Las promesas de Dios. R. C. Sproul
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Pero ¿por qué tenía que hacerse? Si Jesús iba a ser el segundo Adán, el nuevo representante del pueblo, Él tenía que cumplir en Su propia persona todas las obligaciones que Dios había impuesto a Su pueblo. En cierto sentido, Él se convirtió en la encarnación de Israel y tuvo que hacer todo lo que la ley exigía a esas personas, incluyendo someterse al bautismo como lo ordenó el profeta de Dios, Juan el Bautista. Así que Él procuró la obediencia activamente. Su comida era hacer la voluntad del Padre (Juan 4:34).
En contraste, también hablamos de la obediencia pasiva de Jesús. No podemos hacer una distinción absoluta, porque Jesús se sometió activamente a la aceptación pasiva de los requisitos del Padre, y esto se relacionaba con Su sufrimiento. Su obediencia activa es esa obediencia por la que logró la justicia perfecta y por lo tanto mereció la redención para Su pueblo. De ese modo Él nos proveyó con la justicia que necesitamos. Al mismo tiempo, Él asumió sobre Sí mismo los castigos que nosotros merecemos al someterse al juicio de Dios. Podemos ver esto más claramente en Su lucha en el huerto de Getsemaní, cuando Jesús tenía la copa de la ira divina frente a Él, la copa del juicio de Dios. Allí, Él dijo: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú” (Mateo 26:39). Evidentemente el Padre pidió que bebiera la copa y abrazara la cruz. En ese punto, Cristo fue pasivo. Estaba recibiendo Él mismo la maldición del antiguo pacto. Estaba recibiendo Él mismo el castigo de Dios a favor de Su pueblo.
Y todo esto fue acordado en la eternidad antes de que Cristo se hiciera carne y habitara entre nosotros. Él aceptó hacer la obra necesaria para nuestra redención. Por eso lo llamamos el pacto de redención entre el Padre y el Hijo y, por extensión, el Espíritu Santo.
GUÍA DE ESTUDIO
DEL CAPÍTULO 2
INTRODUCCIÓN
Conocer a Dios significa saber que Él es y será absolutamente fiel a Su pacto a favor nuestro. La Escritura no nos da todos los detalles del plan elaborado entre la Trinidad en el pasado. Pero sí revela la manifestación de ese pacto en el tiempo—desde la obra redentora de Dios a través de la nación de Israel en las historias del Antiguo Testamento hasta la aparición culminante del Dios-hombre, Jesucristo. En este capítulo, el Dr. R. C. Sproul estudia el tema del pacto en las Escrituras y el pacto intratrinitario y fundamental de la redención.
LECTURA BÍBLICA
Salmo 89:3-4; Isaías 42:5-9; 53:10-12; Lucas 22:28-30; Juan 10:18; 17:4-5
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
1. Entender la centralidad del tema del pacto en la Escritura.
2. Ser capaz de explicar qué es el pacto de redención y cómo se relaciona con la obra de Dios para reconciliar Su Creación consigo mismo.
CITAS
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
—Hechos 2:38-39
BOSQUEJO
I. Tema de las Escrituras: pacto
A. El concepto completo del “pacto” es básico para entender las Escrituras. Podemos incluso decir que la obra de Dios con y en la Creación se expresa en términos de pacto.
B. Un principio importante de este tema de las Escrituras es que la revelación es progresiva. Es decir, cada revelación subsiguiente de Dios no es una corrección de lo que Él ha dicho previamente; en cambio, cada revelación aumenta o agrega contenido a la anterior.
C. La palabra pacto no significa simplemente “acuerdo”. No debemos permitir que nuestros propios conceptos occidentales de “pacto” dicten el significado de las Escrituras. Pero muchos de nuestros conceptos sí tienen elementos que se encuentran en los pactos bíblicos (por ejemplo, “promesas”).
D. Los pactos bíblicos tienen una religiosidad más profunda inherente a ellos. Son forjados por sanción divina y representan una relación íntima entre promesas y cumplimientos (es decir, Dios siempre cumple Su palabra).
E. Por lo tanto, el cristiano debe caminar por fe—una fe que no es nada menos que estar completamente convencido de las promesas de Dios, que nos llevarán en gratitud a vivir en pacto con Él.
F. Esto, por supuesto, es imposible de hacer sin Su gracia. Si bien no hemos visto ni escuchado a Dios, Su Palabra ha sido dada por esta razón: para dar fe de la fidelidad de Su pacto.
II. El pacto de redención
A. Jesús estuvo rodeado de mucha controversia durante Su vida.
B. ¿De dónde vino? ¿Con qué autoridad? ¿Cuál era Su origen? Las respuestas a estas preguntas hacen referencia a este primer pacto entre la Deidad.
C. Cristo Jesús no vino para cambiar lo que Dios había revelado antes de Su llegada, o como se malinterpreta comúnmente, para mostrar misericordia en contraposición con el “Dios de la ira” del Antiguo Testamento.
D. Todo el tiempo, Jesús estaba haciendo la voluntad de Su Padre. Eran uno en Su propósito eterno. Él no hizo nada por Su propia iniciativa, sino que vino a causa de un pacto intratrinitario—un pacto que no era el “plan B”.
E. En este pacto, el Padre envió al Hijo, el Hijo llevó a cabo el plan, y el Espíritu aplicó la obra realizada del Hijo al pueblo del Dios trino.
F. Usualmente, se habla de la obra de Jesús en la redención de dos formas:
1. Obediencia activa perfecta: Jesús se sometió a Sí mismo de manera activa y voluntaria bajo la ley de Dios (por ejemplo, fue bautizado tal como debían hacerlo los pecadores que necesitaban ser limpiados). Jesús necesitaba cumplir todo lo que Dios requería que Israel hiciera. Por ende, Él se convirtió en la encarnación de Israel. Y como el Israel de Dios, Él logró la justicia perfecta y ganó la redención para Su pueblo.
2. Obediencia pasiva perfecta: es la obra que Jesús hizo en la cruz. Se sometió a las maldiciones del pacto, al juicio y la ira del Padre, en nombre de Su pueblo.
PREGUNTAS DE ESTUDIO
1. Cada pacto subsiguiente revelado en las Escrituras corrige los problemas del plan anterior de Dios.
a. Verdadero
b. Falso
c. Tanto verdadero como falso
d. No lo sé
2. El pacto de redención describe _____________________.
a. El acuerdo intratrinitario para redimir a un pueblo para la gloria de Dios
b. El acuerdo intratrinitario para condenar a un pueblo para la