Diccionario del uso correcto del español en el Ecuador. Susana Cordero de Espinosa

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Diccionario del uso correcto del español en el Ecuador - Susana Cordero de Espinosa

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léxico registrado en él, resultado de un largo y sistemático ejercicio de observación y estudio de la lengua hablada y escrita en el Ecuador, con énfasis en los errores que se cometen en los diferentes ámbitos del habla cotidiana. La prensa nacional, con escasas excepciones, es espejo de errores idiomáticos que, dilatándose en el tiempo y el espacio se van imponiendo insensiblemente hasta impedir la correcta expresión oral y escrita, no solo de nuestro hablante y escribiente medio, sino incluso la de nuestros buenos lectores y escritores. En la patria carecemos de un texto que provea de respuestas válidas, rápidas y eficaces a nuestras dudas sobre el uso ecuatoriano; que dé una visión objetiva y normativa de la lengua correcta.

      Sin ser un diccionario de uso, pues registra el vocabulario usual del español ecuatoriano delimitándolo con los muy sospechosos calificativos de ‘correcto’ o ‘incorrecto’, es un libro en el cual el hablante, el escritor podrán encontrar respuestas a muchas de sus inquietudes sobre lo que debe decirse y escribirse, o no, y sobre cómo deben emplearse ciertos términos, desde el punto de vista del español estándar que permite comunicarse entre sí, es decir, reconocerse, a más de quinientos millones de hablantes de esta luminosa lengua, repartidos en veintitrés países en el mundo.

      He aquí, a manera de ejemplo, parte del artículo dedicado al lema ‘a’:

      a. ... 14. e) No confunda a ser con hacer: Se dirá Voy a ser candidato, no, obviamente: Voy hacer candidato. Aunque parezca imposible esta confusión, he aquí un ejemplo periodístico, tomado del pie de foto de un conocido diario: “Mario Pagual, vendedor de almohadas: ‘Los ecuatorianos somos chéveres, cómo más vamos hacer, mejor que otros países”. Las palabras de Pagual fueron incorrectamente transcritas: Él dijo, en su habla coloquial: ‘... Cómo más vamos a ser’, pero el periodista al transcribir, cometió semejante dislate.

      Como se ve, tampoco es, el nuestro, un diccionario lexicológico, ni aporta graves y sesudas disquisiciones gramaticales que habrían exigido otro espacio y, muy probablemente, otro público lector. Busca respuestas inmediatas a las dudas que se elevan desde nuestras lecturas o desde nuestra propia urgencia por expresarnos mejor; recoge, tanto términos pertenecientes al español estándar, como los ecuatorianismos ya registrados en el DLE o aquellos que, aun no estando registrados, tienen vigencia real en nuestra habla, siempre que en el ámbito de uso del español ecuatoriano, la semántica, la ortografía, la prosodia, la morfología o la sintaxis, el régimen, en fin, de cada término generen dudas respecto de lo que se considera correcto o incorrecto en el registro del habla culta. Se encontrarán sobre el término que urge al lector, algunas de las respuestas posibles a sus inquisiciones. He aquí un ejemplo, con ‘lema’ que no se halla en ningún otro léxico:

      habemos. Esta forma, de uso relativamente frecuente, es un vulgarismo inaceptable. El verbo haber como principal se usa siempre en singular: No se dirá: Habemos veinte alumnos en esta clase, sino Hay veinte alumnos. Estamos veinte. Somos veinte, etc. Si la persona que habla quiere incluirse entre las que nombra, en vez de Habemos personas..., deberá decir: Existimos personas que... Estamos aquí personas que... Lo mismo, respecto de hubimos, habíamos, habremos, etc. Se dirá: hubo, había, habrá, o estuvimos, estábamos, estaremos, fuimos, éramos, seremos: Estuvimos veinte amigos juntos o, más simplemente: Hubo veinte amigos.... etc. (V. Verbos, haber).

      No es un diccionario de dudas, aunque ha sido trabajado, en parte, desde el modelo del magnífico Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española, de don Manuel Seco; y no lo es, porque, más que las dudas que el uso del español genera en cualquiera de sus hablantes, ha tenido como punto de partida los errores concretos a que asistimos lectores y oyentes del español ecuatoriano. Tampoco es un diccionario contrastivo: no pretende comparar el uso peninsular, ni el español de ninguno de los países del área hispanoamericana con el español ecuatoriano, sino dirigir este último para que, sin detrimento de la riqueza y comunicabilidad del habla, nuestro español se enriquezca, se encuentre a salvo y mantenga su unidad. Sin embargo, es de notar, en muchos de los artículos que recogen ecuatorianismos, la presencia de estos mismos términos en otros países del área hispanoamericana, que siempre hemos registrado.

      camaronear. En el DLE, como usado en Chile, C. Rica, Ec., Hond., Méx., Nic., Pan. y Perú. ‘Salir a la pesca de camarones’. 2. No está registrado en el sentido ecuat. de ‘conducir sin pericia un vehículo motorizado’: No voy contigo, camaroneas demasiado. Es coloquial. Se conjuga como desear (V).

      En su primera parte, un registro léxico que incluye artículos, adjetivos, nombres, pronombres, adverbios, preposiciones, conjunciones e interjecciones.

      La segunda parte del diccionario está dedicada al verbo español con la conjugación de cada uno de los que tienen irregularidad propia y de los diversos modelos a partir de los cuales se volverá más fácil el aprendizaje del arte de conjugar, tan desacreditado entre maestros, alumnos, hablantes y escritores ecuatorianos. Así, en lugar de poner amar, temer, partir como modelos únicos de conjugación de los respectivos verbos regulares en -ar, -er, -ir, en los casos de verbos regulares que, a pesar de su regularidad, presentan algún cambio ortográfico en su conjugación, por ejemplo el cambio de la z en c en ciertas personas de los verbos en -zar, como alcanzar, abalanzar, el de c en qu en otros, propone modelos que ilustran estas dificultades y les dan respuesta. Los ejemplos de oraciones con verbos incluyen su régimen, al registrarse las preposiciones con las cuales se construyen, según su significado. Además de la conjugación, cada artículo comprende las observaciones pertinentes sobre peculiaridades del uso verbal en el español ecuatoriano, amén de ciertas dificultades de uso, características de los verbos registrados.

      tercerizar. Ya lo registra el DLE. Subcontratar o extenarlizar trabajos o servicios con terceros. Se conjuga como cazar. (V).

      corporeizar. ‘Dar cuerpo a algo no material’. 2. Es más frecuente su uso como prnl.: corporeizarse: Esta idea mía se corporeizará: dejará, te lo aseguro, de ser un sueño. Según el DLE, se conjuga como peinar y sin romper el diptongo: corporeizo, corporeiza, corporeiza; pero en el Diccionario del español actual los ejemplos tildan, como tónica, la i del grupo ei en las tres primeras personas del singular y la tercera del plural del presente de indicativo, así como en todas las personas del presente de subjuntivo e imperativo: coporeízo, corporeízas, corporeíza; corporeíce, corporeíces, etc.; corporeíza tú. Esta forma de conjugación es menos cacofónica. También registra el DLE corporizar, pero prefiere corporeizar.

      Cuando es necesario, las respuestas a las dudas que se solventan en los artículos van ilustradas con ejemplos ad hoc. No se encontrarán aquí citas tomadas de autoridades literarias, sino, tan a menudo como lo consideramos válido para cumplir el fin de nuestra tarea, la presencia del error que se deslizó en la prensa, en el habla común, en la locución o el discurso; el gazapo perdonable o la falta imperdonable, y la ilustración con la frase del español estándar creada para mostrar la manera correcta en que han de usarse, por contraste, los términos.

      En cuanto a los ecuatorianismos, se incluyen para dominio del público lector aquellos ya registrados en el DLE y aun algunos no registrados, sin que estas creaciones de nuestra habla sean objeto de censura, pues pertenecen al decir coloquial y enriquecen e individualizan nuestra comunicación. Se desaprueban, sí, los solecismos, barbarismos e idiotismos, así como los vulgarismos, es decir, los usos que no solamente no corresponden a los que señala el español estándar, sino que disienten de él por ignorancia, descuido y falta de respeto por la lengua. A propósito, añado a este prólogo una última ‘perla’ que no alcancé a incluir en el cuerpo de mi diccionario. En un artículo titulado “El presidente Gutiérrez se ancla en el PRE”, publicado en importante diario capitalino, se escribió: “El coordinacionador nacional del PSC, Xavier Neira, dijo que es una acción desesperada de Gutiérrez para que Bucaram lo apoye en las elecciones”. Coordinacionador... Esta creación bárbara surge de una rara afición de nuestro periodismo

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