Como Lo Ve Bill. Anonimo

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Como Lo Ve Bill - Anonimo

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conducen la energía y la luz a su interior. Nos encanta esta dependencia; no queremos por nada en el mundo que se nos corte el suministro eléctrico. Al aceptar así nuestra dependencia de esta maravilla de la ciencia, disfrutamos de una mayor independencia personal. No sólo disfrutamos de más independencia, sino también de más comodidad y seguridad. La corriente fluye hasta llegar donde se necesite.

       Aunque en muchos de nuestros asuntos temporales aceptamos gustosamente este principio de sana dependencia, nos resistimos tenazmente al mismo principio si se nos pide que lo apliquemos como medio de desarrollarnos en la vida espiritual. Está claro que nunca conoceremos la libertad bajo Dios hasta que no intentemos buscar Su voluntad para con nosotros. La decisión es nuestra.

      DOCE Y DOCE, pág. 36

      27

      Suspensión Diaria

      No estamos curados del alcoholismo. Lo que en realidad tenemos es una suspensión diaria de nuestra sentencia, que depende del mantenimiento de nuestra condición espiritual.

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      Nosotros los A.A. obedecemos principios espirituales, primero porque tenemos que hacerlo, luego porque debemos hacerlo, y por último porque nos agrada la manera de vivir que es el fruto de esta obediencia. Los grandes sufrimientos y el amor profundo son nuestros disciplinarios; no necesitamos otros.

      1. ALCOHOLICOS ANONIMOS, pág. 85

      2. DOCE Y DOCE, pág. 169

      28

      Los Perturbadores Pueden ser Nuestros Maestros

      Hoy en día, muy pocos nos preocupamos de cómo cualquier principiante pueda afectar la reputación o eficacia de A.A. Los que recaen, los que mendigan, los que chismorrean, los que tienen trastornos mentales, los que se rebelan contra el programa, los que se aprovechan de la fama de A.A. —muy rara vez perjudican al grupo de A.A. por mucho tiempo.

       Algunos de ellos han llegado a ser nuestros más respetados y más queridos miembros. Otros se han quedado para poner a prueba nuestra paciencia; pero se han mantenido sobrios. Otros más se han alejado. Hemos llegado a considerar a estas personas no como amenazas, sino como nuestros maestros. Nos obligan a cultivar la paciencia, la tolerancia y la humildad. Finalmente, nos percatamos de que son simplemente gente más enferma que el resto de nosotros, y que nosotros los que los condenamos, somos los Fariseos cuya falsa rectitud causa al grupo un más profundo perjuicio espiritual.

      GRAPEVINE, Agosto de 1946

      29

      La Gratitud Debe Ir Adelante

      “La gratitud debe ir adelante, y no atrás.

       “En otras palabras, si llevas el mensaje a otra gente, estarás haciendo el mejor pago posible por la ayuda que se te ha dado”.

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      No hay satisfacción más profunda ni alegría mayor que la entrañada por un trabajo de Paso Doce bien hecho. Ver abrirse maravillados los ojos de hombres y mujeres a medida que pasan de la oscuridad a la luz, ver sus vidas llenarse rápidamente de una nueva significación y determinación, ver a familias enteras reunidas, ver al alcohólico rechazado por la sociedad volver a integrarse en su comunidad como ciudadano de pleno derecho y, sobre todo, ver a esta gente despertarse ante la presencia de un Dios amoroso en sus vidas—estas cosas son la esencia de lo que recibimos cuando llevamos el mensaje de A.A. a otro alcohólico.

      1. CARTA, 1959

      2. DOCE Y DOCE, pág. 110

      30

      Salir de una “Borrachera Seca”

      “A veces nos deprimimos. Si lo sabré yo; he sido campeón de las borracheras secas. Aunque las causas superficiales formaban parte del cuadro —eventos disparadores que precipitaban la depresión— las fundamentales, estoy convencido, se encontraban a un nivel mucho más profundo.

       “Intelectualmente, pude aceptar mi situación. Emocionalmente no pude.

       “No hay soluciones fijas a estos problemas. Pero una parte de la solución está sin duda en el esfuerzo constante para practicar todos los Pasos de A.A.”

      CARTA, 1954

      31

      En la Economía de Dios

      “En la economía de Dios, no se desperdicia nada. Mediante el fracaso, aprendemos una lección de humildad que, por dolorosa que sea, es probablemente necesaria”.

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      No son nuestras virtudes las que nos han dado esta sabiduría; la mejor comprensión que ahora tenemos tiene sus raíces en nuestros antiguos errores. Ya que esto ha sido la esencia de nuestra experiencia individual, es también la esencia de nuestra experiencia como Comunidad.

      1. CARTA, 1942

      2. GRAPEVINE, Noviembre 1961

      32

      La Responsabilidad Moral

      “Algunos ponen serios reparos a la postura A.A. de que el alcoholismo es una enfermedad. Este concepto, les parece, le quita al alcohólico la responsabilidad moral. Como ya sabe cualquier A.A., esto dista mucho de la verdad. No nos aprovechamos del concepto de enfermedad para dispensar a nuestros miembros de la responsabilidad. Al contrario, aprovechamos el concepto de enfermedad mortal para imponer en el que sufre la más seria obligación moral, la de valerse de los Doce Pasos de A.A. para recuperarse.

       “En los primeros días de su vida de bebedor, el alcohólico es a menudo culpable de irresponsabilidad. Pero en cuanto llega el tiempo de beber compulsivamente, no se puede esperar que responda plenamente de su conducta. Tiene una obsesión que le condena a beber, y una sensibilidad física al alcohol que le destina a la locura y a la muerte.

       “Pero cuando se le hace darse cuenta de su condición, se ve presionado a aceptar el programa de A.A. de regeneración moral”.

      CHARLA, 1960

      33

      Orientación para Nuestras Vidas

      Descubrimos que la orientación divina nos llega en la medida en que dejemos de exigirle a Dios que nos la conceda a nuestra demanda y según las condiciones que imponemos.

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      Al rezar, simplemente pedimos a Dios que, a lo largo del día,

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