Islas griegas. vvaa

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Islas griegas - vvaa Petit Futé

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       Esquilo (hacia 525-456 a. C.). Nacido en Eleusis, se considera el fundador de la tragedia griega. De sus noventa obras solo conocemos siete, entre ellas Los Persas y Prometeo encadenado. Estableció unas rigurosas leyes para la tragedia dejando más espacio a los diálogos y a la acción en detrimento del corifeo. Fue el introductor de la máscara e innovó la puesta en escena.

       Eurípides (480-406 a. C.). En una Atenas en declive, donde las clases sociales, las tradiciones y las instituciones se volvían inestables, Eurípides escribió sus 92 obras, de las cuales solo nos han llegado dieciocho. Es una obra que rompe con la celebración tradicional del pasado y que innova al interrogarse sobre las pasiones de los hombres de su tiempo. La modernidad de su obra le valió una gloria póstuma.

       Heráclito (hacia 540-480 a. C.). Filósofo, nacido en Éfeso. Nos quedan fragmentos de su obra Del Universo que trata tanto la física o la política como la teología. Define el fuego como el elemento primitivo de la materia. El mundo, perpetuamente en movimiento y en transformación, tiene su origen y su armonía en el conflicto de los contrarios.

       Heródoto (484-425 a. C.). Autor de cuentos y viajero, Heródoto es, ante todo, el primer historiador griego. Nacido en Asia Menor, la coalición de Grecia contra la invasión de los persas, que dominaban más o menos toda Asia occidental, le marcó desde su más temprana edad. Lo demuestran sus nueve obras históricas, que describen los antecedentes y el desarrollo de las Guerras médicas. Herodoto investigó las tradiciones, las costumbres, la forma de vivir de cada pueblo. Cicerón lo consideraba «el padre de la historia».

       Homero. No se sabe mucho sobre la vida de este maestro de los poetas griegos, salvo que vivió en la primera mitad del siglo VIII, principalmente en Esmirna. La tradición sostiene que era ciego. No le impidió contar sus dos preciosas epopeyas, La Ilíada y La Odisea. La primera describe la guerra de Troya y celebra la proeza individual. La inspiración heroica también toma protagonismo en la segunda, la odisea iniciática de Ulises, un hombre que, durante veinte años de guerras y aventuras, nunca desistió de volver a ver a su patria y a su esposa.

       Pericles (hacia 495-429 a. C.). La famosa estatua del Museo del Vaticano lo representa con casco. Este orador demócrata en un primer momento se dedicó a la guerra antes de consagrarse al florecimiento cultural de Atenas, de la cual finalizó la democratización de la vida política. Reelegido varias veces a lo largo de treinta años, abandonó poco a poco su sueño de un imperialismo ateniense para decantarse por las fuentes espirituales e intelectuales. Así, en la época de Pericles, Atenas vió la construcción de la Acrópolis y El Pireo se benefició de la construcción de sus fortificaciones.

       Fidias (hacia 490-431 a. C.). Alumno de Agéladas de Argos, su amigo Pericles encargó a este escultor realizar la decoración del Partenón y la dirección de la Acrópolis. Sus obras más conocidas son la Atenea Promacos (hacia el 453 a. C.), bronce de ocho metros de altura situado en la Acrópolis, y el Apolo de Kassel (hacia el 460a. C.). Su talento se refleja en particular en las estatuas criselefantinas (de marfil y oro) de Atenea para el Partenón y Zeus para el templo de Olimpia, de las que actualmente solo quedan fragmentos.

       Platón (hacia 428-348 a. C.). Es fácil imaginarle impartiendo sus enseñanzas en los jardines de Academos, donde había creado su academia, con el dedo levantado, como nos lo muestra Rafael en La Escuela de Atenas. El conocimiento sólo es concebible si se dirige el alma hacia la contemplación del Bien y de lo Verdadero. Toda su obra intenta transmitir este ideal: La Apología de Sócrates, El banquete (sobre el amor), La república (sobre la organización del Estado), Las Leyes (sobre las de la ciudad).

       Policleto (siglo V a. C.). Escultor y arquitecto originario de Argos y alumno de Agéladas. Sus obras siguen la teoría de las proporciones del cuerpo humano que había enunciado en su tratado Canon. La estatua del Doríforo, el portador de lanza, considerada como una de las bases del clasicismo, y el Diadumeno, que representa a un atleta poniéndose una corona (conservado en el Museo de Atenas), sirivieron de modelo a sus sucesores.

       Praxíteles (hacia 390-330 a. C.). Nacido en Atenas, este escultor creó con la Venus de Cnido (copia antigua) un tipo de Afrodita cuyas armónicas curvas influyeron en la época helenística. Por desgracia, de él solo queda una obra: la famosa estatua de mármol que representa Hermes jugando con el niño Dionisio, concebida para el templo de Hera en Olimpia. Actualmente se encuentra en el Museo de Olimpia.

       Pitágoras (siglo VI a. C.). La austeridad rigió la vida de este filósofo y matemático nacido en Samos. Esta escuela, con carácter de secta, pretende encontrar en el universo relaciones numéricas y tiende paralelamente a la perfección moral a través del ascetismo. Es el responsable de descubrimientos aritméticos, geométricos y astronómicos (como el teorema del cuadrado de la hipotenusa).

       Sócrates (hacia 470-399 a. C.). Filósofo ateniense, hostil a cualquier enseñanza dogmática, nunca escribió ningún tratado de filosofía. Su pensamiento es sobre todo conocido a través de Los diálogos de Platón, Las nubes de Aristófanes y Memorables de Jenofonte. Su método se basa en interrogantes que deben llevar a sus interlocutores a superar sus propias contradicciones. En resumen, intenta perfeccionar el lema: Conócete a ti mismo. Acusado de impiedad respecto a la religión del Estado y de corrupción de la juventud, fue condenado a beber cicuta (planta tóxica que se encuentra en caminos y escombros) después de negarse a huir por respeto a las leyes de la ciudad.

       Sófocles (entre 496 y 494-406 a. C.). Edipo rey, Antígona y Electra son las obras más famosas de este poeta trágico nacido en Colono. De las más de cien obras que escribió, se conocen siete. A diferencia de Esquilo en las obras de cual los dioses desempeñan un papel primordial en los asuntos humanos, la obra de Sófocles parece influenciada por el espectáculo de una Atenas democrática en el apogeo de su sistema social y político.

      

      Cronología

      ATENAS - Estatua de Platón frente a la Academia de las Ciencias de Atenas.

      © Anastasios71 / Shutterstock.com

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