Anatomía y cinesiología de la danza. Karen Clippinger
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En la danza, las contracciones isométricas desempeñan un papel vital en la prevención de compensaciones indeseables del cuerpo, así como en el mantenimiento de las posturas deseadas del cuerpo y sus segmentos. Por ejemplo, cuando el bailarín trabaja en la barra, las contracciones isométricas se utilizan para mantener las posturas deseadas de la pierna de apoyo, el torso y el brazo sobre la barra.
Consideraciones sobre los músculos respecto al movimiento corporal
Gran parte de este capítulo se ha centrado en los principios aplicados a un solo músculo; sin embargo, en la mayoría de los movimientos funcionales se produce una contribución orquestada de muchos músculos y articulaciones. Para entender estos movimientos corporales, hay que tener en cuenta elementos adicionales importantes, como el ciclo de estiramiento-acortamiento, el distinto papel de los músculos cuando actúan de forma simultánea, el papel de los músculos cuando actúan como pares de fuerza, y los retos singulares a que se enfrentan los músculos que cruzan múltiples articulaciones.
Ciclo de estiramiento-acortamiento
En algunos movimientos, se usa un músculo excéntricamente justo antes de usarlo de forma concéntrica. Esto se llama ciclo de estiramiento-acortamiento (CEA) o preestiramiento. Cuando un músculo activo se estira, se almacena energía mecánica en el componente elástico del músculo, que a continuación se libera de inmediato durante la contracción de acortamiento, lo cual se traduce en la producción de una fuerza mayor (Asmussen y Bonde-Petersen, 1974; Bosco y Komi, 1979; Komi, 1979). Recuerda que los componentes elásticos del músculo se pueden modelar como un muelle. Por tanto, imagina este proceso como si estiraras un muelle. Cuando lo sueltas, el muelle se retrae y los extremos se vuelven a aproximar. Es probable que factores adicionales –de tipo neural o como la energía química procedente de la precarga del músculo– también contribuyan a mejorar la producción de fuerza, si bien la relativa contribución potencial de estos y otros factores sigue siendo todavía objeto de estudio (Cronin, McNair y Marshall, 2000; Enoka, 2002; Smith, Weiss y Lehmkuhl, 1996). Sea cual fuere el mecanismo, esta mejora de la fuerza puede ser acusada; se calcula que durante la ejecución de saltos pequeños muy rápidos con ambos pies sólo el 40% de la fuerza necesaria se debe a la contracción concéntrica de los músculos, mientras que el otro 60% de la fuerza responde a factores elásticos y de otros tipos (Thys, Cavagna y Margaria, 1975). Además, la velocidad de liberación y la altura del salto mejoran un 12-18%, mientras que la producción de potencia en un ejercicio de entrenamiento de la fuerza mejora un 8-16% con el uso del CEA (Cronin, McNair y Marshall, 2000). Además, se ha demostrado que el empleo del CEA permite disminuir los requerimientos energéticos (una mayor eficacia) de un determinado movimiento.
Un ejemplo de aplicación del CEA a la danza es la ejecución de un rápido demi-plié antes de un salto. Los músculos glúteo mayor, isquiotibiales, cuádriceps femoral y los músculos de la pantorrilla trabajan excéntricamente durante la fase descendente del plié y luego de forma concéntrica en la fase ascendente. Este principio se aplica con frecuencia a la danza, para mejorar la eficacia del movimiento y ayudar a conseguir esa estética «sin esfuerzo» propia de algunos estilos de danza, así como para generar más fuerza en los movimientos explosivos. Para potenciar la aplicación de esta propiedad, el preestiramiento debe ser de una magnitud relativamente pequeña (p. ej., descenso de 20-30 centímetros del cuerpo en el plié), efectuarse con rapidez con un mínimo retraso (menos de 0,4-1 segundo) y sin pausa ni relajación del músculo entre la contracción excéntrica y la concéntrica al final del estiramiento (p. ej., al final del plié).
Si bien algunos bailarines parecen utilizar de forma natural una sincronización que facilita el incremento de fuerza con el uso del CEA, otros pueden obtener beneficios de pequeños cambios en sus movimientos preparatorios. Son errores corrientes dudar en vez de usar una rápida inversión de la dirección al final del plié y alcanzar una profundidad subóptima en el plié preparatorio. Los regímenes de entrenamiento que se centran en esta respuesta del músculo (p. ej., ejercicios pliométricos) han demostrado que mejoran el rendimiento y reducen la incidencia de lesiones en músculos como los isquiotibiales, que tienen que desarrollar fases de estiramiento-acortamiento rápidas durante movimientos como el salto y la carrera (Smith, Weiss y Lehmkuhl, 1996).
Función de los músculos
Cuando los músculos trabajan juntos y simultáneamente, pueden realizar cuatro funciones potenciales principales: agonista, antagonista, sinergista y estabilizadora. Estas acciones son específicas de un movimiento dado y no del músculo en sí. Por tanto, el mismo músculo puede ejercer distintas funciones en movimientos distintos.
Motor (agonista)
Un músculo agonista (G. agon, esfuerzo) es aquel cuya contracción es la que produce el movimiento articular deseado. Puede haber varios músculos capaces de producir este movimiento deseado. Tradicionalmente, el término músculo principal se reserva a los músculos más importantes o eficaces en la producción del movimiento, y el término músculo accesorio se aplica a los que son menos eficaces o se activan en circunstancias específicas, como cuando se necesita mucha fuerza. No obstante, estas distinciones a menudo son controvertidas y complejas, por lo que la consideración de si un músculo agonista es motor principal o accesorio difiere según la fuente consultada. Al elevar la pierna hacia la espalda (p. ej., una attitude paralela), los agonistas son los músculos extensores de la cadera, incluidos los isquiotibiales, como se aprecia en la figura 2.14.
Antagonista
Un antagonista (G. anti, en contra, + agon, esfuerzo) es un músculo o grupo muscular cuya acción es opuesta a la del motor principal. Los antagonistas con frecuencia se hallan en el lado de la articulación opuesto al de los agonistas. Al levantar la pierna hacia la espalda, los antagonistas son los flexores de la cadera, como el recto femoral, tal y como se aprecia en la figura 2.14. Por lo general, los antagonistas se relajan mientras los agonistas se contraen; sin embargo, los antagonistas a veces trabajan junto con los agonistas –lo cual se denomina cocontracción– cuando una parte se tiene que mantener rígida, cuando se requiere un movimiento muy preciso y durante la desaceleración de partes del cuerpo. Un ejemplo de lo último ocurre en la carrera, donde los antagonistas (extensores de la cadera) se relajan inicialmente para que los agonistas (flexores de la cadera) muevan el muslo hacia delante durante la fase de oscilación, para luego contraerse excéntricamente para desacelerar el muslo antes de que alcance la máxima altura hacia delante.
FIGURA 2.14. Papel de los músculos en el movimiento corporal (vista de perfil).
Sinergista (neutralizador)
Un sinergista (G. syn, con, + ergon, esfuerzo) es un músculo que trabaja con el agonista(s) para lograr el movimiento deseado. El papel del sinergista se describe de distintas