Trayectorias históricas de la enfermería. Deibys Carrasquilla Baza

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se establece un plan de cuidados.

      3 Planificación: fase para desarrollo de estrategias dirigidas a prevenir, minimizar o corregir los problemas identificados en el diagnóstico de enfermería. Esta fase se subdivide en a) establecer un orden de prioridades para los problemas diagnosticados; b) plantea al paciente los objetivos para corregir, minimizar o prevenir los problemas de salud del paciente; c) redactar los protocolos de enfermería que conducirán a alcanzar los objetivos propuestos y d) se deberá hacer una relación ordenada de los diagnósticos de enfermería, objetivos y acciones de enfermería dentro del plan de cuidados.

      4 Ejecución: se realizan las actividades para las actuaciones necesarias para alcanzar los objetivos, esto supone informar el plan de cuidados a todos los que participan en él; sirve como directriz el plan de cuidados.

      5 Evaluación: donde se determina en qué medida se han alcanzado los objetivos; además la enfermera valora los progresos del paciente, toma medidas correctoras si hace falta y revisa el plan de cuidados. (p 109)

      Por último, las taxonomías Nanda, Nic y Noc constituyen una herramienta básica para la planificación y diagnóstico de las actividades de enfermería. Representan un desarrollo importante en términos de la clasificación de los diagnósticos, a partir de los cuales se pueden ejecutar las fases que comprenden el PAE. Sin embargo, el estándar es poco sensible a la heterogeneidad de la población humana, siendo criticado a veces por la dificultad que tiene para aplicarse a contextos diferentes a los que fueron formulados (Cachón, Álvarez-López y Palacios-Ceña, 2012; Román et al., 2005)intervenciones y resultados en los cuidados. Su utilización en diversos medios asistenciales es variada. En el caso de las unidades de cuidados intensivos es preciso estudiar las implicaciones que tiene la integración de este lenguaje en las enfermeras. Describir el significado del lenguaje estandarizado NANDA-NIC-NOC para las enfermeras que trabajan en las Unidades de Cuidados Intensivos madrileñas (UCIM. Se resalta que, los desarrollos de la enfermería no se limitan a los elementos mencionados, si no que se extienden más allá, sobre todo en el campo teórico, la innovación, la tecnología, la enfermería basada en la evidencia (EBE) y otros recursos del ámbito clínico, por lo que aquí se presenta es solo un punto de partida.

      De acuerdo a lo establecido anteriormente, la enfermería es la disciplina encargada del cuidado de los seres humanos. Como se dijo, el cuidado es una actitud y práctica antropológica, porque hace parte de las acciones de los seres humanos. Esto coloca la trayectoria histórica del cuidado en la misma línea de la historia de la humanidad, y a la enfermería, como profesión, en una referencia temporal de los últimos 150 años. Sin embargo, la literatura sobre el tema toma a ambas como sinónimos, por lo cual, cuando se trata la historia de la enfermería, se incluye una ventana de observación que corresponde a toda la historia de la humanidad (Donahue, 1996; Alligood, 2011; Martínez y Chamorro, 2011).

      La tabla 1, tomada de Martínez y Chamorro (2011), modificada de Colliere (2009), es una referencia frecuente para la determinación de las etapas de la historia de la enfermería. Sin embargo, la linealidad, así como la visión del desarrollo humano desde segmentos de tiempo uniformes, ha sido ampliamente debatido en las ciencias sociales, por su visión unilineal y rígida, que poco puede dar cuenta de variaciones culturales o del entendimiento de los procesos más allá del etnocentrismo occidental. En otras palabras, muchas de las prácticas de un período siguen vigentes en diferentes países en el mundo, a partir de las diversas formas de expresión cultural presentes en el mundo y no necesariamente puede ser visto como un período “superado” por la civilización occidental.

      Tabla 1. Evolución histórica del cuidado enfermero

Etapa doméstica del cuidadoEtapa vocacional del cuidadoEtapa técnicaEtapa profesional
PrehistoriaCivilizaciones antiguasEdad mediaEdad modernaEdad contemporánea

      Fuente: adaptada de Martínez y Chamorro (2011).

      Ana Luisa Velandia (2008) es una de las autoras que más han trabajado el tema de la historia de la enfermería en Colombia y América Latina. En uno de sus trabajos, analiza lo que ella llama la “periodización de la historia de enfermería”. Dicho análisis revela la amplitud de propuestas en lo que se refiere al establecimiento de los períodos, más allá de los mencionados aquí, pero su intención es identificar los enfoques sociológicos, políticos, económicos, religiosos presentes en cada periodización de la historia de la enfermería. Para ello, divide los enfoques externalista (religioso, sociopolítico y antropológico) e internalista (desarrollo teórico, evolución de la práctica y educación).

      Esta distinción está asociada con el título de este aparte, con la intención de problematizar el enfoque con el que se debe asociar la historia de la enfermería. Es decir, ¿debe hacerse la historia de la enfermería (internalista) o ubicar la enfermería en la historia (externalista)? Este trabajo no pretende dar una alternativa a los desarrollos de la historia de la enfermería, pero considera que esta última no puede aislarse de los hechos históricos, ni abandonar la crítica frente al perfil eurocéntrico desde el que ha sido escrita la historia. En ese sentido, debe realizar el esfuerzo por articular lo externo con lo interno, de manera que revele la manera en que lo primero incide y limita el desarrollo de lo segundo. En otras palabras, el desarrollo histórico de la enfermería no puede comprenderse aislada de los factores que la rodean, mucho menos dar solución a sus problemáticas desde una visión en la que ella es centro de todo.

      Este capítulo también se pregunta sobre la inexorable necesidad de los segmentos de tiempo, llámese períodos, fases o etapas. ¿Es posible una historia sin ellas? Si bien son útiles para la identificación de tendencias en determinados momentos de la historia, hay que tener en cuenta que las caracterizaciones que se han hecho son solo avances, como una especie de borradores, porque la historia aún no ha terminado de ser contada. El siglo pasado se obsesionó con el concepto de evolución y se olvidó de la carga ideológica presente en ella, y de su fácil asociación con otras categorías que permitieron la clasificación de las sociedades y sus poblaciones, definiendo unas desarrolladas o avanzadas y otras que vivían en una especie de atraso o “rezago cultural”.

      De acuerdo a lo anterior, parte de la problematización consiste en preguntarse hasta qué punto los periodos o etapas contribuyen con la clasificación del mundo en sociedades avanzadas y atrasadas, dado que, muchas de las características de un período pasado permanecen vigentes en la actualidad para muchas comunidades. De igual forma, puede ser que la carga ideológica de exotismo basado en la idea que representan poblaciones supervivientes del pasado, como piezas de museo, y que, cuando en la práctica la enfermera(o) interactúa con ellos, limita su comprensión en términos de una variación cultural y, por tanto, no es capaz de brindar cuidado basado en la cultura, descarta la validación o negociación e inmediatamente opta por la transformación de sus costumbres.

      Resulta muy difícil demostrar lo anterior, pero es importante considerarlo como parte de una posibilidad hipotética y, por lo tanto, ser muy sensibles en la enseñanza de las etapas, para que no genere sesgos ideológicos que lleven a clasificar a las sociedades en atrasadas y avanzadas, sino que, por el contrario, de la mano de la enfermería transcultural amplifique la comprensión de la heterogeneidad de la humanidad.

      De lo anterior se puede dar ejemplo de la siguiente manera. En la etapa doméstica del cuidado, se hace referencia continua a lo primitivo, al papel de la mujer, a la existencia de la magia y a hechiceros y brujas. Si bien el concepto de primitivo ya no tiene uso frecuente en la actualidad, los demás términos son referencia constante de los estudiantes y las personas como parte de sus representaciones sociales, las cuales recogen mucho del estigma que sobre poblaciones indígenas y afrodescendientes construyó el colonialismo. Además, la descripción que dan los textos son superficiales y difícilmente se aproximan a la complejidad que hay detrás de prácticas como el

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