Trayectorias históricas de la enfermería. Deibys Carrasquilla Baza
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¿Cuál es el estado de desarrollo de la historia de la enfermería?
Definitivamente, la manera de dar una respuesta convincente a los interrogantes anteriores, así como otros no mencionados, es a través del establecimiento de un balance sobre el tema. Obviamente, el panorama mostrará un desarrollo heterogéneo con diferencias entre algunos trabajos y otros, según la propuesta y la delimitación y sus respectivos autores. Sin embargo, para esta revisión se establecerá una diferencia entre las obras clásicas y propuestas de largo aliento que poco a poco se han constituido en referencias fundamentales para la historia de la disciplina. En segundo lugar, se analizarán trabajos con coberturas espaciales específicas y al final, se centrará en el desarrollo que ha tenido en Colombia; todo esto con el propósito de establecer el contexto de casos concretos como son los de las ciudades de Bucaramanga y Santa Marta.
Historia de la enfermería o la enfermería en la historia
Concepciones de la historia
Una de las primeras aclaraciones que se deben presentar tiene con ver con el concepto de historia que se trabaja en este texto. Frecuentemente, en el mundo de las ciencias sociales, la disciplina y su objeto de estudio comparten el mismo nombre, situación que en ocasiones genera confusiones o el mal uso de los términos. En demografía, por ejemplo, una cosa es la población y otra su estudio, siendo la primera el objeto y la segunda la disciplina que desarrolla el conocimiento. Sin embargo, ante la expansión de la población, se utiliza el término de “explosión demográfica”, sin que en ningún momento se pretenda sugerir el estallido disciplinar. Lo mismo sucede con expresiones “giro antropológico”, “dimensión sociológica” referidos al hombre y a los aspectos sociales y no a las disciplinas a las que podrían estar aludiendo.
Situación similar sucede con la historia, por un lado, el término se usa para referirse a los “hechos del pasado humano”, al tiempo que alude a la disciplina encargada de su estudio. Pero este estudio ha tenido las pretensiones de la ciencia, de construir universales a partir de la explicación de las acciones del hombre a través del tiempo, lo cual sirvió de base para la “historia universal”. Sin embargo, poco a poco el desarrollo de este conocimiento ha sido sometido a la crítica, lo que ha revelado el sesgo ideológico desde el cual ha sido escrita, dando prioridad a la historia occidental y a hechos vitales para el desarrollo de un sector de la humanidad.
Pero de esta crítica ha surgido una variedad de perspectivas de la historia como la historia cultural, historial social, historia oral y etnohistoria, entre otras, todas ellas con el propósito de resaltar el carácter heterogéneo que encierra el pasado humano. A esto se puede añadir la historiografía, generalmente planteada desde una perspectiva meramente descriptiva, es decir, dando prioridad a la reconstrucción de los hechos del pasado y no tanto por sus análisis o generalizaciones. Por su parte, la historia de la enfermería alude a los hechos o acontecimientos del pasado relacionados con la enfermería, sin embargo, y teniendo en cuenta el desarrollo de las últimas décadas, podría también considerarse como una rama o campo epistémico de la ciencia del cuidado, centrada en el análisis de los hechos en el tiempo que han constituido el desarrollo de la disciplina.
La historia, como disciplina, ha desarrollado una variedad de enfoques que han contribuido a escudriñar el pasado humano desde múltiples perspectivas. La mayoría de ellas se han creado respondiendo a la crítica de la limitación presente en los recursos disciplinares; al centrarse en el documento escrito la mayoría de ellos creados por sectores de la población con una visión diferente a la tendencia general y con intenciones concretas de perpetuar versiones “oficiales” de los hechos del pasado, que claramente han representado un sesgo para las fuentes del historiador.
Varias posturas han emergido en las últimas décadas para plantear una “alternativa” a la hegemonía de contar el pasado. Se ha extendido al área de la literatura, la música y el arte, y han encontrado en el concepto de memoria uno de sus aliados para hacerlo. En la tradición académica, diversos desarrollos epistémicos han abordado la problemática, entre ellos la escuela de estudios subalternos, encabezado por Guha y Spivak, así como enfoques contemporáneos como la teoría post y decolonial, invitando a generar una relectura de los procesos históricos (Chakrabarty, 2010)”.
El enfoque que se trabaja en este libro, es decir, la historia social, contiene elementos similares a los anteriores, pero su problemática se centra más en el cuestionamiento de los recursos que durante mucho tiempo se tomaron para contar la historia, generalmente priorizando sobre personajes y hechos “representativos” que fueron vitales para el desarrollo de la sociedad. Por el contrario, la historia social o también denominada historia desde abajo, pretende hacer una reconstrucción de los hechos cotidianos. Esta visión es afín a la dinámica que ha tenido la historia de la enfermería, priorizando en personajes y eventos, generalmente desde una visión de élite enfermera y no tanto desde abajo, como propuso Thompson cuando dio inicio a sus estudios de la “gente común” y analizó la clase obrera inglesa.
¿Qué es la enfermería?
Antes de entrar a describir la ubicación temporal de la génesis enfermera, resulta necesario esclarecer algunos de los elementos básicos con los que se puede situar la práctica de la enfermería en el marco de la ciencia, el arte, la labor disciplinar u otra faceta de la dinámica epistémica o profesional. A pesar del esfuerzo de una cantidad considerable de personas a través del tiempo, todavía existen algunas que se preguntan ¿es la enfermería una ciencia? Asimismo, existen otras personas que se cuestionan la vigencia de esos interrogantes y que prefieren ubicarse en el ámbito de la posciencia (Díaz, 2000), teniendo en cuenta el postulado posmoderno de las incertidumbres del conocimiento, la crisis de la modernidad y fin de los grandes relatos, y situándose más bien en ejercicios pragmáticos de comprensión e intervención de la realidad.
Entre estos elementos básicos de la enfermería, vitales para quien apenas inicia en el área, se encuentran su definición, desarrollo teórico, objeto de estudio y método. Elementos que, si bien constituyen algunos de los requisitos de la ciencia, se presentan aquí como parte de la intención educativa de este texto, sin que tenga pretensiones de crítica epistemológica.
Definir la enfermería es una labor compleja, como sucede generalmente con la mayoría de las disciplinas en la actualidad. Sus énfasis, bifurcaciones y transformaciones a través del tiempo, han contribuido a generar una gama variada de concepciones que incluye sus respectivos matices, de los cuales, no todas las profesiones se sienten identificadas. A pesar de su amplio desarrollo teórico, conceptual y metodológico, el ámbito de la enfermería aún se desarrolla en el movedizo terreno del oficio y la profesión, sobre todo en términos del reconocimiento social; no tanto de la “enfermería ideal”, sino de las versiones desarrolladas en la vida cotidiana y en países que, como Colombia, su imagen social es aún muy frágil.
Por lo menos en el castellano, enfermería tiene varias alusiones. De igual forma, en el uso cotidiano del término, involucra una variedad de aspectos y lugares: “enfermería es el lugar dónde se atienden los enfermos”, enfermero es quien estudia o se prepara en enfermería, y generalmente, en el ámbito cotidiano colombiano, las personas llaman de igual forma al auxiliar (de enfermería) que al profesional. Asimismo, el imaginario social se concentra en las actividades técnicas de la labor (inyecciones, canalización, toma de presión, entre otras), lo que influye decisivamente en su imagen social y, por tanto, en los significados relacionados con el término.
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