El Coach Iluminado. Raimon Samsó
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No te aconsejo leer este libro con tu ego sentado a tu lado. No ha sido escrito para él. Dale el día libre; el ego no puede iluminarse porque es un obstáculo para la luz.
No quiero que este libro suponga un ejercicio mental, no tiene sentido leerlo de principio a fin para mostrarse de acuerdo o en desacuerdo. O para reafirmar lo que has podido aprender antes. Por experiencia sé que casi todo el mundo busca resultados sin pasar por caja, sin poner los medios necesarios, de manera totalmente gratuita. Este manual de iluminación tiene un precio bajo (low cost), pero tiene un precio. Ese precio es dejar de ser “tú mismo”, lo cual no es pedir demasiado, y prescindir de tu guión sobre cómo deben ser el mundo y sus habitantes.
Hay personas que han leído alguno de mis libros y que me preguntan ¿y ahora qué hago? O peor aún: ¿por qué no escribes otro libro que explique cómo poner en práctica este libro? Mi respuesta es que no hay que hacer nada, por eso no hay tareas. Esas personas han leído desde el ego que cree que ha de resolver tu vida.
Cuando era un coach convencional proponía tareas, ponía “deberes”, diseñaba agendas y planes de acción… pero ahora que soy un “coach iluminado” solo propongo hacerse consciente. Nada más, nada menos.
Lo que puedo asegurarte ahora es cuando hayas despertado, todo se aclarará por sí mismo. Todas tus dudas se resolverán cuando dejes de esforzarte por resolver tu vida (no naciste para perfeccionar o solucionar tu vida).
Y recuerda: leer muchas veces las propiedades de un fármaco no logra que te beneficies de ellas. No te conformes con la lectura de este libro, mejor “tómatelo” a diario. Las palabras no bastan, nada superará tu experiencia personal. Yo no puedo convencerte de qué o quién eres, tendrás que averiguarlo experimentándolo en algún momento.
Y una confidencia final: la madrugada de diciembre 2017, en que terminé de escribir este libro, con el último párrafo del último capítulo, se me llenaron los ojos de lágrimas. No porque consiguiera una meta, lo que describe el libro ni siquiera es mío, sino por la belleza de los tres últimos capítulos que me emocionaron por completo.
No sé si todo lo que leerás es verdad, pero yo te lo ofrezco igualmente porque siento que así es.
Raimon Samsó, autor emprendedor.
www.raimonsamso.com
1. El coach que no quería mejorar
Vamos a dejar las cosas claras cuanto antes, en este libro no encontrarás pautas para mejorar.
Si has leído lo suficiente sobre temas de superación personal, entonces ya dispones de recursos y estoy seguro de que no buscas más de lo mismo. Ya tienes un “yo tuneado”, pero ahora quieres un Yo real. Quiero pensar que llegas a esta lectura con buena parte de las tareas hechas y que por eso esperas mucho más que palabrería y promesas grandilocuentes.
No vamos a maquillar tu mundo, vamos a ponerlo patas arriba.
Seré radical: las técnicas de superación personal y empoderamiento parten de un punto irreal. Su planteamiento es que alguien supuestamente imperfecto debe buscar y encontrar el camino que le lleve a la perfección. Con ese fin épico en mente, buscará y buscará, y se perderá por mil y un caminos hacia ninguna parte. Tratará de dar forma (personal) a lo informe (impersonal), en un intento de mejorase a sí mismo.
Las respuestas que buscas están en otro nivel de conciencia. No hay solución a los problemas creados dentro de un mismo nivel de percepción. Es necesaria otra perspectiva más elevada. Este libro te proporcionará una visión de 360 grados de ti mismo. Más aún: obtendrás una visión cenital.
Aquí el error es doble. Cuando el ego manifiesta la voluntad de pasar a otra cosa mejor, por un lado está asumiendo su imposible imperfección; y, por otro, inventa un “proceso” para tratar de mantener el control. Eso sí, le llamará proceso Sadhana y quedará feliz. Es lo que se conoce por “ego espiritual” en el “bypass espiritual”, una postura muy mental que lo racionaliza todo: te insta a buscar para que no encuentres nada. Es un “Busca, pero no encuentres”, para que así necesites de él siempre.
Hay un yo que parece requerir una gran mejora, pero la buena noticia es que ese yo no es real.
El coach iluminado llega a la conclusión de que todos estos conceptos…
Reinvención personal
Mejora personal
Crecimiento personal
Diseño humano
Evolución espiritual
La mejor versión de uno mismo
Mejora de la autoestima
Etc., etc., etc.
… son una chorrada. Por eso, el coach iluminado no quiere mejorar. Mejorar ¿a quién?
Para él, estas nociones no tienen ningún sentido. Todo eso confunde a las personas que creen que reconstruyendo o fortaleciéndolo su ego dejarán de tener una serie de problemas... ¡precisamente creados por su propio ego! En efecto: ¡el ego es la fuente de todos sus problemas! Y su gran idea es ¡fortalecerlo! Es como apagar un fuego con gasolina.
Solo un ser humano que desconoce su Ser se percibe como débil y trata de empoderarse.
El ego decidirá buscar un aliado o un cómplice necesario: un coach convencional que infle la burbuja de su fantasía. Lo que ocurrirá con el coaching convencional es que su ego se rediseñará, cambiará de aspecto, se maquillará o se tuneará como un coche de carreras. Pura cosmética conceptual, chatarra espiritual. Un autoengaño para pensar que se va a alguna parte cuando en realidad lo único que se hace es dar vueltas a lo mismo (aunque con enormes esfuerzos).
Precisamente el gran problema de la humanidad es que las personas han inventado una identidad ilusoria que protegen y nutren. Y pasan toda su santa vida tratando de generar algo constructivo a partir de esa montaña de conceptos.
Así que todo ese proceso de mejora, reinvención, purificación, perfeccionamiento, superación… es solo una ilusión que se asienta en otra ilusión (la del pequeño yo inexistente). Vamos a dejar claro que solo hay un Yo y que no necesita ser perfeccionado. Dios lo creó de una determinada manera, y sigue siendo así a pesar de todo lo que parece haberle ocurrido.
El coach dormido o convencional distingue individualidades. Las denomina clientes. Pero cuando el coach está iluminado ve al Uno en todos aquellos que acuden a él, sin excepción. El coach dormido cree en la fragmentación, cree que el mundo es un inmenso puzle y que su trabajo es precisamente unir las piezas. El coach inconsciente quiere hacer cambios en el mundo y algún que otro ajuste personal.
El coach iluminado o consciente, en cambio, resuelve descubrirse a sí mismo, renuncia a cambiar nada o a nadie; ni siquiera a sí mismo (y mucho menos a los demás). Cuando comprende eso, ya no necesita que nada sea diferente, cambie o mejore. El coach que entiende esto, despierta y