalmente los procesos de aprendizaje.
Procesos cognitivos, tanto inferiores (percepción y memoria) como superiores (pensamiento y lenguaje).
Procesos de motivación y emoción.
Y, sobre los aprendizajes básicos añaden: «implican la realización duradera de conductas nuevas, adquiridas mediante la práctica, o la inhibición de conductas ya aprendidas o instintivas».
Ricardo Tamayo, doctor por la Universidad Humboldt de Berlín, dice que «la existencia