De la Oscuridad a la Luz. Marino Sr. Restrepo

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу De la Oscuridad a la Luz - Marino Sr. Restrepo страница 10

De la Oscuridad a la Luz - Marino Sr. Restrepo

Скачать книгу

nosotros pertenece a una rama del mismo, rama que se remonta hasta nuestros primeros padres, Adán y Eva. Por medio de esa rama, recibimos millones de bendiciones como consecuencia de las buenas acciones de los antepasados, y que el Oriente lo hace aparecer como karma o ley de causa y efecto. También recibimos maldiciones, las cuales se deben a un número limitado de generaciones que Oriente llama mal karma.

      Dice el Señor que una inmensa porción de la humanidad hoy es un producto de la fornicación y no del amor. Seres humanos que son concebidos a diestra y siniestra, en medio de los pecados más abominables. Todas estas criaturas son, en su mayoría, rechazadas desde el vientre materno y miles de ellas abortadas. Nacen en un mundo sin amor y arrastran la carga, no solo del pecado original, sino también de la abominación del pecado de los padres materiales.

      Debido a esta masiva ausencia de amor en tantos millones de seres humanos que nacen en medio de los más horribles pecados, el mundo no podría estar más oscuro. Estamos inundados de resentimientos, de odios, de corazones abandonados y pisoteados, desde antes de salir del vientre de la madre. Una humanidad que, en su mayoría, busca resolver su dolor creando dolor en los demás e infligiéndose una naturaleza autodestructiva. Así crean un escenario de vicio, de muerte y desolación. El mismo pecado que penetra la carne, por medio de la impureza sexual, se convierte en su propia esencia que no es más que la muerte, pero ya no la muerte tan solo del cuerpo material, sino también la del alma misma.

      Es una humanidad que ha rendido culto a la gran caída del espíritu, por la flagelación inflingida con la lujuria, el vicio y la avaricia. Una idolatría plena a la carne y al mundo material, que busca en vano llenar el más profundo vacío creado por la ausencia de Dios, con un inagotable mar de deseos, de ansiedades, de metas banales, como la sed por el dinero, el poder, la fama, la venganza, la violencia misma, como forma de vida. Un hijo sin amor se convierte en un padre de la violencia y el rencor. Nada, absolutamente nada, podrá llenar el vacío que deja la ausencia de Dios en nosotros. La paz no viene de los hombres, la paz solo viene de Dios y únicamente después del verdadero arrepentimiento y el más profundo acto de contrición. Me muestra el Señor cómo las guerras que hay en el mundo y que ocurrirán hasta su regreso no pueden encontrar soluciones humanas, porque el vehículo de la guerra nunca ha sido la justicia, sino siempre el odio. Solo hincándonos ante el Señor, podremos comenzar el verdadero camino de la paz.

      Me produce espanto ver el escenario que el Señor me muestra. Me señala al hombre naufragado en este mundo decadente, totalmente esclavizado de sus instintos y sentidos, arrastrando su propio cadáver, pretendiendo vestir esa muerte con orgullo y vanidad, sin enterarse de que ya los buitres de los infiernos lo sobrevuelan, esperando el momento preciso de consumirlo para siempre.

      Vivimos la más ardua batalla entre el bien y el mal por las almas encarnadas; estamos al final de los últimos tiempos. Si todo existe al mismo tiempo en la eternidad, incluyendo este mundo material, entonces, dice el Señor, debemos establecernos en armonía con nuestro espíritu y vivir nuestra naturaleza eterna desde ya, como resultado de la redención del pecado, del rescate de la muerte, que nos ha dado el Padre celestial, al enviarnos a su propio Hijo, para pagar el precio con su vida, por la vida eterna de todos nosotros; la vida eterna que perdimos con el pecado original. De lo contrario, viviremos unidos a nuestra naturaleza mortal, llenos de presentimientos de muerte, inseguridades, miedos, vacíos inmensos de amor, soledad, abandono interior y esclavitud al mundo, al demonio y a la carne. El ser humano que no tiene conciencia de su espíritu y tan sólo se dedica a buscar el bienestar de su entidad material, que es la que va a morir, y descuida completamente su alma, diariamente se levanta a sentir la muerte de todo lo que lo rodea.

      Si comprendemos lo importante que es vincularnos a la salvación, conectarnos con el agua eterna, respirar los aires celestiales, aceptar que vivimos en un instante de la eternidad, sobre un plano transitorio material, que en cualquier momento se esfuma y que lo único que podemos conservar de toda esa existencia es el amor que vivimos, podremos desvincularnos de la esclavitud del tiempo humano y lograremos vivir para nuestra naturaleza eterna, utilizando cada instante de nuestras vidas como un tesoro de reparación, de capitalización, en la gran economía de la salvación del alma. El Señor muestra con tristeza santa una humanidad que ha llegado al borde de su propio abismo de destrucción eterna.

      A pesar de todo esto, el Señor aclara que todos somos sus hijos y tenemos el derecho a la salvación sin importar el estado de pecado en que se encuentra nuestra alma. El diablo no puede tomarse un alma en su totalidad. En el momento de la muerte de la carne, esa alma tiene la oportunidad de renunciar al pecado y reconocer a Dios, salvándose así, a pesar de quedar en un estado alarmante de purificación.

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

      Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

/9j/4AAQSkZJRgABAQEASABIAAD/4QDWRXhpZgAATU0AKgAAAAgABwESAAMAAAABAAEAAAEaAAUA AAABAAAAYgEbAAUAAAABAAAAagEoAAMAAAABAAIAAAExAAIAAAAeAAAAcgEyAAIAAAAUAAAAkIdp AAQAAAABAAAApAAAAAAAAABIAAAAAQAAAEgAAAABQWRvYmUgUGhvdG9zaG9wIENTNCBNYWNpbnRv c2gAMjAxMTowNTowMSAxOToxNDo1MgAAA6ABAAMAAAAB//8AAKACAAQAAAABAAAB9KADAAQAAAAB AAAC7gAAAAD/4gVASUNDX1BST0ZJTEUAAQEAAAUwYXBwbAIgAABtbnRyUkdCIFhZWiAH2QACABkA CwAaAAthY3NwQVBQTAAAAABhcHBsAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA9tYAAQAAAADTLWFwcGwAAAAA AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAtkc2NtAAABCAAAAvJk ZXNjAAAD/AAAAG9nWFlaAAAEbAAAABR3dHB0AAAEgAAAABRyWFlaAAAElAAAABRiWFlaAAAEqAAA ABRyVFJDAAAEvAAAAA5jcHJ0AAAEzAAAADhjaGFkAAAFBAAAACxnVFJDAAAEvAAAAA5iVFJDAAAE vAAAAA5tbHVjAAAAAAAAABEAAAAMZW5VUwAAACYAAAJ+ZXNFUwAAACYAAAGCZGFESwAAAC4AAAHq ZGVERQAAACwAAAGoZmlGSQAAACgAAADcZnJGVQAAACgAAAEqaXRJVAAAACgAAAJWbmxOTAAAACgA AAIYbmJOTwAAACYAAAEEcHRCUgAAACYAAAGCc3ZTRQAAACYAAAEEamFKUAAAABoAAAFSa29LUgAA ABYAAAJAemhUVwAAABYAAAFsemhDTgAAABYAAAHUcnVSVQAAACIAAAKkcGxQTAAAACwAAALGAFkA bABlAGkAbgBlAG4AIABSAEcAQgAtAHAAcgBvAGYAaQBpAGwAaQBHAGUAbgBlAHIAaQBzAGsAIABS AEcAQgAtAHAAcgBvAGYAaQBsAFAAcgBvAGYAaQBsACAARwDpAG4A6QByAGkAcQB1AGUAIABSAFYA Qk4AgiwAIABSAEcAQgAgMNcw7TDVMKEwpDDrkBp1KAAgAFIARwBCACCCcl9pY8+P8ABQAGUAcgBm AGkAbAAgAFIARwBCACAARwBlAG4A6QByAGkAYwBvAEEAbABsAGcAZQBtAGUAaQBuAGUAcwAgAFIA RwBCAC0AUAByAG8AZgBpAGxmbpAaACAAUgBHAEIAIGPPj/Blh072AEcAZQBuAGUAcgBlAGwAIABS AEcAQgAtAGIAZQBzAGsAcgBpAHYAZQBsAHMAZQBBAGwAZwBlAG0AZQBlAG4AIABSAEcAQgAtAHAA cgBvAGYAaQBlAGzHfLwYACAAUgBHAEIAINUEuFzTDMd8AFAAcgBvAGYAaQBsAG8AIABSAEcAQgAg AEcAZQBuAGUAcgBpAGMAbwBHAGUAbgBlAHIAaQBjACAAUgBHAEIAIABQAHIAbwBmAGkAbABlBB4E MQRJBDgEOQAgBD8EQAQ+BEQEOAQ7BEwAIABSAEcAQgBVAG4AaQB3AGUAcgBzAGEAbABuAHkAIABw AHIAbwBmAGkAbAAgAFIARwBCAABkZXNjAAAAAAAAABRHZW5lcmljIFJHQiBQcm9maWxlAAAAAAAA AAAAAAAUR2VuZXJpYyBSR0IgUHJvZmlsZQAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAWFlaIAAAAAAAAFp1AACscwAAFzRYWVogAAAAAAAA81IAAQAAAAEW z1hZWiAAAAAAAAB0TQAAPe4AAAPQWFlaIAAAAAAAACgaAAAVnwAAuDZjdXJ2AAAAAAAAAAEBzQAA dGV4dAAAAABDb3B5cmlnaHQgMjAwNyBBcHBsZSBJbmMuLCBhbGwgcmlnaHRzIHJlc2VydmVkLgBz ZjMyAAAAAAABDEIAAAXe///zJgAAB5IAAP2R///7ov///aMAAAPcAADAbP/bAEMAAgICAgIBAgIC AgMCAgMDBgQDAwMDBwUFBAYIBwkICAcICAkKDQsJCgwKCAgL

Скачать книгу