Por el espejo. A. A. Salvatierra

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Por el espejo - A. A. Salvatierra

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poco electrónico a su parecer.

      Al alzar la vista Kate pudo jurar que dejó sus ojos y mandíbula en el piso. La voz provenía de un androide, no mediría más de 60 cm, blanco y estaba flotando en el aire. Su cuerpo era ovalado en la parte superior y se iba afinando a medida que bajaba, terminando en una pirámide invertida. Su cabeza era circular y tenía un panel negro donde se encendían unas luces con forma de ojos y boca, extremadamente realistas. Llevaba un traje negro con un chaleco gris y una camisa de vestir de cuello ancho blanca con una corbata en un medio nudo Windsor.

      -Disculpe, Miss. Mi nombre es Fred, ¿Puedo ofrecerle un té? -preguntó el androide, su voz amable y extremadamente serena.

      -Eh, sí, por favor -respondió entrecortadamente, todavía asombrada.

      Con una leve reverencia, Fred se fue, dejando al par aún más confundido que antes. Kate no podía creer lo que había visto y Christopher no podía creer la sorpresa de Kate al ver a Fred. Seguro, Fred no era el modelo más avanzado que estaba en el mercado, pero todo el continente, por no decir el mundo, tenía un Androide por más desactualizado que pudiese estar.

      -¿Miss Magnus, está Ud. bien? ¿Quiere que Fred le traiga otra cosa? -preguntó el hombre al ver la cara de asombro de la mujer. Realmente, Fred no era nada del otro mundo, de hecho, era un modelo un poco antiguo.

      Kate logró despegar la vista del espacio anteriormente ocupado por el pequeño robot y miró directamente a Carter, su cara mostraba una dosis igual de curiosidad y preocupación, pero algo en la manera en que la miraba que hizo que finalmente Kate saliera del trance y mandara a su cerebro a ponerse en modo profesional.

      -Sr. Carter, como ya le mencioné antes, mi nombre es Kate Magnus, soy física y trabajo para el profesor Jonathon Rook, el cual también responde al nombre de John…

      Kate siguió contando cómo había llegado a la casa de Carter sin dar muchos detalles acerca de su relación con Rook o del estado de su oficina en Firefly y él la escuchaba con mucha atención, sin querer perder nada. Al terminar su historia ella sacó el cristal del bolsillo de su jean, y con mucha renuencia se lo mostró, indicándole exactamente que había hecho antes de llegar a la habitación a oscuras. A esto, Christopher inmediatamente agarró con delicadeza la mano de Kate que sostenía el objeto, sintiendo como los músculos de la mano de ella se tensaban, él sonrió suavemente y pidió observar el cristal, ella aceptó silenciosamente con un suave movimiento vertical de su cabeza y él continuó con su tarea, observándolo detenidamente, pasó una mano sobre su superficie, rozando levemente la palma de Magnus. Ella sintió como los pelitos de la nuca se alzaban por su toque tan delicado, enviando escalofríos a través de su espina dorsal.

      -Miss Magnus -dijo, su voz apenas un susurro-, es importante que responda con toda honestidad. Jonathon Rook ¿Es un hombre en sus 50, pelo castaño, de lentes con ojos marrones, cuerpo en forma para su edad y una actitud un poco, digamos que, difícil?

      Los ojos de Kate se agrandaron y apareció un brillo de felicidad en ellos mientras respondía alegremente que sí.

      -¿Lo has visto? ¿Vino por el mismo lugar que yo? -preguntó emocionada.

      Su felicidad se fue tan rápida como vino al ver la cara de ese hombre, vio el cambio de expresión inmediato en su cara y cuerpo. Su mandíbula se tensó y las fosas nasales de su larga y puntiaguda nariz se abrieron momentáneamente, sus hombros se pusieron rígidos. Todo esto ocurrió en una fracción de segundo, después de la cual la sonrisa amable volvió a su cara y sus hombros volvieron a caer, relajados. Kate pensó que había imaginado esa reacción de no ser por la respiración de Carter, estaba un poco más pesada que antes.

      -Tengo que mostrarle algo. Por favor, sígame -dijo mientras se levantaba del sofá, dejando a Kate aún más confundida que antes.

      Una tristeza la embargó, de pronto tuvo un mal presentimiento de esto. Y ¿si habían encontrado a John y estaba muerto? O ¿lo habían secuestrado? ¿Tortura? Agitó su cabeza levemente para quitar esos pensamientos de su mente, algunas veces odiaba su capacidad de concebir escenarios. Siempre eran muy realistas y detallados.

      Se levantó lentamente, pero se detuvo, sin quitar la mirada del piso preguntó casi en un susurro.

      -¿Está muerto? -mientras decía esto, Christopher volteó al tiempo que ella levantó la mirada, él pudo ver el miedo en sus ojos y sintió como su corazón se apretaba ante tal vista.

      Se sentía culpable pero ahorita no podía explicarle nada o dejarla sola, no en ese estado. Tenía que enseñarle. Se acercó a ella, despacio, con cuidado de no asustarla, tocó su brazo suavemente con su mano y puso su otra mano en la espalda de ella, arriba de su cintura, gentilmente empujándola un poco para que siguiera caminando. Con la voz más dulce que pudo formar le dijo que lo siguiera. Todo iba a estar bien, le aseguró. Ella no le creyó y su corazón se achiquitó al recordar a Rook.

      Carter la dirigió a una de las habitaciones del segundo piso, abrió la puerta y la sostuvo para dejar que ella pasara primero, todo estaba oscuro, así que ella se aseguró de quedarse cerca de él. Una vez adentro, él tocó dos veces suavemente el lúminol en su saco ocasionando que las luces del lugar se encendieran.

      Esta habitación parecía la extensión de la sala, estantes llenos de libros de portada dura llenaban la mayoría de las paredes, los muebles estaban cubiertos con mantas blancas, todo parecía estar perfectamente limpio.

      Christopher se dirigió a uno de los muebles cubiertos, al final de la habitación y con un rápido y suave movimiento removió la tela para revelar una mesa escritorio con patas torneadas de madera de pino decorada con dos cajones y con un secreter. Carter abrió uno de los cajones y sacó un marco con una fotografía dentro. Se dirigió otra vez donde estaba Magnus, con la fotografía contra su abdomen, de manera que ella no pudiese verla. Su mirada era seria y le costaba no derretirse frente a los ojos llenos de tristeza de la mujer a su lado. Pero él había hecho una promesa y tenía que hacer esto bien, aun si eso significara hacerla sufrir un poco más.

      -Por favor, pronto le explicaré todo. Necesitaremos sentarnos, acompáñeme.

      Llegaron otra vez a la sala, todo estaba igual a excepción de la mesa de café, al parecer Fred había dejado un servicio de té al no encontrarnos, incluyendo pequeños sándwiches de pepinillo. Se sentaron en la misma posición que antes y ella espero pacientemente a que él empezara a hablar. No podía asegurarlo, pero la calma que tenía en sus ojos había desaparecido después de que supo que hablaban del mismo John y algo parecido a dolor había cruzado sus facciones cuando vio ese marco.

      Carter agarró una de las tazas de té, la llenó y se la dio a Magnus. Ella no era fan de esa bebida, pero necesitaba algo que le calmara los nervios, aunque un café no estaría mal. Esperó a que él sirviera su taza y tomara un sorbo, dejando el té de nuevo sobre la mesita, ella optó por dejarlo sobre su regazo. Él comenzó a hablar.

      -No, Jonathon Rook no está muerto, hasta donde sé -vio como Magnus relajaba sus facciones mientras que la tristeza se iba de sus ojos, algo que tranquilizó un poco más a Carter-. Sé que esto va a ser muy difícil de comprender, no sé en qué área se especialice usted así que comenzaré por lo obvio. ¿Sabe que son los universos paralelos?

      Terra

      Kate Magnus estaba segura de que estaba en una especie de sueño o broma pesada. Si éste era otro de los intentos de Rook para estudiar su personalidad, podría considerarse hombre muerto.

      Ella probablemente había estado mirando a Carter mucho tiempo, ya que él empezó a mirarla un

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