Edgar Allan Poe y la literatura fantástica mexicana (1859-1922). Sergio Hernández Roura

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Edgar Allan Poe y la literatura fantástica mexicana (1859-1922) - Sergio Hernández Roura страница 4

Edgar Allan Poe y la literatura fantástica mexicana (1859-1922) - Sergio Hernández Roura Pública Ensayo

Скачать книгу

GEF y en particular a mis compañeros del Colectivo Lofantastico.com, en especial a Ada Cruz y Consuelo Sella.

      También a Juan Luis Bonilla, editor de este libro, por su interés y por el reto de poner al alcance de un público amplio una investigación bastante compleja.

      El cuento fantástico en México

      Antes de hablar de la recepción que la obra de Edgar Allan Poe tuvo en México, es imprescindible que señale algunos antecedentes que permitan entender las particularidades del arribo de su obra, así como su relevancia para la literatura mexicana decimonónica; para ello, haré un breve recorrido por la literatura fantástica mexicana anterior a la década de 1860, periodo en cuyos últimos años aparece la referencia más antigua que he podido encontrar al autor estadunidense.

      Los cambios en el concepto de realidad son fundamentales para entender las transformaciones de la literatura fantástica. Como es posible notar en su desarrollo a lo largo del siglo XIX, poco a poco fue ganando lugar en estas narraciones el hecho carente de explicación, el vacío de significado o la ambigüedad. En la obra de E.T.A. Hoffmann, principalmente, los textos abandonaron su carácter gótico y adoptaron uno más cotidiano, cercano a los lectores, al además de que los fenómenos adoptaron un carácter psicológico. Posteriormente, con Poe los textos allanarán la mente de los lectores mediante el uso de la lógica y la ciencia.

      Si bien se ha destacado la importancia que ha tenido para la literatura fantástica en Hispanoamérica la impresión de asombro que supuso la realidad americana para el hombre europeo (Hahn, 1998: 7), es importante señalar que esto no quiere decir que este primer impacto sea la fuente de la literatura fantástica hispanoamericana, “pero sí el de la gestación de una idea de lo fantástico inherentemente asociada a Hispanoamérica desde el descubrimiento y que, con el tiempo, la voz y el imaginario popular irían enriqueciendo” (López Martín, 2006: XIV). Los cronistas intentaron transmitir su fascinación por medio de la escritura y “se encontraron con el desafío de readecuar el lenguaje para describir una realidad inusitada que no cabía en los modelos comunes” (López Martín, 2006: XIII). Así pues, la fabulación se entreveró en las Crónicas de Indias, “representación de un mundo nuevo, desconocido y digno de ser descrito para quienes sólo podían imaginarlo” (Oviedo, 2001: 9). Pese a este primer deslumbramiento, la producción literaria de este periodo tuvo que enfrentarse a la prohibición que la Corona había extendido con respecto a las obras de ficción y, particularmente, a la novela; circunstancia que ha sido considerada como un impedimento para su desarrollo (Mata, 2003: 23). La Real Cédula del 4 de abril de 1531 dirigida a la Casa de Contratación de Sevilla, prohibió el paso a las colonias españolas de algunas obras:

      Yo he seydo ynformada que se pasan a las yndias muchos libros de Romance de ystorias vanas y de profanidad como son el amadis y otros desta calidad y por que este es mal exercicio para los yndios e cosa en que no es bien que se ocupen ni lean, por ende yo vos mando que de aquí adelante no consyntays ni deys lugar a persona alguna pasar a las yndias libros ningunos de ystorias y cosas profanas salvo tocante a la Religión xpiana e de virtud en que se exerciten y ocupen los dhos yndios e los otros pobladores de las dichas yndias por que a otra cosa no se ha de dar lugar (Citado por Leonard, 1953: 92).

      Aunque el cuento, “como género autónomo no se cultivó en Nueva España” formó parte de “las historias, crónicas y otros escritos de los conquistadores, religiosos y letrados” (Leal, 2010: 35). Es posible encontrar narraciones de hechos prodigiosos o sobrenaturales en los que se pueden ver “que los aparecidos, los sucesos truculentos, los choques entre la normalidad y la rareza se filtran de la mano del milagro y la maravilla y van preparando el camino para lo que será después el cuento de aparecidos y de anécdotas curiosas que surge en muchos de los primeros cuentistas de las postrimerías del Virreinato y los inicios del México independiente” (Morales, 2008: XX-XXI). Así pues, los antecedentes del género fantástico se encuentran intercalados en textos de carácter hagiográfico, misceláneas, sermones “e incluso [en] documentos que no se consideran realmente literarios (declaraciones, relaciones, cartas) […] que, si bien no caben en una definición restringida de fantástico, sí sirven para enfatizar una tradición mexicana de literatura de imaginación, misma que no es reconocida abiertamente” (Morales, 2008: XX-XXI).

      En el siglo XVIII, época de cambios orientado por la historia, la crítica y la filosofía, hizo su aparición el periodismo. En ese momento aparecen textos de carácter narrativo bastante cercanos

Скачать книгу