A todo ritmo. Jessa James

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de Misery.

      Mierda. Se había comportado como una idiota. Sintiendo las lágrimas cerca de salir, Serena huyó de la habitación, bajó por las escaleras y se dirigió a casa sin pensar en encontrar a sus amigas.

      Es por eso que estaba en la recaudación de fondos, pensó Serena mientras se dirigía a casa. Misery debió haber sido la banda que donó todo el dinero. Serena nunca había afirmado ser inteligente, pero ahora se sentía como una idiota.

      7

      Josh había estado dormido cuando Serena llegó a casa y ya se había ido cuando Serena despertó. La alegría de ser un adulto trabajador y responsable. Alguien debería advertirles a los niños que dejen de desear crecer rápido, pensó Serena.

      Las luces verdes de su alarma le parpadearon. Serena no había dormido mucho, especialmente por la hora en la cual se acostó la noche anterior. Y sin tener en cuenta todo el tiempo que le tomó dormirse a pesar de su cansancio. La humillación seguía doliéndole y parecía ser una entidad viviente riéndose de ella en su pequeña y abarrotada habitación.

      Bueno, no era como si lo fuera a volver a ver, así que era momento de una ducha, tal vez un trote y luego a seguir buscando trabajo. ¿A quién estaba engañando? Serena no corría. No al menos que algo la persiguiera y fuera grande y aterrador. Y si no hubiera alguien más que pudiera perseguir. Y solo si ella encontrara algo por lo que vivir y valiera la pena correr hacia ello. Y… no, de nuevo, otra vez no.

      Una ducha y a buscar trabajo. Serena agarró una falda suave y cómoda de su closet y se dirigió hacia el baño que compartía con Josh. Solo porque se sintiera mal no significaba que tuviera que mirarlo. Verse bien no significaba estar incómodo.

      Serena estaba saliendo de la ducha cuando escucho que tocaban la puerta. “¡Solo un minuto!” gritó Serena, esperando que quien fuera que estuviera ahí la escuchara. Se vistió rápido y cubrió su cabello con una toalla antes de contestar la puerta. Josh debe haber ordenado algo, ¿le había escrito a Mary que había llegado bien a casa? Va a matarme, pensó Serena.

      Serena abrió la puerta, su boca lista para decirle una disculpa a su mejor amiga. “¿Yo… Rhys?” Serena parpadeó. ¿Qué?

      “No, en realidad soy Rhys. Pero le alegra que lo recuerdes. Compré el desayuno.” Él señaló una caja de pizza en su brazo.

      Mierda. De verdad está aquí.

      Luciendo, como si fuera posible, incluso más hermoso en la mañana que en el pasillo la noche anterior. Vestido en jeans pegados oscuros, una camiseta negra pegada y gafas de sol en su cabello, sus ojos verdes parecían mirar su alma a través de sus ojos azules.

      No había error, era el mismo hombre. Aunque Serena sabía que él no podría haberse dormido antes que ella y probablemente no durmió mucho, él no lucía nada mal.

      Como Serena no había podido dormir por su humillación, ella lo había buscado en Google antes de dormir. Los datos básicos que había encontrado sobre la banda en un milisegundo fueron impresionantes. La enorme cantidad de entrevistas en YouTube hacía que pareciera imposible que hayan vivido fuera de cámaras por más de algunas horas en los últimos cinco años desde que salió su primer álbum.

      El resumen era:

      Nacido como: Rhys Jason Grant. Le dicen Rhys.

      Edad: 27

      Hermanos: Anders Donald Grant. Sí, Donald.

      Años activo: 5 años. Guitarrista principal y voz de apoyo de Misery.

      Casi 30 millones de seguidores en Twitter, muchos más en Instagram.

      Cinco giras en cinco años. Dos de ellas mundiales. La última terminó días antes de que encontrara a Bryan y comenzara su caída.

      Serena planeaba acosarlo un poco más por internet esta mañana. ¿Lo habrá descubierto de alguna forma y habrá venido a evitar que invadiera su privacidad? Serena se preguntó eso por medio segundo antes de darse cuenta de que era imposible.

      Serena se recuperó lo suficiente para hacerse a un lado, dándose cuenta de que su cara estaba sin maquillaje y sus pies descalzos y su cabello estaba cubierto por una toalla. Genial. Aparentemente estaba destinada a ser humillada por este tipo.

      Él entró en el apartamento y escaneó todo en silencio. “No es tan malo como lo dijiste. Definitivamente un palacio a comparación de algunos lugares en los que he vivido.”

      “Uh, gracias. Y por supuesto que eres Rhys. Lo siento, solo estoy sorprendida. Pensé que eras mi amiga Mary a quien abandoné anoche. Gracias por el traer el desayuno. ¿Pero pizza? ¿Y no es que no sea genial que estés aquí, pero por qué estás aquí?” Serena intentó sonar confiada, pero su voz era suave y dudosa.

      “La pizza es la comida perfecta a cualquier hora del día. Además, esta es pizza de desayuno, tiene huevos, queso, hongos, tocino, pan… ¿Qué más podrías desear en un desayuno? Y por lo que estoy aquí, vamos a alimentarte primero.”

      Él avanzó con confianza hacia la cocina y para cuando Serena pudo mover sus pies y seguirlo, él ya había ubicado los platos y había colocado la pizza en el centro del mostrador de la cocina. Serena agarró una tajada y dudó por un segundo al pensar en una pizza de desayuno antes de morder un poco.

      Wow, esto está muy bueno, pensó Serena. Su madre la mataría si descubriera que está comiendo pizza de desayuno, pero ella sacó ese pensamiento de su cabeza antes de que arruinara el momento.

      Y el momento era, por supuesto, que un dios del rock y el guitarrista favorito del mundo estaba en su cocina compartiendo su ridícula pizza de desayuno. Él se comió tres tajadas antes de que ella lograra terminar la primera, pareciendo feliz de que ella estuviera comiendo. Él definitivamente era una anomalía.

      “Sabes”, comenzó a decir él con suavidad, todavía mirándola comer con una mirada feliz en su cara. “Los chicos y yo hemos estado juntos por algún tiempo. Mucho antes de que Misery tuviera éxito. Anders y yo, probablemente ya sepas que es mi hermano biológico. Pero los otros chicos, aunque no son nuestros hermanos de sangre, ellos son mis hermanos como si compartieran nuestra sangre. Pero felizmente no tuvieron que compartir nuestros comienzos.”

      Serena solo asintió. Ella comenzó su segunda tajada de pizza, principalmente para mantener su boca ocupada con algo que no fuera hablar y le dio la excusa perfecta para seguir escuchando. Aunque ella no tenía idea por qué le estaba diciendo esto.

      “Milo y yo nos conocimos en la secundaria. En ese entonces pasaba cada segundo con Anders y conmigo. Hemos pasado juntos por muchas cosas. Así que nos quedamos juntos. Conocimos a Jett cuando teníamos diecisiete… sí, cuando teníamos diecisiete. Luc prácticamente nos siguió a casa una noche cuando teníamos diecinueve y se quedó con nosotros. Todos teníamos veintidós cuando ‘Hit the Road’ tuvo éxito. No hemos mirado atrás desde entonces.”

      Serena siguió asintiendo, ya no estaba saboreando la pizza, esperaba que él continuara hablando sin tener idea por qué le estaba diciendo esto a las 10:30 de la mañana. Seguramente las estrellas de rock iban a esta hora a la cama. Pero qué sabía ella...

      “La cosa es, Serena, te lo dije anoche, me gustas. Me haces sentir, mierda, no sé si esta es la palabra correcta, pero me haces sentir

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