Enigmas de las Américas. David Ramirez
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A través de la Carta Anónima de la Biblioteca de Herzog (Figura 4.9) queda patente que el descubrimiento del Mar del Sur por Vasco Núñez de Balboa, en 1513, fue una gran aportación a la política descubridora del momento y conllevó replantearse toda la política de viajes. Es más, este descubrimiento confirmó la existencia del cuarto continente que Juan Rodríguez de Fonseca mandó plasmar en el Mapa de Juan de la Cosa de 1500 (Figura 3). De ahí que no sea entendible que no aparezca en documentación oficial hasta el año 1522. Esto, unido a la existencia de la carta anterior y al hecho de que normalmente se actualizaban los padrones cada vez que se realizaba un descubrimiento, induce a pensar que las cartas donde se reflejó este viaje debieron existir, pero aún no se han encontrado.
Figura 3. Mapa, Juan de la Cosa, 1500. Cortesía de Museo Naval de Madrid
Figura 4. El portulano del Pacífico, ha. 1515. Cortesía de Herzog August Bibliothek
Un reflejo similar es el denominado planisferio de Salviati y Castiglione de 1525 (Caraci, 1958, pp. 82-83; Sánchez Martínez, 2015, pp. 55-56). Fue un regalo de Carlos I a los embajadores Juan de Salviati y Baltasar de Castiglione. Curiosamente, son similares en manufactura y decoración (Figuras 5 y 6), de ahí que se le atribuyan a Diego Ribeiro, uno de los cosmógrafos más expertos de su tiempo y piloto mayor de la Casa de Contratación (Schafer, 1934 y 2003). Como se puede apreciar, la posición y representación de las rosas de los vientos son similares, así como la escasa ornamentación. Las líneas de costa se destacan en verde y las islas, fantasiosas, se resaltan en rojo y azul. La parte que nos interesa, la del Caribe, aparece más completa que en el mapa anterior y con una serie de diferencias como los topónimos.
Figura 5. Carta del navegare universalissima et diligentissima, Planisferio de Castiglioni, ha. 1525. Cortesía de Biblioteca Estense Universitaria de Módena
Figura 6. Detalle de Carta del navegare universalissima et diligentissima, Planisferio de Castiglioni, ha. 1525. Cortesía de Biblioteca Estense Universitaria de Módena
En el Planisferio de Castiglioni aparece la denominación del Mar del Sur por primera vez, y debajo Mar Occeano Occidemtal, que no vuelve a estar presente en ningún otro mapa. Es muy curioso que, al parecer, se intentó distinguir de nuevo entre lo que descubrió Balboa y los viajes posteriores. El hecho de que solo aparezca aquí significa que después dieron por sentado que todo era el mar que se había descubierto en 1513.
Se debe destacar la insularidad del Yucatán, algo de lo que se dudaba en la Carta Anónima que se conserva en la Herzog y motivo por el que se dejó abierta, pero aquí aparece confirmado. Asimismo, se aumentó la línea de costa y los topónimos, aunque algunos tuvieron grafía similar a la Carta Anónima de Herzog. En la costa de Panamá aparecen Caribana, Darien, y de perlas, Panama, p. de guerra, p. de buena, beragua. C. de S, Roque, ffurna, C. da lo este, Maranhon, R. de pascua, ffurna grande, C. blanco, R b de, Rº dulce, Rº Salado, Camari, Valhermoso. El topónimo ffurna aparece dos veces, y también aparecía en el mapa de 1522, así como R b de, con la misma letra.
Sin embargo, la mejor representación cartográfica donde se recogieron todos los descubrimientos, y que sigue la línea de la Carta Anónima de 1522 en Padrones Reales, es la edición hecha por Diego de Ribeiro (Figura 7). Como cosmógrafo, su deber era revisar el Padrón Real, lo cual que comenzó en 1526, cuando era miembro prominente de la Junta de Pilotos en Sevilla, presidida por Fernando Colón. Existen varias versiones de los planisferios que resultaron de esa revisión aunque solamente dos están firmados. Uno es este, que se conserva en la Biblioteca Gran Ducal de Weimar, de 1527, y el “Propaganda”,10 de 1529, o segundo mapa Borgian. Otros planisferios, de similares características, han sido atribuidos a esta revisión. En esta ocasión podemos apreciar la evolución de todos los viajes castellanos desde 1492 hasta Magallanes.
Figura 7. Planisferio, anónimo, s/f, de Florencia. Cortesía de Biblioteca Medicea Laurenziana de Florencia
En la parte que interesa en dicho mapa, en torno al Mar del Sur, se encuentra la siguiente leyenda:
Castilla del Oro, en el norte de América del Sur, es llamada así porque allí se encuentra mucho oro. Los indios son más guerreros que los de Santo Domingo y otras partes, porque usan flechas envenenadas. Aquí hay una localidad llamada St. Martha, donde grandes cantidades de oro se encuentran en el suelo. Dentro de ella, los alemanes tienen su territorio, de Cabo de la Vela a Cumana, de 140 a 150 leguas. (Figura 8)
Figura 8. Carta universal en que se contiene todo lo que del mundo se ha descubierto fasta agora hizola, Diego Ribero, 1529. Cortesía de Biblioteca Nacional de Francia
El cambio más significativo es que Yucatán aparece ya como parte de Tierra Firme. Sin embargo, respecto al tema de este estudio, lo más llamativo es la longitud con la que se representa el Mar del Sur respecto a las anteriores cartas (aunque en realidad le faltaban 25º grados latitud norte), debido a la colocación de las islas Molucas en la parte que correspondía a España (Figuras 8 y 9).
Figura 9. Detalle de Carta universal en que se contiene todo lo que del mundo se ha descubierto fasta agora hizola, Diego Ribero, 1529. Cortesía de Biblioteca Nacional de Francia
CONCLUSIÓN
Como