Diferentes razones tiene la muerte. María Elvira Bermúdez
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Diferentes razones tiene la muerte - María Elvira Bermúdez страница 9
Abel accedió, aunque sentía vértigo ante el abismo económico que lo separaba de esa mujer que era ya el amor de su vida, y repartió gozoso su tiempo entre su arte que al fin era apreciado por alguien y la compañía de Georgina. ¡Cuántas veces, como por milagro, fueron al cine, a los cabarets! La última fue esa noche en el Copacabana, cuando, medio en serio, medio en broma, le dijo a Georgina que ella era “su tormento”.
Mujer al fin, ella se divertía con el cariño tímido de Abel y le permitía ciertas confianzas, pero sin complicar demasiado las cosas. La amistad entre ambos quedó rota el día en que Abel se permitió pedir a Georgina una prueba más concreta de su afecto. Ella le preguntó altivamente cuánto le debía por su trabajo.
Abel se revolvió en la cama, rechinó los dientes y se enterró las uñas en las manos al recordar el insulto y la repulsa. Ahora lo invitaba a su casa. La tentación era demasiado grande... Verla de nuevo, estar cerca de ella... Y también, olvidar por unos días la rutina del trabajo y la pesadez del ambiente familiar. Le demostraría a Georgina que no estaba herido, que no se acordaba de nada. Sí, iría a su casa.
Al día siguiente, ordenaría a Trini que le arreglara alguna ropa y que mandara sus trajes a la tintorería. Quizá tuviera que comprarse por lo menos dos camisas y dos o tres corbatas. Afortunadamente, acababan de descontarle el sexto abono de pensiones y se encontraba en aptitud de renovar el préstamo. 7852.83
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.