Clínica escolar. Neva Milicic
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A continuación, se enuncian los hitos más relevantes a tener en cuenta y algunos puntos relevantes para su abordaje, tanto para hacerlos conocidos, como estructurados.
• El ingreso al colegio: siendo la primera vez que se ingresa al sistema escolar el hito más relevante, también es un hito el ingreso cuando hay un cambio de colegio, el primer día de clases del año, e incluso el día lunes, primer día de la semana (Milicic & Lopez de Lérida, 2006).
Comentaba una muy buena profesora de educación básica: "Yo recuerdo que cuando chica los días domingos íbamos a tomar el té con mi familia, en Puerto Montt, al café... Me fascinaba, pero nunca podía comer nada porque tenía el estómago apretado de susto de pensar que al día siguiente sería lunes y debía enfrentar el colegio… no sé por qué me pasaba, porque era una buena alumna, pero igual sudaba frío al imaginar el lunes. Entonces, para que a mis alumnos no les suceda esto y puedan disfrutar de su día domingo hasta que se acabe, yo todos los viernes les recuerdo que el lunes es el mejor día, porque nunca hay pruebas (nunca hago pruebas el lunes), y porque es el día de traer algo para compartir desde la casa y un juego o juguete. Entonces todos los días lunes parto con una convivencia, en que cada uno trae algo rico, aunque sea una manzana partida en pedacitos, las ponemos todas en una mesa y comemos, mientras contamos del fin de semana, lo que cada uno quiera. Eso la primera media hora. Y los recreos del lunes son un poco más largos, y ellos juegan con sus cosas. Una vez un niño trajo de su casa piedras, con las que juega al luche… no se trata de grandes juguetes. Es sólo que traer algo de su casa los tranquiliza. Esto lo hacemos durante todo el primer ciclo, porque les gustó mi idea".
Respecto del ingreso al liceo, explicaba la orientadora de un liceo de la III Región: "me reuní con los directores académicos de las escuelas que ingresan a este liceo, y planificamos juntos la transición. Desde octubre hasta marzo duran las actividades que planificamos,que incluyen que alumnos del liceo vayan a las escuelas a contar del liceo, que los niños de sus octavos vayan al liceo a conocerlo, que en marzo les demos una bienvenida… claro que no pudimos cortar con el mechoneo en marzo, que es algo con que los niños de octavo soñaban aterrados. Quisimos hacerlo, pero no pudimos, porque tenemos una cultura de mechoneo muy valorada por los alumnos del liceo. Ahora lo que estamos haciendo es un trabajo para unir objetivos de las escuelas y expectativas del liceo respecto de lo que deben traer aprendido de las escuelas, porque esto es el problema más grave, que provoca más problema: nosotros les mostramos a los niños que no están preparados, y que van a fracasar. Eso es lo más terrible que pasa en primero medio".
Comentaba una madre respecto del cambio de colegio de su hija: "se llevó una sorpresa, porque en el colegio que ella creía que sería tanto peor que el suyo antiguo (que ya no podían pagar), la recibieron como jamás reciben a nadie en su colegio tan top. Durante todo el mes de marzo, se llevaron a cabo reuniones de todas las nuevas del ciclo: una entre ellas con la directora, que les explicó todo y respondió todas sus preguntas; otra con el centro de alumnos; otra con las coordinadoras de ciclo, que también les explicaron cosas del colegio".
El director de un colegio subvencionado de Conchalí, explica respecto del ingreso de una familia: "quienes entran al colegio son una familia,no sólo un alumno, y de su buen ingreso dependerá la adaptación y el rendimiento del alumno. Así es que partimos en octubre, con la bienvenida a las nuevas familias, con un sábado de ingreso, donde hay discursos, guías por el colegio, están delegados de padres y de alumnos recibiendo, damos café, galletas y varios discursos. Así vamos cultivando el cariño por el colegio… que todos sientan que ésta es su casa, y que están bienvenidos".
• La organización de la llegada al colegio al inicio de la jornada puede evitar la violencia y caos entre compañeros, lo cual constituye un factor de estrés. También, prepara al niño a través de una actividad predecible, ante lo impredecible que puede ocurrir durante la jornada escolar. Esto permite disminuir los niveles de ansiedad que genera la entrada al espacio escolar, puesto que lo conocido suele ser menos ansioso.
Una investigación etnográfica describía de la entrada a un establecimiento de enseñanza media, en la mañana: "La entrada duraba una hora. Una larga y caótica hora, donde había dos inspectoras y cero organización, y se apretujaban las alumnas abogando por la hora y si correspondía o no catalogar como atraso su llegada. Mucho grito, pero sobre todo, un caos donde nada importaba nada.Al final unas entraban y otras no, más dependiendo de la bulla que hacían y de la simpatía que le generaba a la inspectora, que de la hora de llegada." En ese colegio había un mayor nivel de licencias médicas de profesores y trastornos psicológicos de los alumnos.
Relata un inspector, acerca del nuevo director: "las cosas han cambiado. Ahora hay orden en todo el colegio. Desde la entrada, donde el director insiste en que quiere estar durante la media hora que dura, parado en la puerta saludando a cada alumno y a sus padres. El es muy formal, además de amable, así es que con la sola pinta de él hace que los jóvenes entren respetuosos y con una actitud amable".
• La entrada a la sala de clases: Como se dijo, los espacios inestructurados o sin presencia de adultos dentro de la escuela también pueden constituir una fuente de estrés y ansiedad en los niños. Existen pautas curriculares o rutinas escolares que marcan actividades escolares al inicio de la jornada escolar, las cuales no dependen de la profesora y dan un espacio estructurado para convivir y aprender en forma autónoma. En el llamado currículum de educación personalizada, en el primer ciclo se les enseña a los niños que cada mañana, aún en ausencia del profesor, deben llegar a la sala de clases, dejar su mochila en la percha que les corresponde, ponerse el delantal, y elegir un juego o libro para utilizarlo los primeros 15 minutos de la mañana. En el segundo ciclo cada fin de día, corresponde que cada alumno planifique lo que hará el primer período del día siguiente, de modo que esa mañana, después de ponerse el delantal, sabe que debe trabajar con tal material para lograr tal objetivo.
• Los recreos pueden generar altos niveles de angustia, sobre todo para aquellos niños que los viven como momentos de exclusión social o acoso escolar (también se pueden dar situaciones de acoso sexual en este espacio de recreación). Los turnos de patio durante los recreos, por parte de auxiliares, profesores e inspectores, generalmente están orientados a prevenir o enfrentar accidentes e indisciplina, así como posibles abusos por parte de compañeros que ejercen una función de matonaje (bullying). No está socializada la idea del turno de patio con un rol formativo, que permita a los niños aprender a jugar, entenderse y entretenerse. En muchas ocasiones, y especialmente en el caso de los hombres que no juegan fútbol, el recreo puede ser un momento muy aburrido y ansiógeno.
La estructuración del recreo con una oferta entretenida e interesante de actividades puede ser una experiencia muy enriquecedora. Pizarrones en las paredes, hacer dibujos o marcar juegos en los pastelones, establecer lugares de lectura de revistas, tener espacios como huertos, gallineros, tener un espacio de música, incluso baile, pueden ser alternativas que hacen de los recreos espacios interesantes, formativos y que acogen la diversidad de intereses.
2. Las situaciones de evaluación son, para la gran mayoría de las personas, situaciones ansiógenas y pueden ser vividas con altos niveles de ansiedad por algunos niños, quienes presentan síntomas típicamente ansiosos –sudoración, taquicardia, malestar estomacal– "justo antes" de una prueba, especialmente cuando éstas tienen el carácter de ritual calificativo, más que formativo. Esto tiende a estar asociado a un miedo ante la situación de evaluación, y este miedo asociado a pérdida de aprobación o castigo: "si me va mal no me querrán, no me aprobarán, se enojarán conmigo, me castigarán".
El colegio y la familia pueden aumentar fuertemente lo ansiógeno de la situación de evaluación si hay: