Educación y prevención para la salud sobre cáncer de cuello uterino. Eduardo Adolfo Herrera Herrera
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Se empleó la metodología cualitativa y cuantitativa. La información se obtuvo mediante encuestas relacionadas con las condiciones socioeconómicas, las actitudes, prácticas y creencias de las mujeres que presentan cáncer de cuello uterino en la ciudad de Quito y sus opiniones sobre a la enfermedad. Simultáneamente, se hicieron entrevistas estructuradas. Dichas entrevistas retroalimentaron las conferencias que impartieron a estas mujeres, con el fin de mejorar la educación y prevención para la salud acerca de este tipo de cáncer.
El universo de la investigación cuantitativa estuvo compuesto por las mujeres con experiencia sexual de la parroquia de Turubamba. De ellas se tomó una muestra de 143 personas, quienes llenaron dos cuestionarios para la investigación. Se aplicaron dos clases de encuestas a las mujeres, una antes de las conferencias sobre la enfermedad del cáncer de cuello uterino y otra después de haber asistido a dichas conferencias. La investigación cualitativa se basó en entrevistas a 15 personas con cáncer de cuello uterino de la ciudad de Quito. Se trata de pacientes que acuden al servicio de radioterapia de la Sociedad de Lucha contra el Cáncer (Solca), núcleo de Quito.
Los resultados permitieron hacer una propuesta de mejora en las políticas de salud pública y, con respecto a actividades formativas, personalizar la experiencia de la enfermedad a las mujeres involucradas y modificar la conducta de las personas que padecen este tipo de cáncer.
Palabras clave: promoción de salud, educación para la salud, prevención del cáncer de cuello uterino, conocimientos, actitudes, prácticas y creencias sobre la salud
La instrucción del adulto es un predictor independiente e importante del comportamiento de la salud.
Lindau, Tomori, McCarville y Bennett, 2001
Antiguamente, las personas transmitían sus conocimientos y tradiciones de boca a boca, mediante la prosa, recitaciones, canciones, drama, sin que la incapacidad de leer y escribir significara ignorancia o incultura. En el siglo XXI, la alfabetización fue esencial para ganar la aceptación de los derechos legales y socioeconómicos, tanto individuales como grupales. Debido al predominio de la sociedad patriarcal, existe un mayor analfabetismo en las mujeres; además, esto predispone a la fecundidad temprana y la violencia contra la mujer.
En el Ecuador, varios problemas afligen a determinados grupos de la sociedad, generalmente, producto de la crisis económica. El 23,1 % de la población es pobre y de este grupo el 8,6 % sufre de pobreza extrema (Instituto Nacional de Estadística y Censos [INEC], 2017b, p. 3). La desnutrición afecta al 23,9 % de la población infantil. De hecho, el futuro no se avisora promisorio: “para el 1.º de mayo de 2017 el Producto Interno Bruto (PIB) (proyección de crecimiento en el 2017) es 1,40 %” (Centro de Estudios Fiscales, 2018, p. 3).
En relación con la crisis económica, algunos indicadores macroeconómicos que calculó el INEC para marzo de 2018 son los siguientes: la tasa de desempleo en diciembre de 2017 fue de 4,6 % a escala nacional; además, Quito es la ciudad con el mayor número de desempleados (INEC, 2018b, p.13).
El subempleo —ahora llamado tasa de empleo inadecuado—, de acuerdo con el INEC, se calcula en 38,5 %, lo que representa más de tres millones de personas subempleadas en el 2018. Según la Revista Líderes (2017, párr. 4), el “salario básico en el 2018 fue de 386 dólares mensuales” y el costo de la canasta familiar básica para enero del mismo año se ubicó en 712,03 dólares (Enríquez, 2018, párr. 5).
La migración, la falta de alimentación, la mala calidad de la vivienda, el difícil acceso a la salud y a la baja calidad de la educación, así como la pérdida de valores éticos y morales inciden en el incremento de la delincuencia. Todo esto conlleva a un deterioro de la situación social del país.
La investigación cuantitativa para este estudio se llevó a cabo en la parroquia de Turubamba, que está ubicada en el sur de la ciudad de Quito y en la que el proceso de urbanización se inició en las décadas de los años setenta y ochenta. Las haciendas localizadas en el sur de Quito, en el área actual de Turubamba, fueron afectadas por un fuerte proceso de urbanización. Los dueños de estas haciendas se dieron cuenta de que la parcelación de sus tierras era más rentable que seguir insistiendo en la producción agropecuaria.
Con respecto al Plan de Turubamba (1992), elaborado por el Municipio de Quito, “solo el 4 % de los barrios del área de Turubamba se originaron legalmente, mientras que el 96 % constituyen asentamientos de hecho” (Terán Parra, 2010, p. 14). Actualmente, existen 22 barrios legalizados, seis urbanizaciones aprobadas y 16 asentamientos ilegales, de los cuales ocho se encuentran en proceso de legalización dentro de esta Parroquia (Terán Parra, 2010, p. 15). Las parroquias que se formaron en la década de 1990, incluida Turubamba de Monjas, fueron habitadas por familias migrantes de diferentes provincias del Ecuador.
Los indicadores sociales son aproximaciones cuantitativas para caracterizar la vida de la población; son formas de mirar cómo, con qué nivel de calidad y por cuánto tiempo viven las personas del país. Este tipo de medidas pueden servir para evaluar tanto los resultados como el nivel de acceso a los servicios sociales. En efecto, el impacto del desarrollo social en un país se mide por los cambios en los resultados finales de los procesos emprendidos a lo largo de los años.
Los indicadores que tradicionalmente señalan estos logros son la esperanza de vida al nacer, la mortalidad infantil y la mortalidad en general. Por otra parte, el acceso a los servicios sociales —entre otros, la atención de salud y la educación— se mide a través de los denominados “indicadores de acceso”. Estos permiten obtener una imagen sobre los cambios en las condiciones de vida de la población. Es necesario aclarar que el concepto de atención primaria no se refiere en modo alguno a la oferta diferenciada de servicios de salud para personas en situación de pobreza. Al contrario, desde su concepción original los componentes del modelo de atención primaria de salud son los siguientes:
• Extensión de la cobertura de servicios de salud y mejoramiento del ambiente.
• Organización y participación de la comunidad.
• Investigación y desarrollo de tecnologías apropiadas, lo que comprende disponibilidad y producción de insumos y equipos.
• Formación y utilización de recursos humanos adecuados.
Oscar Echeverri (2016) señala que la atención primaria de salud es el suministro coordinado y continuo de servicios de alta calidad, mediante el uso eficiente de recursos humanos, orientados hacia la persona, la familia y la comunidad. Para ello, se les provee, desde el primer nivel, de servicios médicos y otros profesionales de la salud formados en medicina general, familiar o comunitaria.
En la actualidad, la “sociedad de la información” y la “sociedad del conocimiento” tienden a estar cada vez más relacionadas con las modernas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), las cuales se centran en la computadora y el Internet. Para ingresar a la sociedad de la información se requiere esencialmente