Psicología de las percepciones interiores. Lily Liu
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Documenté los casos que fui tratando consulta tras consulta y que ahora me gustaría compartir con los lectores.
Una amiga de Amy que pareció volverse otra persona
Amy me comentó un par de veces que una de sus amigas había roto con su novio. No había sido capaz de superarlo y desde entonces estaba muy deprimida. Cada vez que se reunía con sus amigos, no hacía otra cosa que quejarse y llorar. Estos trataban de consolarla, pero nada funcionaba. Se quejaba hasta el cansancio, suyo y de sus amigos. Cada vez que se encontraba con ellos, hacía exactamente lo mismo. Amy me pidió si podía ayudarla y yo acepté.
Un día Amy me trajo a su amiga y fui a almorzar con ella. Como siempre, lo que hizo fue llorar y quejarse. Atendiendo al estado de su mente, hablé con ella durante unas dos horas tratando de disolver el malestar. Luego se marchó y no me volvió a contactar. Pensé que quizás no le había servido mi ayuda.
Dos meses más tarde le pregunté a Amy qué tal estaba su amiga. Respondió: «Ah, ella. Está estupenda, parece otra. Está feliz y ríe todo el rato como si nada hubiera pasado».
Yo quedé muy impresionado de tan sorprendentes y maravillosos efectos. Desde entonces, me volví más y más sensitivo.
La apariencia está influenciada por el estado del corazón
Q es doctora en medicina. Hizo sus estudios en el extranjero. La primera vez que vi su fotografía no tenía idea de cuáles eran sus problemas de salud, pero por la expresión de su cara y la forma en que se arreglaba el pelo, sentí que podía tener problemas emocionales. Unos días después de ver su foto me reuní con ella. Apenas la vi, sentí dolor en su corazón, y mi percepción se confirmó después de charlar con ella. Q es una persona muy seria, y cuanto más seria es, más profundo siente su dolor y la imposibilidad de superarlo. Para ayudarla, regulé su estado mental con mi mente, de acuerdo a lo que sentía en su interior. Algunos días más tarde, la sentí otra vez y me encontré con que la sensación de sus «dolores de corazón» había desaparecido. Entonces, su familia me contó que su rostro se veía mucho mejor que antes. Esto me enseñó que «la apariencia está influenciada por el estado del corazón».
La resolución de mi prima
Un amigo tiene una prima a la que yo también trato de prima. Antes de conocerla, mi amigo me contó que se había enamorado y liado con un hombre que estaba casado desde hace tres años. El hombre le dejó bastante claro que no podía divorciarse de su mujer y casarse con ella, pero para ella él era el mejor hombre del mundo y esperaba que un día se pudiera divorciar. Llevó su affaire en secreto, ocultándoselo a sus padres. Cuando la conocí, le dije: «Es verdad que amas a este hombre profundamente, pero no desde lo más profundo de tu corazón». Ella preguntó: «¿De verdad?», y yo le dije: «Sí, puedo verlo». En ese momento, mi prima sintió como si una luz le iluminara el corazón y empezó a comprenderse a sí misma. Después de eso, rompió con aquél hombre.
De este caso, descubrí que muchas personas están tan acostumbradas a ser hipócritas ya que no saben ni siquiera qué es, en su corazón, lo verdadero.
Un chico con el corazón perforado
Fui con un amigo a Sri Lanka en el año 2006. Visitamos dos universidades. Un profesor de una de ellas me preguntó por qué siendo él tan alto, su hijo había dejado de crecer a una edad muy temprana, y si yo podía hacer algo para remediarlo. Lo pensé un poco y le dije: «Tráeme al chico, le echaré un vistazo». Lo hizo. El muchacho tenía dieciséis años y era realmente muy bajo. Lo sentí y percibí algo que lo presionaba hacia abajo desde el fondo de su corazón. Recordé un viejo refrán chino «Quien tiene el corazón perforado, no puede crecer muy alto»2.
Entonces analicé las condiciones del chico: su padre había sido siempre muy estricto con él, desde niño todo su tiempo debía dedicarlo al estudio. Esto hizo que el chico, teniendo que ocultar sus deseos de salir a jugar y pasarla bien, guardara rencor y pensamientos maliciosos en su interior. Como resultado, algo parecía estar presionando su corazón desde adentro, y su actitud era la típica de alguien con el «corazón perforado». Este caso es una prueba de que los refranes de nuestros antepasados no están exentos de base, sino que provienen de hechos «vistos» por los antiguos sabios.
El corazón es la casa del Shen
El siguiente caso es el de un hombre de la provincia de Shandong, casado y mayor de treinta años. Su madre supo que yo podía ayudar a personas con problemas mentales, por eso me habló de su hijo. Él tenía el problema de sentir que su mente se le salía y vagaba fuera de su cuerpo. Ni él ni su madre tenían la menor idea de si esta anomalía sería una forma de «súper-inteligencia» o una enfermedad.
Cuando conocí a su hijo, comencé a comprender el significado de la expresión «El corazón es la casa del Shen». Lo exploré interiormente y sentí que el espacio dentro de su corazón donde se almacenaba su Shen era una cavidad muy pequeña. El Shen no lograba entrar a lo profundo de su corazón, por eso siempre sentía que su mente estaba vagando fuera de lugar.
Le pregunté si cuando era niño se portaba mal y su padre le zurraba. Contestó que sí. Esto confirmó mi suposición: los golpes y los gritos de su padre cuando era pequeño habían hecho que su corazón gradualmente se ‘encogiera’. Cuando llegó a este estado, el espacio en su corazón donde habita el Shen se redujo a una grieta. Aunque creció y se hizo mayor, el estado de contracción de su corazón continuó siempre igual.
De acuerdo a mi exploración, le ofrecí un tratamiento. Días después, volvió a visitarme para decirme que en los últimos días su mente no había vuelto a vagar fuera de su cuerpo.
El Qi del corazón y el estado de ánimo
Cuando estaba en Malasia, una mujer me dijo que su hijo de treinta y un años de edad tenía pensamientos negativos continuamente desde los dieciséis. Sin indagar por los motivos, le dije que me trajera a su hijo.
Cuando vi al hombre, percibí que su «qi del corazón»3 estaba muy bajo. Era un hombre apuesto, de estatura mediana y con cara cuadrada de grandes orejas. Vi su corazón, parecía estar cubierto por una cacerola y su qi goteaba hacia abajo. El corazón pertenece al elemento fuego, se supone que su llama se extiende hacia arriba, pero la situación de este hombre era justamente la contraria. Esa era la razón de sus constantes pensamientos negativos. Con mi mente, me concentré en atravesar esa cacerola y reparar el fondo de su corazón. Cuando volvió el día siguiente lo encontré diferente y le pregunté: «¿Cómo te has sentido ayer y hoy?» Respondió: «Siento que estoy bastante diferente». El tercer día le pregunté cómo estaba y me dijo que se sentía bien.
Descubrí otra característica suya. Era una persona muy amable, capaz de dar todo lo que tenía a aquél o aquella que le cayera en gracia. En lugar de decirle que no diera demasiado su Shen a los otros porque el reto es conservarse en el justo centro, le dije: «Recuerda que ser amable con los otros es ser amable con uno mismo». Haciendo esto, su Shen podría liberarse y replegarse a la vez que mantenía el equilibrio.
El caso del mal carácter de una chica obstinada
Hace algún tiempo, un amigo me presentó a una chica